…El pasmo que me causa mi capacidad para la angustia. No siendo, por naturaleza, un metafísico, he pasado días de angustia aguda, incluso física, con la indecisión de los problemas metafísicos y religiosos…
He visto deprisa que lo que yo tenía por la solución del problema religioso era resolver un problema emotivo en términos de razón.
(Anterior a 1913.)