Wu, iluminación
¿Qué significa wu? Este término proviene de las religiones. En la religión budista, se refiere a la comprensión que un cultivador tiene sobre FOFA. La iluminación del entendimiento y la iluminación final se refieren a la iluminación de sabiduría. Pero ahora la gente común ya lo emplea para decir que una persona es muy lista, que capta enseguida los deseos de su jefe o sabe cómo complacerlo. La gente dice que eso es tener una buena cualidad de iluminación, y frecuentemente lo entiende de tal manera. Sin embargo, una vez que saltas fuera del nivel de la gente común, en un nivel sólo un poco más alto, ya descubres que la verdad de este nivel conocida por la gente común es frecuentemente errónea. La iluminación referida por nosotros no tiene absolutamente nada que ver con esa iluminación. Al contrario, la cualidad de iluminación de una persona astuta no es buena, pues una persona demasiado lista hace el trabajo en la superficie, ganándose así el aprecio de sus jefes y superiores. En ese caso, ¿no deberá el verdadero trabajo ser hecho por otros? Entonces, él termina debiéndoles a los demás. Sabe cómo complacer a cierta gente y a causa de su astucia, obtiene más beneficios, mientras que otros, por consiguiente, sufren más desventajas. Al ser astuto no sufre pérdidas ni tampoco pierde fácilmente, lo cual significa que serán otros los que deberán perder. Dado que él presta cada vez más atención a esos pequeños intereses prácticos, su corazón se hace cada vez más estrecho. Cuanto más él sienta que los intereses materiales de la gente común son cosas de las cuales no puede desprenderse, tanto más se considerará que él da importancia a la realidad material. Él no quiere perder nada.
¡Algunos hasta envidian a tal individuo! Te digo que no lo envidies, tú no tienes idea de qué vida más agotadora lleva él. No puede comer ni dormir bien y hasta en sueños teme perder sus intereses. Respecto a tales intereses personales, él está cavando en un cuerno de buey. Dime: ¿no lleva una existencia agotadora, viviendo toda su vida para eso? Decimos que si frente a un conflicto uno pudiera dar un paso atrás, se encontraría con un mar y un cielo sin límites y seguramente se le presentaría una situación diferente. Pero este tipo de persona no cede en nada y vive una vida de lo más agotadora. De ninguna manera debes aprender de él. En el mundo de la cultivación se dice: «Esta persona es la más perdida; debido a sus intereses materiales, está completamente perdida entre la gente común». Si le pides que preserve su de, ¡qué difícil será eso! Si le dices que practique gong, él no te creerá: «¿Para qué hacerlo? Ustedes los practicantes ni siquiera devuelven el golpe al ser golpeados, no devuelven la injuria tras ser injuriados y si alguien los hace sufrir mucho, en lugar de tratarlo de la misma manera, por el contrario, le agradecen. ¡Son todos como Ah Q! ¡Están todos mal de la cabeza!». Este tipo de persona no puede comprender el significado de la cultivación y dice que tú eres incomprensible y tonto. ¿No piensas que es difícil de salvar?
La iluminación sobre la que hablamos no es ésta iluminación. Más bien, es justamente lo que algunas personas llaman ser tonto en cuanto a intereses personales; ésta es la iluminación a la cual nos referimos. Por supuesto, no es que realmente seamos tontos, sólo que tratamos muy ligeramente el asunto de nuestros intereses personales, mientras que en otros aspectos, somos muy sabios. Cuando realizamos un proyecto de investigación científica, en cuanto a las tareas asignadas por los superiores o con respecto a cumplir con algún trabajo, estamos bien informados y hacemos todo con racionalidad y lucidez. Tan sólo tomamos con ligereza lo concerniente a nuestros intereses personales y conflictos interpersonales. ¿Quién puede decir que eres un tonto? Nadie dirá que eres un tonto; está garantizado que así será.
Hablemos del tonto real. La comprensión de este principio en los niveles altos es totalmente al revés. Es imposible que un tonto haga maldades mayores entre la gente común, que compita, pelee por intereses personales o busque fama. Por eso, él no pierde su de, no obstante otros le dan de. Al golpearlo e insultarlo, le dan de y esta materia es extremadamente valiosa. En nuestro universo existe este principio: Quien no pierde no gana y el que gana tiene que perder. Viendo a este gran tonto, todos lo insultan: «Eres un gran tonto». Mientras los insultos salen de sus bocas, un pedazo del de se lanza hacia él. Dado que le han sacado ventaja, se ponen del lado ganador y así ellos tienen que perder. Si alguien le pega un puntapié: «¡Eres un gran idiota!», pues bien, le ha lanzado pesadamente otra vez un pedazo de su propio de. Quien sea que lo humille o le dé un puntapié, él sólo sonreirá: «Ven, de todas maneras me estás dando de; ¡no pienso rechazarte nada!». Entonces, de acuerdo con el principio de los altos niveles, piensen todos: ¿Quién es el más listo? ¿No es justamente él? Él es el más listo, pues no ha perdido ningún de. Si arrojas de hacia él, no lo rechazará en absoluto; lo tomará todo y lo aceptará con una sonrisa. Él puede ser tonto en esta vida, pero no lo será en la próxima; su espíritu original no lo es. En las religiones, se dice que una persona que tiene mucho de se convertirá en un funcionario de alto rango o hará grandes fortunas en su próxima vida, porque todo esto es intercambiado por el de.
Decimos que el de puede transformarse directamente en gong. ¿No determina la transformación de esta materia la altura del nivel de tu cultivación? El de puede convertirse directamente en gong. ¿Acaso no es transformado con dicha materia, el gong que determina tu nivel y tu potencia de gong? Dime: ¿no es valioso el de? Éste realmente puede traerse al nacer y llevarse con la muerte. En la religión budista, se dice que el nivel de tu cultivación será tu estado de fruto. Cuanto des, tanto obtendrás; ése es el principio. En la religión se dice que con de, uno podrá llegar a ser un funcionario de alto rango u obtener grandes riquezas en las vidas venideras. Sin suficiente de, uno ni siquiera consigue comida mendigando, pues no se tiene el de para intercambiarlo por ésta. ¡Sin pérdida no hay ganancia! Cuando alguien no tiene ningún de, su cuerpo y su alma se extinguen y mueren de verdad.
En el pasado hubo un maestro de qigong que cuando recién salió al público tenía un nivel bastante alto. Pero más tarde cayó por la fama y la riqueza. Dado que él pertenecía a aquellos cuyo espíritu original asistente era el que realmente se cultivaba, su shifu se llevó a su espíritu original asistente. Mientras su espíritu original asistente estaba, era controlado por éste. Un ejemplo: Un día su entidad de trabajo distribuía viviendas, y el jefe dijo que todos aquellos que necesitasen una vivienda, vinieran y describiesen sus condiciones, explicando por qué la necesitaban. Cada uno expresó sus propias razones, mientras que esa persona se quedó callada. Finalmente, el jefe consideró que él era el más necesitado y quien debía recibir la vivienda. Pero otros reclamaron: «No, no deben dársela a él, sino a mí, cuánta falta me hace una vivienda». Así que esa persona dijo: «Pues, tómala». Según la gente común, este hombre es un tonto. Algunos que sabían que practicaba gong le preguntaron: «Ya que como practicante de gong tú no quieres nada de esto, ¿qué deseas tú entonces?». Él contestó: «Aquello que otros no quieren, eso quiero yo». En realidad, él no era tonto en absoluto, sino sumamente perspicaz. Él sólo se manejaba de esta manera en cuestiones de intereses personales y, por otro lado, creía en seguir el curso natural. Otros le preguntaron de nuevo: «Hoy en día, ¿existe aún algo que alguien no desee?». Él respondió: «Como nadie desea esa piedra en el suelo, que patean de aquí para allá, yo recogeré esa piedra». La gente común encuentra esto incomprensible, y no puede entender al practicante de gong. Le resulta imposible comprenderlo, porque el reino de conciencia de la gente común es demasiado diferente y dista mucho del nivel de un cultivador. Por supuesto, él no recogería la piedra, pero expresó una verdad a la cual la gente común no puede iluminarse: «No persigo ninguna cosa de la gente común». Acerca de la piedra, todos saben que en las escrituras budistas está escrito que en el Mundo de la Felicidad Suprema los árboles son de oro, la tierra es de oro, los pájaros son de oro, las flores son de oro, las casas son de oro e incluso los cuerpos de los fo brillan como oro. Uno no puede encontrar allí ni un pedazo de piedra y se dice que el dinero que allí se usa son piedras. Él no iría allí llevándose un pedazo de piedra, pero no obstante expuso una razón que la gente común es incapaz de comprender. Es absolutamente cierto cuando los practicantes de gong expresan: «La gente común tiene sus propias metas, las cuales nosotros no perseguimos; a nosotros tampoco nos interesa lo que posee la gente común; sin embargo nosotros poseemos algo que la gente común, por más que quiera, no puede obtener».