Estaba caminando por la playa con mi mujer, cuando de repente escucho a una muchacha diciéndole a otra, de manera convencida: "Yo programé mi vida de la siguiente manera…"
Me quedé pensando: ¿ella contó con esas cosas que pasan, justamente cuando no las estamos esperando? ¿Pensó si Dios tal vez tenga un plan diferente, y mucho más interesante? ¿Tomó en serio la hipótesis de que – al incluir a otras personas en su programación – está interfiriendo en ideas y proyectos distintos?
"¿Quién puede agregar una tilde o una jota a su historia?", dijo Jesucristo. Tenemos una leyenda personal para vivir. Pero ella se manifiesta aquí y ahora, y no en los planes que hacemos para el futuro. El resto es delirio.