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– ¿El qué?

– Tubos de hierro. Se hicieron por primera vez en Mesopotamia. En serio, no puedes imaginarte lo que costaba manufacturar cristal transparente.

– Tienes razón, no puedo imaginármelo.

Freddy sonrió.

– Bueno, la cosa es que nadie lo consiguió hasta el siglo quince. Pero, incluso entonces, no lo conseguían siempre. Y debemos estar agradecidos por ello -añadió, -porque ésa es la razón por la que existen las vidrieras de colores. En cuanto al frasco…

– ¡Aja! -dijo Lassiter.

Freddy hizo caso omiso del sarcasmo.

– En su época debió ser de lo mejorcito que se hacía.

Lassiter tardó unos segundos en reaccionar.

– ¿Me estás diciendo que es una antigüedad?

Freddy se acomodó en su asiento.

– Es posible que lo sea. Estamos trabajando con fotos. Sin tener el frasco, no se puede saber si es auténtico o si es una copia, una magnífica falsificación. Parece ser que, hacia finales del siglo pasado, los italianos se pusieron a hacer copias de todo lo que caía en sus manos: estatuas, reliquias, prendas de vestir, cristal… Por lo visto, fue cuando empezó el turismo a lo grande. Empezó a ir gente rica de todo el mundo a Italia y, de repente, surgió un mercado para las antigüedades.

– ¿Y qué tiene eso que ver con el frasco?

– Si no es original, es una magnífica copia del tipo de frasco que usaban los curas en la Edad Media.

– ¿Qué?

– Para el agua bendita. He consultado con varios expertos. He hablado con una mujer de Christie’s, con un experto del Smithsonian… Todos coinciden. El tipo de frasco del que estamos hablando, el tipo de frasco que llevaba tu hombre, sólo se fabricaba en Murano, una islita al lado de Venecia. En vista de las marcas que tiene y de la pequeña corona de metal de la tapa, este frasco en concreto debe de estar relacionado con los templarios. Por lo visto, se los llevaban a las Cruzadas. -Freddy se recostó en su silla, claramente satisfecho consigo mismo.

Lassiter se quedó mirándolo.

– Las Cruzadas -repitió.

– Sí. Contra el Islam.

– Y llevaban agua bendita en esos frascos.

– Así es. En cuanto a los viejos frascos -dijo Freddy, -los de agua bendita estaban muy valorados. Para sustancias menos preciadas se usaba arcilla. Podría contarte más cosas sobre frascos para agua bendita de las que puedas imaginar. Por ejemplo, que Marco Polo se llevó unos cuantos hasta China. Eso si es que realmente llegó a China. Pero eso es otro tema. En cualquier caso, me han dicho…

– ¿Tienes todo esto por escrito?

Freddy se dio unos golpecitos en el cuadernillo que llevaba en el bolsillo de la camisa.

– Claro. Te haré un informe. Pero pensé que te gustaría saber lo que había averiguado. Resumiendo: es un antiguo frasco de agua bendita.

– Gracias -dijo Lassiter. -Has hecho un buen trabajo. Creo. -Estaba perplejo.

– Sí, claro. De nada. Creo.

Por la tarde llegó el correo del gobierno con el maletín esposado a la muñeca. Le pidió a Lassiter que le enseñara algún tipo de identificación y, después de comparar la foto del carné de conducir con la cara que tenía delante, se sacó una llave del bolsillo y abrió el maletín.

Extrajo un sobre y le pidió a Lassiter que firmase en un cuaderno negro. Hecho esto, le dio el sobre, volvió a cerrar el maletín con llave y se marchó sin decir una sola palabra. Cuando la puerta se cerró a su espalda, Lassiter abrió el sobre y extrajo un fino expediente con un Post-it amarillo pegado a la primera página. El Post-it decía:

Ven a correr conmigo mañana.

A las 6.00 en la plataforma de Great Falls.

Woody

El expediente tenía como encabezamiento: Grimaldi, Franco. Estaba fechado el 29 de enero de 1989 e incluía varios sellos y clasificaciones del gobierno. Entre ellos la palabra no-forn, que, como Lassiter recordaba de sus días en las Fuerzas Armadas, quería decir que estaba prohibida la difusión del expediente fuera de las fronteras nacionales. La primera página del expediente era una lista de nombres y fechas.

Alias: Franco Grigio, Frank Guttman, NPD Gutiérrez.

Él podía ayudarles con el NPD, pensó Lassiter. El acrónimo significaba Nombre de Pila Desconocido. Se lo diría a Woody: Juan Gutiérrez.

Fecha de nacimiento: 17-3-1955; Rosarno, Calabria.

Madre: Vittorina Patuzzi.

Padre: Giovanni Grimaldi (fallecido).

Hermanos:

Giovanni: 12-2-1953 (fallecido).

Ernesto: 27-1-1954 (fallecido).

Giampolo: 31-3-1957.

Luca: 10-2-1961.

Angela (Sra. de Buccio): 7-2-1962.

Dante: 17-5-1964.

Direcciones:

Via Genova, 114, Roma.

Via Barberini, 237, Roma.

Heilestrasse, 49, Zuoz (Suiza).

Servicio militar:

Carabinieri: 20-1-1973.

SISMI: 15-11-1973 (ret.: 12-4-1986).

Refs.:

L’Onda.

89MAPUTO 008041-FLASH.

El texto que lo acompañaba era menos críptico. Explicaba que el Departamento de Estado había tenido noticias de Grimaldi por primera vez el 5 de enero de 1989, al recibir un mensaje cifrado de un agente de la CÍA en Maputo, la capital de Mozambique. El mensaje informaba sobre el asesinato de «un miembro importante de la dirección del Congreso Nacional Africano controlado unilateralmente». La policía local estaba buscando a un ciudadano italiano, un «mercenario» que había llegado de Johannesburgo el día anterior. Dada la relevancia del fallecido para los «intereses norteamericanos» en la región, la CÍA investigó activamente el asesinato.

Dicho esto, el autor del expediente volvía al principio. Explicaba que Rosarno era un pequeño puerto «en la punta de la bota». Grimaldi era hijo de un pescador, tenía seis hermanos y no mantenía buenas relaciones con su familia. Que se supiera, el único miembro de la familia con quien estaba en contacto era su hermana, Angela, que residía en Roma.

Según el expediente, el sujeto cumplió el servicio militar obligatorio de nueve meses en 1973. Después ingresó en el servicio de inteligencia militar italiano, el SISMI. Además de contraespionaje y operaciones antiterroristas, el informe aclaraba que, hasta 1993, la cartera del SISMI incluía todas las actividades de inteligencia en el extranjero, operaciones antimafia y todo tipo de seguimientos por medios electrónicos.

Grimaldi estaba destinado en la L ’Onda, un cuerpo paramilitar de élite con base en Milán inspirado en las SAS británicas. Su principal campo de operaciones era la lucha contra el terrorismo, pero su historial estaba «salpicado de manchas». Según el expediente, la reputación de L’Onda como unidad antiterrorista urbana quedó en entredicho en 1986, cuando se tuvo noticias de su involucración en una serie de asesinatos y atentados con bombas. Estos incidentes, que incluían atentados en estaciones ferroviarias y supermercados, acabaron con la vida de al menos 102 civiles durante un período de ocho años. Atribuidos inicialmente a la extrema izquierda, posteriormente se descubrió que los atentados habían sido instigados desde el propio seno de L’Onda. Al parecer, los incidentes formaban parte de una «estrategia de tensión» del SISMI, que, de tener éxito, habría acabado con la toma del poder por parte de un gobierno militar. La conspiración se descubrió en 1986 y L’Onda fue desmantelada de forma inmediata; aunque había quien mantenía que sólo se había hecho una aparente operación de limpieza y que L’Onda seguía operando con un nombre distinto. El desenmascaramiento de sucesivos casos de corrupción y de alianzas encubiertas con grupos como la Mafia siciliana obligó finalmente a una restructuración a fondo del SISMI. Pero, para entonces, ya hacía tiempo que Grimaldi había dejado el cuerpo.

El expediente también incluía varias fotografías del sujeto. Una, hecha para un documento de identidad militar, mostraba a un hombre joven y apuesto con ojos oscuros y brillantes. Al estar hechas desde lejos con un gran teleobjetivo, la segunda y la tercera estaban saturadas de grano. Las dos mostraban a Grimaldi saliendo de un Land Rover en un aeropuerto sin identificar en lo que parecía ser un país tropical. Había palmeras al fondo, y la mirada de Grimaldi ya tenía esa misma dureza que Lassiter había visto en el hospital.

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