Un hombre deja la vida mundana y se transforma en un ermitaño. Lejos del centro de decisiones políticas de la época pasa años de su vida intentando preparar el camino para el Mesías. Se define como "una voz que clama en el desierto".
En un primer momento, podemos pensar que tal hombre – Juan Bautista – no tenía ninguna influencia en su época. Pero la historia nos muestra lo contrario: su presencia fue fundamental en la vida de Jesús.
¿Cuantas veces nos sentimos como voces que claman el desierto? Nuestras palabras parecen perderse en el viento, nuestros gestos aparentemente no despiertan ninguna reacción.
Juan persistió, nos cabe a nosotros hacer lo mismo. Las voces que claman en el desierto son las que escriben la historia de su tiempo.