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Por fácil que sea, todo gesto representa la violación de un secreto espiritual. Todo gesto es un acto revolucionario; (un exilio, quizás de la verdadera (…) de nuestros propósitos).

La acción es una enfermedad del pensamiento, un cáncer de la imaginación. Hacer es exiliarse, toda acción es incompleta e imperfecta. El poema que sueño no tiene faltas sino cuando intento realizarlo. (En el mito de Jesús está escrito esto; Dios, al volverse hombre, no puede terminar más que en el martirio. El supremo soñador tiene por hijo al martirio supremo.)

Las sombras rotas de los follajes, el canto trémulo de las aves, los brazos extendidos de los ríos, que estremecen al sol su lucir fresco, los verdores, las amapolas, y la simplicidad de las sensaciones -al sentir esto, siento nostalgia /de ello/, como si al sentirlo no lo sintiese.

Las horas, como un carro al atardecer, regresan chirriando por las sombras de mis pensamientos. Si levanto los ojos de encima del pensamiento, me arden con el espectáculo del mundo.

Para realizar un sueño es preciso olvidarlo, distraer de él la atención. Por eso, realizar es no realizar. La vida está llena de paradojas lo mismo que las rosas de espinas.

Yo desearía realizar la apoteosis de una incoherencia nueva que se afirmase como la constitución negativa de la anarquía de las almas. Compilar un digesto de mis sueños me ha parecido siempre que sería útil a la humanidad. Por eso no me he abstenido nunca de intentarlo. La idea de que lo que yo hacía pudiese ser aprovechable me ofendió, me importunó para mí.

Tengo casas de campo en los alrededores de la vida. Paso ausencias de ciudad de mi Acción entre los árboles y las flores de mi devaneo. A mi retiro verde no llegan los ecos de la vida de mis gestos. Duermo mi memoria como procesiones infinitas. En las copas de mi meditación sólo bebo el […] del vino rubio; sólo lo bebo con los ojos, cerrándolos, y la vida pasa como una vela lejana.

Los días de sol me saben a lo que yo no tengo. El cielo azul, y las nubes blancas, los árboles, la flauta que allí falta -églogas incompletas por el estremecimiento de las ramas… Todo esto es el arpa muda por donde yo rozo la levedad de mis dedos.

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