-¿De veras? -dijo Urmila, mirando con cautela los árboles que los rodeaban.
- Sí. Y para mantenerle abastecido de material para sus experimentos, sus ayudantes, Lutchman y su cuadrilla, tenían una gran bandada de aves infectadas… ahí mismo. Y la soltaron en septiembre de 1898, unos días después de que Ross acabase su serie de experimentos definitivos.
Cogió una piedra del suelo.
- Permítame que le enseñe algo.
Arrojó la piedra hacia la construcción. Cayó en los escombros y, momentos después, una bandada de palomas se elevó en el aire con un cloqueo de alarma y un frenético batir de alas. Murugan retrocedió y observó los círculos que las aves describían en lo alto.
-No me sorprendería nada que ahí hubiera algunos descendientes de la bandada de Lutchman.