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John mantuvo los ojos fijos en el lugar que Zsadist había estado. Espesos copos de nieve llenaron sus huellas, el macho patea-culos se había ido.

Con un estruendo la puerta del garaje se abrió tras él, el Range Rover iba marcha atrás por el camino. Wellsie bajó la ventana. El pelo rojo estaba recogido en lo alto de su cabeza, y llevaba una negra parca de esquí. La calefacción dentro del coche iba a toda marcha, un sordo estruendo casi tan fuerte como el motor.

– Hola, John. -Tendió la mano y él colocó la palma sobre la suya-. Oye, ¿era Zsadist el que acabo de ver?

John asintió.

– ¿Qué estaba haciendo aquí?

John dejó caer el petate y escribió,

– vino en el autobús conmigo a casa.

Wellsie frunció el ceño.

– Me gustaría que te alejaras de él, ¿vale? Él no… está bien la mayoría de las veces. ¿Sabes lo que quiero decir?

Realmente, John no estaba tan seguro de eso. Bien, el tipo te hacía pensar, con afecto, algunas veces en el hombre del saco, pero evidentemente no era tan malo.

– De todas formas, voy a recoger a Sarelle. Hemos encontrado un obstáculo con el festival y perdido todas nuestras manzanas. Ella y yo vamos a hacer las visitas a varios padres espirituales, a ver lo que podemos hacer sobre eso tan cerca de la fecha. ¿Quieres venir?

John negó con la cabeza.

– No quiero atrasarme en Tácticas.

– Muy bien. -Wellsie le sonrió-. He dejado algo de arroz y salsa de jengibre en la nevera.

– ¡Gracias! Estoy hambriento.

– Creí que lo estarías. Nos vemos.

La despedía con las manos mientras ella daba marcha atrás el resto del camino y se fue. Mientras se dirigía a la casa, observó distraídamente como las cadenas que Tohr puso en el Rover hacían nítidas marcas en la nieve reciente.

CAPÍTULO 41

– Detente aquí. -O abrió la puerta de la Explorer antes de que el SUV se detuviera al llegar a la Avenida Thorne. Lanzo una mirada aguda hacia la cima de la colina, Después lanzo al Beta detrás el volante una verdadera mirada de despabílate-de-una-puta-vez.

– Quiero que circules por el vecindario hasta que te llame, cuando lo haga quiero que vengas al número veintisiete. No te detengas en la entrada del camino sigue avanzando. Hay una esquina en la pared de piedra aproximadamente a cincuenta yardas adelante. Ahí es donde te quiero. -Cuando el Beta asintió con la cabeza, O dijo:

– Jode esto y dejare que el Omega se haga cargo de ti.

No podía dejar que el asesino cometiera alguna clase de estupidez. Tenía el balbuceo de soy-confiable. Golpeó el pavimento y observo la inclinación gradual del camino. Camino lentamente, él era como un arsenal móvil, su cuerpo estaba cargado con tantas armas y explosivos, que él mismo se había colocado, como si fuera un Árbol de Navidad paramilitar.

Paso los números hasta el veintisiete, un par de pilares gemelos enmarcaban la entrada que desaparecía entre ellos. Cincuenta yardas más tarde y él estaba en la esquina de la pared de estuco donde le habían indicado al tonto Beta que fuera a verlo. Tomó impulso tres veces antes de saltar en el aire como un Michael Jordan de mierda hasta alcanzar la cornisa del muro de diez yardas.

Salvó la distancia sin problemas, pero cuando sus manos hicieron contacto. La ráfaga de electricidad que recorrió su cuerpo era verdaderamente como para rizar el cabello. Si hubiera sido humano todavía, se habría tostado, pero aun como asesino, la sacudida era suficiente como para dejarlo sin aliento. A pesar de eso logro subirse para luego arrojarse al otro lado.

Las luces de seguridad brillaron y lo obligaron a esconderse detrás de un arce. Tomo su pistola con silenciador, si los perros lo atacaban estaba listo para reventarlos. Espero los ladridos, pero no hubo ninguno. Tampoco prisa por encender las luces de la mansión ni carreras de los guardias.

Se tomo unos minutos mas evaluando el lugar. La parte trasera de la casa era magnifica toda de ladrillo rojo, blanco puro y brillantes terrazas con corredores en el segundo piso. El jardín era perfecto también. Dios… los costos de mantenimiento de semejante monstruo en un año debía ser lo que la gente promedio gastaba en diez.

Momento de aproximarse. Se movió a través del césped hacia la casa corriendo con los pies pegados sobre el césped con el arma a arriba y al frente. Cuando entró apretándose contra los ladrillos, estuvo satisfecho. La ventana más próxima estaba ensamblada con rieles que bajaban por sus largos lados, arriba había un refuerzo cuadrado discretamente disfrazado.

Cerraduras de acero. Había un juego en cada ventana y puerta, eso le parecía.

En el noreste donde no había que preocuparse por tormentas tropicales y huracanes. Sólo existía un tipo de propietario que usara esa clase de perritos sobre cada pieza de cristal. La clase que necesita ser protegido del sol.

Ahí vivían vampiros.

Los cerrojos estaban abiertos porque era de noche. O miró dentro de la casa, estaba oscuro lo que no era alentador. Pero de cualquier manera iba a entrar.

La pregunta era como irrumpir en la casa, por no decir que el lugar estaba lleno de alarmas hasta el culo, de detectores de sonido. Y él apostaba que quien electrificó el borde de la cerca no fue ADT [12]. Ese era algún tipo de tecnología sofisticada

Decidió que su mejor movimiento era cortar la energía. Así que comenzó la búsqueda de la línea principal de alimentación eléctrica de la mansión. La encontró detrás del garaje para seis coches metida en un surco de mierda de CVAA [13] que incluía tres unidades de aire acondicionado, un extractor de aire y un generador de reserva. La línea principal de abastecimiento eléctrico estaba revestida de metal. Salía de la tierra y entraba en una serie de cuatro metros de hendiduras que surcaban a lo largo.

Puso una carga pequeña de explosivo plástico C4 directamente en el tronco y otra igual en el centro nervioso del generador. Retrocedió atrás del garaje y los hizo estallar a control remoto, hubo dos pequeñas explosiones que disiparon rápidamente el humo y la luz.

Esperó a ver si alguien venía corriendo. Nadie lo hizo. En un impulso se asomo en un par de garajes, dos estaban vacíos, los otros tenían coches muy bonitos, tan bonitos que no podía decir de que clase eran.

Con el fluido eléctrico cortado corrió alrededor de la casa hasta llegar al frente rodeando un cerco de madera de boj en la cual terminaba la fachada. Un juego de puertas francesas resultaba perfecto para entrar. Rompiendo con su puño enguantado el cristal procedió a abrir la cerradura. En cuanto entro, cerró de inmediato la puerta Era crucial que los contactos de la alarma de seguridad estuvieran en el lugar correcto en caso de que el generador alterno encendiera en… Santo… Dios

Había baterías de litio en las puertas… Lo que quería decir que sus contactos no funcionaban con la corriente eléctrica. Y… mierda… él estaba de pie exactamente en medio de un rayo láser. Jesús. Esto era… de una tecnología muy alta como en el Museo de Bellas Artes, la Casa Blanca, el dormitorio papal de la alta tecnología.

La única razón por la que pudo entrar a la casa era por que alguien lo quería ahí.

Escuchó. Silencio total. ¿Una trampa?

O se quedo congelado, durante un instante apenas respiró. Entonces se aseguró de que su revolver estuviera preparado antes de caminar silenciosamente por un montón de habitaciones que parecían sacadas de alguna deslumbrante revista. Le entraron ganas de acuchillar las pinturas en las paredes, tirar las arañas de luz y romper las delgadas patas de las elegantes mesas y sillas. Quería quemar los manteles, defecar en el suelo. Quería destrozarlas por que eran hermosas y por que su mujer siempre había vivido ahí, eso significaba que ella había vivido mejor que él.

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[12] ADT, hace referencia al nombre de una empresa de sistemas de seguridad…

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[13] CVAA, Calentamiento, Ventilación y Aire Acondicionado. En inglés original: HVAC (Heating, Ventilating and Air Coditionting)

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