La oportunidad es como el dinero, que, además, no es más que una oportunidad. Para quien actúa, la oportunidad es un episodio de la voluntad, y la voluntad no me interesa. Para quien, como yo, no actúa, la oportunidad es el canto de la falta de sirenas. Tiene que ser despreciado con voluptuosidad, colocado alto para ningún uso.
Tener ocasión de… En ese campo se colocará la estatua de la renuncia.
Oh anchos campos al sol, el espectador para quien estáis vivos os contempla desde la sombra.
El alcohol de las grandes palabras y de las anchas frases que como olas elevan la respiración de su ritmo y se deshacen sonriendo, en la ironía de las culebras de espuma, en la magnificencia triste de las penumbras.