Quiero dar las gracias a mi familia, Mimmie, Dad, Georgina y Nicky, por todo cuanto me han dado: no podría resumirlo por mucho que lo intentara. A David, que prepara el mejor café del mundo, gracias por estar pendiente de mí y creer apasionadamente en este libro. Un enorme agradecimiento para mi valiente agente Marianne, por sus pasteles, sus tés y sus consejos, y gracias a Pat y a Vicki por su dedicación.
Gracias a Lynne, Maxine y a todos en Harper Collins por vuestra fe en mí y vuestra profesionalidad.
A mis lectores, viejos y nuevos; espero que este libro os guste en la misma medida en que disfruté escribiéndolo.
Y lo más importante: gracias a Ivan por hacerme compañía en mi despacho durante horas. ¿Crees que se creerán nuestra historia?