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Sin pesares muere uno si en el mundo entero hay "un amigo del alma", o uno que "conoce su corazón".

Un escritor antiguo dijo que si no hubiera flores ni luna ni mujeres hermosas no querría nacer en este mundo, y yo podría agregar que si no hubiera pluma ni tinta ni ajedrez ni vino, no tendría objeto nacer como hombre.

La luz de las colinas, el sonido del agua, el color de la luna, la fragancia de las flores, el encanto de los hombres de letras y la expresión de las mujeres hermosas son todas cosas elusivas e indescriptibles. Hacen que no podamos dormir por sonar con ellos y no podamos comer por pensar en ellos.

La nieve nos recuerda un estudioso muy inteligente; la flor nos recuerda damas hermosas; el vino nos recuerda buenos espadachines; la luna nos recuerda buenos amigos, y las colinas y el agua nos recuerdan buena poesía y buena prosa que complacen al mismo autor.

Hay panoramas en la tierra, panoramas en la pintura, panoramas en los sueños y panoramas en el pecho. La belleza de los panoramas en la tierra reside en la profundidad y la irregularidad de sus contornos; la belleza de los panoramas en la pintura reside en la libertad y el lujo de acción del pincel y la tinta; la belleza de los panoramas en los sueños reside en sus vistas que cambian extrañamente, y la belleza de los panoramas en el corazón reside en que todo está en su debido lugar.

Para los lugares que pasamos durante nuestros viajes, no tenemos que ser exagerados en nuestras exigencias artísticas; pero debemos serlo para los lugares en que vamos a instalarnos.

El brote de bambú es un fenómeno-entre las verduras: el lich'i es un fenómeno entre las frutas; el cangrejo es un fenómeno entre los animales acuáticos; el vino es un fenómeno entre nuestras comidas y bebidas; la luna es un fenómeno en el firmamento; el Lago Occidental es un fenómeno entre colinas y aguas, y los versos Sung (ts'e) y los poemas dramáticos Yüan (ch'ü) ton fenómenos en la literatura.

A fin de ver colinas y ríos famosos, hay que tener suerte predestinada; a menos que haya llegado el momento fijado, no tiene uno tiempo para verlos aunque estén situados a una docena de millas.

Las imágenes en un espejo son retratos en colores, pero las imágenes (sombras) bajo la luz de la luna son esbozos a pluma. Las imágenes en un espejo son pinturas con sólidos contomos, pero las imágenes bajo la luz de la luna son "pinturas sin huesos". Las imágenes de las colinas y las aguas en la luna son geografía del cielo, y las imágenes de las estrellas y la luna en el agua son astronomía sobre la tierra.

DE PRIMAVERA Y OTOÑO

La primavera es el estado de ánimo natural del cielo; el otoño es uno de sus modos pasajeros.

El pueblo antiguo consideraba el invierno como "extra" (o período de descanso) de las otras tres estaciones, pero creo que debemos considerar el verano como la estación de los "tres extras": levantarse en un amanecer de verano es lo extra de la noche; sentarse en una noche de verano es lo extra del día; y una siesta de tarde es lo extra del intercurso social. A la verdad, "amo los largos días de verano", como dice un antiguo poeta.

Debe uno disciplinarse en el espíritu del otoño y tratar a los demás con espíritu de primavera.

La buena prosa y los "poemas T'ang" deben tener el espíritu del otoño; los buenos versos Sung y los poemas dramáticos Yüang deben tener el espíritu de primavera. ( [49])

DE LOS SONIDOS

Se debe escuchar el sonido de los pájaros en primavera, el sonido de las cigarras en verano, el sonido de los insectos en el otoño y el sonido de la nevada en invierno; se debe escuchar el sonido del juego de ajedrez de día, el sonido de la flauta bajo la luna, el sonido de los pinos en la montaña y el sonido de las olas en el agua. Entonces no se habrá vivido en vano. Pero cuando un vagabundo comienza una pelea en la calle, o cuando nos empieza a retar nuestra esposa, bien podríamos ser sordos.

Escuchar el sonido de los gansos nos hace pensar en Nankín; escuchar el sonido de los remos nos hace pensar en Soochow, Ch'angchow y Huchow ( [50]); escuchar el sonido de las olas en la playa nos hace pensar en Chekiang, y escuchar el sonido de las campanitas atadas al pescuezo de flacos caballos nos hace pensar que estamos en el camino a Sian.

Se deben escuchar todos los sonidos a la distancia; sólo los sonidos del ch'in pueden ser escuchados a la distancia y de cerca.

Perciben los oídos un sabor especial cuando escuchan música de ch'in bajo los pinos, cuando escuchan una flauta bajo la luna, cuando escuchan una catarata junto a un arroyo y cuando escuchan cantos budistas en la montaña.

Hay cuatro clases de sonidos del agua: el de las cataratas, el de los manantiales cantarines, el de los rápidos y el de las acequias. Hay tres clases de sonidos del viento: el de las "olas de pinos", el de las hojas de otoño y el de la tormenta sobre el agua. Hay dos clases de sonidos de la lluvia: el de las gotas sobre las hojas de wut'ung y loto y el sonido del agua de la lluvia que del alero cae en los baldes de bambú.

DE LA LLUVIA

Esto que se llama lluvia puede hacer que los días parezcan cortos y que las noches parezcan largas.

Una lluvia de primavera es como un edicto imperial que confiere un honor; una lluvia de verano es como un escrito de perdón para un criminal condenado; una lluvia de otoño es como una endecha.

Un día de lluvia en primavera es adecuado para leer; un día lluvioso en verano es adecuado para jugar al ajedrez; un día lluvioso en otoño es adecuado para revisar cosas en los arcenes o la buhardilla, y un día lluvioso en invierno es adecuado para beber.

Escribiría yo una carta al Dios de la Lluvia para decirle que las lluvias de primavera deben venir después del quince de la primera luna (cuando ha pasado el Festival de la Linterna) y continuar hasta diez días antes de ch'ingming (el tercer día de la tercera luna, época en que empiezan a florecer los perales) y venir también en kuyü (la época de plantar arroz); que las lluvias de verano deben venir los primeros y últimos diez días de cada mes (para que no molesten nuestro goce de la luna); que las lluvias de otoño deben venir en los primeros y últimos diez días de la séptima y la novena luna (dejando la octava luna, o mediados de otoño, sin lluvia alguna, para gozar de la luna de la cosecha); y que en cuanto a los tres meses de invierno no se necesita lluvia alguna.

DE LA LUNA, EL VIENTO Y EL AGUA

Se exaspera uno con la luna creciente porque declina tan temprano, y se exaspera con la luna menguante en su tercer cuarto porque sale tan tarde.

Escuchar una lección budista bajo la luna hace más desprevenido el modo mental; discutir la habilidad con la espada bajo la luna hace más inspirado el coraje; hablar de poesía bajo la luna hace más encantador en la reclusión el sabor personal de cada uno, y mirar mujeres hermosas bajo la luna hace más honda la pasión.

El método de "jugar" la luna es mirarla desde un sitio bajo cuando la noche es clara y brillante, y mirarla desde una altura cuando la noche es brumosa y poco clara.

El viento de primavera es como el vino; el viento de verano es como el té; el viento de otoño es como fumar, y el viento de invierno es como jengibre.

DE LA HOLGANZA Y LA AMISTAD

Solamente quienes toman sosegadamente aquello por lo cual se atarea la gente del mundo, pueden atarearse por aquello que la gente del mundo toma sosegadamente.

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[49] Estas dos formas son poesía sumamente sentimental en su texto y en su espíritu.

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[50] El Distrito Lacustre de Kiangsu.

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