Muchas personas dicen: "sigo mi religión individual". ¡Que tontería! El camino es individual. Pero él no existe sin una devoción colectiva, sea católica, protestante, islámica, etc.
Anthony de Mello, es autor de excelentes libros, con historias de diversas tradiciones. En la dedicatoria de una de ellas, sintetiza, con rara belleza, la importancia de la religión: "No puedo esconder a los lectores mi condición de sacerdote católico. Peregriné por un buen tiempo, y libremente, por tradiciones no cristianas, y hasta mismo no religiosas. Ellas me enriquecieron, y ejercieron gran influencia en mi manera de pensar. La iglesia, sin embargo, es mi lugar espiritual. Tengo noción de todas sus limitaciones, y hasta mismo de su estrechez ocasional, lo que me deja confuso. Pero esto nunca destruirá el hecho de que fue ella la que me formó, me moldeó e hizo de mí lo que soy".
Practique su religión, sea cual fuera. Todos precisamos de un lugar espiritual.