Литмир - Электронная Библиотека
A
A

76

Tras una larga errancia, en la soledad, él llega ante un anciano que se apoya en un bastón, ataviado con un largo traje. Entonces le pide consejo:

– Por favor, anciano, ¿dónde se encuentra la Montaña del Alma?

– ¿De dónde viene usted? -replica el anciano.

Él responde que viene de Wuyi.

– ¡Wuyi! -El anciano reflexiona un instante-. Ah, sí, en la otra orilla del río.

Él dice que viene precisamente de la otra orilla del río, ¿ha errado el camino? El anciano frunce el ceño:

– Es el buen camino. Es el que lo toma el que se ha equivocado.

– Tiene usted mucha razón, anciano.

Pero él quiere preguntarle si la Montaña del Alma se encuentra en esta orilla del río.

– Si digo que está en la otra orilla del río, es que está en la otra orilla del río -responde el anciano en tono impaciente.

Él dice que ha venido precisamente de esa orilla hacia ésta.

– Cuanto más caminas, más te alejas -dice el anciano seguro de sí.

– Bueno, en ese caso, ¿tengo que dar media vuelta? -pregunta él de nuevo.

El se dice para sus adentros que no comprende realmente nada.

– Lo que he dicho está muy claro -responde el anciano fríamente.

– Sí, es cierto, anciano, está muy claro…

El problema es que él no lo ve aún nada claro.

– ¿Qué es lo que no está claro? -pregunta el anciano escrutándole con sus ojos de pobladas cejas.

Él dice que sigue sin comprender cómo ir a la Montaña del Alma.

Con los ojos cerrados, el anciano se concentra.

– ¿No ha dicho usted que estaba allí, en la otra orilla del río?

Él vuelve a formular la pregunta.

– Pero yo ya he ido hasta allí…

– Sí, está allí -interrumpe él, impaciente.

– ¿Y respecto al pueblo de Wuyi?

– Bien, sigue estando allí, en la otra orilla del río.

– Pero ha sido justamente en Wuyi donde he cruzado a la otra orilla del río. Cuando dice usted allí, en la otra orilla del río, ¿quiere decir en realidad de este lado del río?

– ¿No quiere ir usted a la Montaña del Alma?

– Claro que sí.

– Pues bien, está allí, en la otra orilla del río.

– Anciano, pero ¿qué es esto, metafísica?

Él prosigue en un tono muy serio:

– ¿No me ha preguntado usted por el camino?

Él dice que sí.

– Pues bien, yo ya se lo he indicado.

Apoyado en su bastón, el anciano se aleja, pasito a paso, sin prestarle más atención.

Y él se queda solo a este lado del río, del otro lado respecto de Wuyi. En realidad, el problema consiste en saber de qué lado está Wuyi. Él ahora ya no se aclara. Sólo le vuelve a la memoria una canción popular de hace varios miles de años:

Regresará, no regresará,
pero allí no se quedará.
A orillas del río, el viento es frío.
124
{"b":"93803","o":1}