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– En nuestros días, mover dinero del punto A al punto B significa utilizar un ordenador. Los bancos y los mercados financieros dependen completamente de ellos, pero la dependencia comporta algunos riesgos.

– ¿Que los ordenadores se apaguen, hagan cosas raras o se vuelvan locos?

– O que alguien entre en los ordenadores del banco y los manipule para fines ilegales. No es ninguna novedad. Ya sabes que el FBI ha creado toda una división nueva para ocuparse de los delitos informáticos.

– ¿Tú crees que eso es lo que ha pasado aquí?

Hardy rebuscó entre los papeles hasta encontrar lo que buscaba.

– En una sucursal del Consolidated BankTrust había una cuenta operativa de Tritón Global Investments Corporation, que es una compañía subsidiaria de Tritón para sus inversiones en Wall Street. La cuenta se abrió hace tiempo y el saldo actual era de doscientos cincuenta millones.

– ¿Archer tuvo algo que ver en la apertura de la cuenta?

– No. De hecho, no tenía acceso a la misma.

– ¿Había muchos movimientos de cuenta?

– Al principio, sí. Sin embargo, llegó un momento en que Tritón no necesitó los fondos y los dejó allí como una reserva para el caso de que Tritón o alguna de las compañías filiales necesitase dinero.

– ¿Qué ocurrió después?

– Resulta que hace un par de meses abrieron una cuenta nueva en la misma sucursal a nombre de Tritón Global Investments, Limited.

– ¿Así que Tritón abrió otra cuenta?

Sawyer no había acabado de hablar cuando Hardy ya meneaba la cabeza.

– No, ahí está la trampa. No tiene nada que ver con Tritón. La compañía es ficticia, no tiene domicilio social, ni directores, ni empleados, nada.

– ¿Sabes quién abrió la cuenta?

– Sólo había una firma registrada. El nombre que figuraba en el banco era el de Alfred Rhone, director financiero. No averiguamos nada de Rhone, pero descubrimos algo interesante.

– ¿Qué? -Sawyer se inclinó sobre la mesa.

– Se realizaron una serie de operaciones a través de la cuenta falsa. Depósitos, transferencias y cosas por el estilo. La firma de Alfred Rhone apareció en cada uno de esos documentos. Comparamos las firmas con las de los empleados de Tritón. Encontramos una idéntica. ¿Quieres adivinar?

– Jason Archer -respondió Sawyer en el acto.

Hardy asintió.

– ¿Y qué pasó con el dinero?

– Alguien entró en el ordenador del BankTrust y reorganizó las cuentas con mucho cuidado. Al final, la cuenta legítima de Tritón y la falsa tenían el mismo número.

– ¡Caray! Es como robarle caramelos a un niño.

– Exacto. El día anterior a la desaparición de Archer, se transfirieron los doscientos cincuenta millones de la cuenta de Tritón a una cuenta abierta por la compañía falsa en otro gran banco de Nueva York. El departamento de transferencias del BankTrust tenía la autorización de nuestro amigo Rhone. La cuenta tenía fondos, todo estaba en orden. Transfirieron el dinero aquel mismo día. -Sawyer lo miró, incrédulo-. La gente de los bancos acepta lo que dice el ordenador, Lee, no tienen motivos para no hacerlo. Además, los bancos no se hablan entre ellos. Mientras tengan el culo cubierto, se limitan a ejecutar órdenes. Les da lo mismo quién esté involucrado, conocen los procedimientos bancarios al dedillo. ¿Te mencioné que Jason Archer trabajó en el departamento de transferencias de un banco antes de entrar en Tritón?

Sawyer meneó la cabeza en un gesto de cansancio.

– Ahora ya sé por qué no me gustan los ordenadores. Sin embargo, no acabo de entender cómo lo hizo.

– Míralo de esta manera, Lee. Es como si hubiesen hecho una copia de un tipo rico y después la copia entra en el banco, retira todo el dinero del tipo rico y después se va tan fresco. La única diferencia es que el BankTrust creía que los dos tipos eran ricos; sin embargo, el banco estaba mirando el mismo saldo para los dos, contaba el mismo dinero dos veces.

– ¿Algún rastro de los fondos?

– No creo que lo encuentren. -Hardy meneó la cabeza-. Se ha esfumado. Ya nos hemos reunido con agentes de la unidad de fraudes a instituciones financieras del FBI. Han abierto una investigación.

Sawyer bebió un trago de café, y entonces se le ocurrió una idea.

– ¿Crees que quizá RTG está involucrada en las dos operaciones? Si no es así, resultaría un poco extraño que Archer se arriesgara a cometer la estafa bancaria y vender los secretos.

– Podría ser, Lee, que Archer comenzara por el robo de los secretos de la compañía, y que la RTG le metiera en el fraude bancario para perjudicar todavía más a Tritón. Estaba en una posición inmejorable para hacerlo.

– Pero el banco es el responsable final. A Tritón no le perjudica.

– No, en eso te equivocas. Tritón ha perdido el uso del dinero mientras el banco aclara las cosas y se realiza la investigación. Este episodio está en manos de la junta directiva. Podría tardar meses en resolverse, al menos es lo que le han dicho a Tritón esta mañana. Como te puedes imaginar, Nathan Gamble está que se sube por las paredes.

– ¿Tritón necesitaba los fondos para alguna cosa?

– Claro que sí. Pensaban utilizar el dinero como paga y señal de la compra de CyberCom.

– ¿Así que han perdido el negocio?

– Todavía no. Según las últimas noticias, Nathan Gamble podría poner el dinero de su cuenta particular.

– Caray, ¿el tipo puede firmar un cheque por esa cantidad?

– Gamble es varias veces multimillonario. Sin embargo, no creo que lo haga. Estaría arriesgando su dinero además de perder doscientos cincuenta millones del dinero de Tritón. En total, sumarían quinientos millones de dólares. Incluso para él es mucho dinero. -Hardy hizo una mueca al recordar su última entrevista con Gamble-. Te lo repito, ahora mismo no es un hombre muy feliz. Su mayor preocupación son los secretos que Archer le vendió a RTG. Si RTG se hace con CyberCom, entonces las pérdidas finales de Tritón superarán los doscientos cincuenta millones de dólares.

– Pero ahora que los de RTG saben que tú estás detrás, no se atreverán a utilizar la información que les pasó Archer.

– No es tan sencillo, Lee. Han negado cualquier implicación, y aunque nosotros tenemos el vídeo, no es una prueba definitiva. RTG ya estaba en la puja por CyberCom. Si su oferta es un poco mejor que la de Tritón, ¿quién puede acusarles de nada?

– Tienes razón. -Sawyer contempló los restos de café en la taza con una expresión de cansancio.

Hardy extendió los brazos hacia su viejo amigo y sonrió.

– Bueno, esta es mi historia.

– Estaba seguro de que no me habías sacado de la cama porque alguien había robado un bolso. -Sawyer hizo una pausa-. Ese Archer debe ser un verdadero genio, Frank.

– Lo es.

– Pero todo el mundo comete errores y algunas veces tienes suerte, y consigues un vídeo como ése -dijo Sawyer más animado-. Además, son los casos difíciles los que te gratifican en este trabajo, ¿no? -El agente sonrió.

– Y ahora ¿qué piensas hacer?

El agente bebió el último trago de café y volvió a llenar la taza. Parecía haber recuperado fuerzas gracias a las nuevas posibilidades que se habían abierto en el caso.

– Primero utilizaré tu teléfono para enviar una orden de busca y captura de Jason Archer. Después, te exprimiré el cerebro durante una hora. Mañana por la mañana, enviaré a un equipo al aeropuerto Dulles para que investiguen todo lo que puedan sobre Archer, y yo mantendré una entrevista personal con alguien que puede ser importantísimo en este caso.

– ¿Quién es?

– Sidney Archer.

Capítulo 28

– Soy Paul Brophy, un colega de Sidney, señor…

Brophy se encontraba en el recibidor de la casa, con la bolsa de viaje en una mano.

– Bill Patterson. Soy el padre de Sidney.

– Ella siempre le menciona, Bill. Lamento no haber tenido la ocasión de conocernos hasta ahora. Esto ha sido algo terrible. Sentí la necesidad de venir aquí por su hija. Es una de mis colegas más cercanas. Una mujer verdaderamente admirable.

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