Ciara miró a su hermana arqueando las cejas y le guiñó el ojo. Luego echó un vistazo a la mesa y vio el billete de veinte euros.
– ¡Uau, gracias, hermanita! No sabía que fueras tan generosa con las propinas.
Se metió el dinero en el bolsillo y fue a servir otra mesa.
– No te preocupes. -Daniel sonrió al ver que Holly se quedaba pasmada-. Se lo descontaré del salario.