Литмир - Электронная Библиотека
A
A

-Una de dos, o está loca o está soñando -dijo el secretario con una mueca de desprecio-. El señor Haldar tiene un billete para el avión de Bombay de esta noche; tiene que asistir a una reunión. No piensa ir a su casa ni a ninguna otra parte. -Con un gesto de despedida, se volvió hacia el chowkidar y añadió-: Llévesela. No voy a perder más tiempo con estas tonterías.

Urmila no opuso resistencia, pero al llegar al borde del porche se liberó súbitamente.

-¡Está mintiendo! -gritó, quitándose de encima la mano del chowkidar con una sacudida-. No le creo. No va a salirse con la suya, ya verá…

El chowkidar la contuvo cogiéndola del brazo. Tratando de zafarse, Urmila tropezó. Y entonces el camino de grava voló a su encuentro.

48
{"b":"90448","o":1}