Agradezco mis numerosas visitas a Amsterdam durante los cuatro años que he dedicado a escribir esta novela, y estoy especialmente en deuda con el paciente y generoso brigadier Joep de Groot, del Segundo Distrito Policial, sin cuyos consejos no habría podido escribirla. Debo agradecer también la ayuda que me prestó Margot Álvarez, ex miembro de De Rode Draad, una organización que defiende los derechos de las prostitutas en Amsterdam. Deseo dar las gracias en especial a Robbert Ammerlaan, mi editor holandés, por el tiempo y los cuidados que dedicó al manuscrito. Con respecto a las partes del libro cuya acción transcurre en Amsterdam, he contraído una deuda impagable con estos tres amsterdameses. El mérito de todo aquello en que haya acertado les corresponde enteramente a ellos, y, en caso de que haya errores, soy yo el único responsable
En cuanto a la amplia parte de esta novela que no transcurre en Amsterdam, he confiado en la experiencia de Anna von Planta en Ginebra, de Anne Freyer en París, de Ruth Geiger en Zúrich, de Harvey Loomis en Sagaponack y de Alison Gordon en Toronto. También debo mencionar la atención a los detalles de que han hecho gala tres destacados ayudantes: Lewis Robinson, Dana Wagner y Chloe Bland. Lewis, Dana y Chloe sólo merecen elogios por la meticulosidad irreprochable de su trabajo
Finalmente, una curiosidad que merece la pena mencionar: el capítulo titulado "La colchoneta hinchable roja y azul" se publicó previamente, en una forma ligeramente distinta y en alemán, en el Süddeutsche Zeitung, el 27 de julio de 1994, con el título de "Die blaurote Luftmatratze"