– ¡Exacto! Lo que hoy es la capilla del Santo Sepulcro fue la antigua iglesia, que debió de construirse durante el siglo XI, en estilo románico.
– Y así, ¿por qué los investigadores modernos la sitúan en el siglo XIV?
– Porque no conocen bien lo ocurrido y evaluaron la construcción por lo que hoy se puede ver. La antigua capilla románica se hundió cuando el incendio del año 1936, al igual que muchas otras partes de la iglesia y el cimborrio, que saltó por los aires convirtiéndose en una gigantesca chimenea. Lo reconstruido ofrece un arco de cañón apuntado, semejante al presbiterio y nave transversal, pero el primitivo no debía de tener tal apunte. Es más, he encontrado unos planos de la iglesia firmados en 1859 por un arquitecto llamado Miguel Garriga y muestran una estructura de paredes en la capilla Dels perdons, tal como se llamaba entonces, distinta por completo al resto de los muros de la iglesia. Eran más gruesos y en ellos se abrían hornacinas, seguramente conteniendo imágenes de santos.
»Y en cuanto a la parte de la derecha del presbiterio, la capilla conocida hoy como del Santísimo no existía en el siglo XIII ya que las ventanas daban al exterior. Lo que allí se construyó en el siglo XVI fue la sacristía. En cambio, en la época sí había dos oratorios, cuya estructura, cubierta con dos pequeñas bóvedas de crucero góticas, podemos ver hoy a la entrada de dicha capilla y que aparecen en la pintura representadas por ese arco rebajado, que creímos con un lóbulo, puesto justo encima de la cruz, pero que en realidad representa los dos oratorios. La entrada principal, con su pórtico, se encuentra justo al lado; está datada en el año 1300 y dado que su estilo gótico parece coincidir con el de los oratorios, es de suponer que fueron construidos en la misma fecha.
– Así, que Arnau, si continuamos creyendo en él, debió de ver cuatro arcos y no tres como aparecen en las tablas.
– Cierto. Los trípticos son corrientes en la pintura gótica y los conjuntos de cuatro tablas simplemente no existían. Así que lo resumió en tres. La capilla situada a nuestra izquierda representa la del Santo Sepulcro, con Jesús triunfante y resucitando, con un báculo con la cruz patriarcal, la de los templarios, en su extremo. En el centro, que en tamaño corresponde al presbiterio, tenemos a la Virgen, sin embargo la palabra mater recuerda a Santa Ana. Siguiendo en la misma dirección aparecerían los dos oratorios, que se mantuvieron como tales hasta el incendio de 1936. En el primero se encontraba entonces la Virgen de la Estrella, talla gótica semejante a la Madona de la tabla central, y el segundo daba acceso a la sacristía. Y adivina a quién estaba dedicado este último oratorio.
Me quedé en silencio esperando su respuesta.
– ¡A Jesús crucificado! -dijo sonriente-. Había una gran cruz con imagen de tamaño natural.
– ¡Como en las tablas! -susurré.