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La luz de la calle repentinamente se apagó, me asaltó una sensación pesada como un golpe pero al mismo tiempo poco común, con una mano acarició mis pechos a través del sostén, torciendo suavemente mi pezón, firme como un capullo de flor, mientras su otra mano se deslizaba entre mis muslos.

La luz se encendió de nuevo y yo regresé a la realidad, como si saliera de un sueño, liberándome de esa tentación extraña. Todo el tiempo Mark había estado parado tranquilamente disfrutando la escena, parecía que todo eso lo hacía gozar.

– Eres tan adorable. Lástima que mañana tengo que regresar a Alemania -dijo Shamir suavemente y luego abrazó a Mark-. Adiós.

Sentada en el automóvil de Mark, yo me sentía todavía confusa.

– Aún no sé por qué hice eso… -dije mientras pasaba mi mano por mis cabellos.

– Todo empezó cuando te fascinaste con su película -dijo Mark tomando mi mano y besándola-. Una mujer inteligente y sensible besando a otra mujer inteligente y sensible es algo irresistible, conmueve el alma y la inteligencia y excita la sensibilidad, es tan excepcional que resulta sexualmente muy excitante. -Sus palabras no sonaban para nada machistas, al contrario, eran comprensivas y conmovedoras.

Emocionada por sus palabras, floté húmeda todo el camino, hasta que llegamos a su enorme departamento donde cada rincón podía conducir a la locura. Prendí el estéreo y puse una balada de Suzhou cantada por Xu Lixian, me desnudé y me dirigí al cuarto.

Él recordó de repente que en la heladera tenía mermelada de zarzamora, que me encantaba, me pidió que esperara y se dirigió a la cocina, oí un ruido de platos y regresó a la cama desnudo con un plato de mermelada y una cuchara de plata.

– Toma un bocado cariño -dijo él llevando la cuchara a mi boca.

Disfrutamos la maravillosa mermelada, un bocado uno, un bocado el otro y mirándonos intensamente, súbitamente estallamos en risas. Él se puso encima de mí y me acostó y como un cavernícola salvaje de las cuevas del Adriático, que ofrenda su cabeza, besaba mi vientre con su lengua fría y dulce.

– Tienes una cuca muy hermosa, de Berlín a Shangai no hay otra tan exquisita… -Con los ojos bien abiertos viendo sin mirar el techo, sentí cómo el placer de la carne me adormecía el cerebro, apagándome el juicio. "Premio por la mejor cuca…" suena muy bien, quizá más conmovedor para una mujer que "el premio a la mejor novela del año". Saboreaba un bocado de dulce y luego un bocado de mi cuerpo, parecía el jefe de una tribu caníbal. Cuando se irguió y me penetró inmediatamente perdí el control y exploté.

– ¿Te gustaría tener un hijo? -balbuceaba él irresponsable, embistiéndome. En ese instante el placer me invadió como si las montañas se desmoronaran y los mares se vaciaran, era como si estuviera haciendo el amor con todos los hombres del mundo.

XXVI A principios del verano

Estamos buscando algún signo,

pero nada se manifiesta.

Suzanne Vega

Felicidad, felicidad, ¿qué es la juventud?

Suede

El 8 de mayo, un avión de combate de los Estados Unidos bombardeó la embajada china en Yugoslavia. Tres bombas atravesaron cinco pisos hasta el sótano. Tres periodistas de Noticias de Referencia y del diario Claridad murieron en cumplimiento de su deber, además hubo más de veinte heridos. Ese día a las cinco de la tarde estudiantes de varias universidades de Shangai se reunieron fuera del consulado de Estados Unidos en la calle Urumuqi. Con pancartas en las manos gritaban: "Estamos en contra de la violencia de la superpotencia", "Apoyamos la soberanía y la paz". Huevos y botellas de agua mineral, como si tuvieran alas, entraron en el consulado, llegaron cada vez más estudiantes y la protesta duró hasta el día siguiente.

Madonna con un grupo de extranjeros, estadounidenses y europeos, fueron a mirar y tomaron algunas fotos, que luego me mostró. Lo que me llamó la atención en las fotos fue una pareja de enamorados, estudiantes del Instituto de Teatro de Shangai, cada uno sostenía una pancarta que decía: "Soberanía", "Peace".

Madonna me dijo que estuvieron parados como estatuas más de una hora, la chica de ojos grandes y cejas gruesas parecía una joven de los años cincuenta o sesenta, ambos vestían igual.

Johnson, un amigo de Madonna, sacó un fajo de billetes de dólar del bolsillo y se lo regaló a los estudiantes para que los quemaran.

– Esperemos que no haya guerra -dijo Tiantian preocupado. Connie, su madre, era de nacionalidad española y Mark, mi amante secreto, era alemán, y tanto España como Alemania pertenecían a la OTAN, además Madonna estaba rodeada de gringos que no pensaban más que en divertirse.

El 9 de mayo, los mercados de valores de Shangai y Shenzhen se desplomaron y el Kentucky Fried Chicken de la plaza Wujiao de Shangai cerró sus puertas. Desde esa noche un ejército de hackers atacaron innumerables sitios de Internet de los Estados Unidos; el Departamento de Energía, el Departamento de Asuntos Internos y otros fueron invadidos, además en la página principal del Departamento de Energía colocaron fotos de las víctimas y de la bandera de China. La página de la OTAN, http://NaTo.org, fue cerrada.

El 10 de mayo, en el canal IBS en inglés de Shangai, en una transmisión especial durante el noticiario de la noche sorpresivamente vi la cara de Mark. Él, en representación de su empresa, lamentó el trágico incidente y pidió disculpas a las familias de las víctimas. También salieron representantes de otras multinacionales como Motorola, Volkswagen e IBM.

Cuanto terminamos de ver la televisión y Tiantian se fue a bañar, le hablé a Mark, me dijo que me amaba, que me besaba y me deseó dulces sueños.

Mi novela aún estaba en veremos. Era como cuando quieres hablar de negocios en una cafetería, pero no te puedes concentrar, hablas y hablas de manera dispersa, y sin querer observas la gente y el paisaje fuera de la ventana. Claro, no es muy apropiado comparar la escritura de mi novela con la charla de negocios con un extraño en una cafetería, ¿cómo iba a ser posible? Si un día escribir se convirtiera en un trabajo forzado, seguro que lo abandonaría.

Deng y el Padrino, por separado, me llamaron por teléfono, la segunda edición de El grito de la mariposa estaba a punto de salir, estaban preparando la promoción de la novela. Para promocionar el libro, organizaron charlas y ventas y firmas del libro en la Universidad Fudan, en la Universidad Normal del Este de China y en la Universidad Normal de Shangai, en los periódicos y las revistas también habría anuncios al respecto. Deng además me dio una lista de editores de revistas de moda, dijo que todos querían que yo escribiera un pequeño artículo sobre algo actual para apoyar la novela, pagaban muy bien y mi imagen no se dañaría.

De pronto, sin quererlo, Deng se había convertido en mi representante, pero aún no lo decía con claridad y yo tampoco le pagaba, no entendía por qué ella era tan entusiasta conmigo, la única explicación era que ella era noble y se preocupaba por mi novela (un escritor es como las acciones de la bolsa, de acuerdo a su desarrollo pueden subir o bajar).

Mi novela no prosperaba pero Tiantian producía con gran rapidez dibujos y bosquejos, así que había que esperar los progresos de mi novela.

La Araña me vendió una Pentium II y me instaló gratis un módem y otros programas y juegos. Así, cuando no teníamos qué hacer, Tiantian y yo jugábamos en la computadora. Tiantian jugaba a El Imperio Contraataca, y yo escribía poemas o contestaba los mensajes de mis amigos incluyendo los de Shamir y Mark en inglés.

– Busca un motivo para juntarnos, extraño a mi Tiantian -me dijo Madonna por teléfono con su voz ronca-, te voy a leer un poema:

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