Aquello que perdemos es en esencia algo malo. ¿Qué perdemos? Yeli. Éste va junto con los diferentes corazones del hombre. Por ejemplo, la gente común tiene toda clase de corazones malos y cuando por sus intereses personales comete diversos actos malos, adquiere esta materia negra -yeli-, la cual tiene una relación directa con nuestros corazones. Si quieres eliminar esta materia negativa, tienes que, ante todo, hacer un giro en tu corazón.
La transformación del yeli
Hay un proceso de transformación entre las materias blanca y negra. Después de cada conflicto entre la gente, ocurre un proceso de transformación. Al hacer algo bueno, obtienes materia blanca -de- y al hacer algo malo obtienes materia negra -yeli. Además, existe un proceso de herencia. Alguien puede preguntarse: «¿Se obtiene esto debido a las cosas malas hechas en la primera mitad de la vida?». No todo ocurre necesariamente así, porque este yeli no es de una vida, ni de una generación. La comunidad de cultivadores sostiene que el espíritu original es inmortal. Si el espíritu original no muere, probablemente en vidas anteriores haya tenido interacciones sociales y entonces, habrá contraído deudas con alguien, humillado a otro o quizás hecho algunas otras cosas malas tales como matar y demás, que generaron este yeli. Estas cosas se acumulan en otras dimensiones para más adelante y uno las lleva siempre consigo. Lo mismo pasa con la materia blanca, la cual no viene solamente de esta fuente. Todavía hay otra situación, y es que los antepasados también pueden acumularla hacia el futuro para sus descendientes. En el pasado, los ancianos decían: «Acumula de, acumula de, los ancestros acumularon de; esta persona está perdiendo de, disminuyendo su de». Todas esas palabras son muy correctas. Hoy en día, la gente común ya no atiende tales palabras. Si a los jóvenes les dices de perder y sobre la escasez del de, esto no entrará de ningún modo en sus corazones. En realidad, estas palabras tienen significados muy profundos. Estas materias no sólo son el estándar espiritual y mental de la gente moderna, sino que también tienen existencia verdadera. El cuerpo humano tiene ambas clases de materia.
Algunos preguntan: «Si se lleva demasiada materia negra, ¿ya no podrá uno cultivarse hacia niveles altos?». Se podría decir que es así. La cantidad de materia negra influye en la cualidad de iluminación, pues esta materia negra forma un campo que rodea tu cuerpo y justamente te envuelve y te aparta de la naturaleza del cosmos, Zhen-Shan-Ren. Por eso, probablemente tal persona tenga una cualidad de iluminación menor y cuando otros hablen sobre cultivación o qigong, considerará todo aquello como supersticioso, no lo creerá para nada y lo encontrará ridículo. Esto ocurre frecuentemente, pero no es algo absoluto. ¿Significa que a esta persona le será difícil cultivarse y que su gong no crecerá? No es así. Decimos que Dafa no tiene límites y todo depende de cómo cultivas tu corazón. El shifu te conduce a la puerta; la cultivación depende de ti mismo, todo depende de cómo te cultives. Si puedes cultivarte o no, depende completamente de si puedes aguantar, sacrificarte y soportar sufrimientos. Si pones firme tu corazón, ninguna clase de dificultades podrá impedírtelo. Yo digo que entonces no tendrás problemas.
Una persona con mayor cantidad de materia negra generalmente debe sacrificarse más que alguien con mayor cantidad de materia blanca, puesto que la materia blanca está directamente asimilada a la naturaleza del cosmos, Zhen-Shan-Ren. Por eso, con tal que eleve su xinxing entre conflictos, su gong crecerá. Es así de simple y rápido. Quien posee mucho de tiene buena cualidad de iluminación y asimismo puede soportar los sufrimientos. Así que mientras trabaje duro, fatigando sus músculos y huesos y templando su corazón y su mente, aunque sufra más dolores físicos que penas mentales, su gong también se incrementará. Sin embargo, esto no se aplica para alguien con gran cantidad de materia negra. Primero, debe pasar por el proceso de transformar la materia negra en blanca. Este proceso es también extremadamente doloroso. Por eso, normalmente una persona con pobre cualidad de iluminación sufre más. Para aquellos con gran yeli y menor cualidad de iluminación, les resulta más difícil cultivarse.
Tomando un caso específico como ejemplo, veamos cómo se cultiva esta persona. Para alcanzar ding en la meditación, debe sentarse con las piernas cruzadas por largo rato, lo cual trae dolor y entumecimiento. Tras un largo rato, comienza a sentirse incómodo y su corazón se pone muy inquieto. Fatigando los músculos y los huesos y templando el corazón, se siente malestar tanto en el cuerpo físico como en el corazón. Hay quienes temen el dolor de cruzar las piernas, no quieren insistir y bajan las piernas. Otros no pueden aguantar el dolor después de sentarse un poco más de tiempo con las piernas cruzadas. Una vez que bajan las piernas, la práctica resulta en vano. Consideramos inútil si dejas de cruzar las piernas cuando sientes dolor y reanudas después de aliviarte con algunos movimientos. Porque mientras las piernas duelen, podemos ver que la materia negra está atacando a las piernas. La materia negra es justamente yeli, el que puede ser disuelto y transformado en de por medio del dolor padecido. Con el dolor, el yeli se disuelve hacia abajo. Cuanto más yeli presiona hacia abajo, tanto más dolor se siente en las piernas. Así que el dolor de las piernas no viene sin razón. Normalmente, sentado con las piernas cruzadas uno sufre dolores pasajeros; un rato de gran dolor especialmente fuerte, alternado con otro de relativa tranquilidad. Más tarde, el dolor aparece de nuevo; así es como ocurre frecuentemente.
Debido a que el yeli se disuelve pedazo por pedazo, con cada pedazo disuelto las piernas se sienten un poco mejor, pero cuando viene el próximo pedazo se sentirá otra vez dolor. Después de disolverse, la materia negra no se dispersa, pues es inextinguible. Cuando esta materia se disuelve, se transforma directamente en materia blanca; esta materia blanca es de. ¿Por qué puede transformarse así? Porque uno ha sufrido, soportado dolores y se ha sacrificado. Hemos dicho que el de se consigue por medio de aguantar dolores, sufrir tribulaciones y hacer cosas buenas. Por eso, es usual pasar por esta situación mientras uno se sienta a meditar con las piernas cruzadas. Algunas personas bajan sus piernas apenas comienzan a sentir dolor y las alivian con algunos movimientos antes de cruzarlas nuevamente. Así no sirve de nada. Haciendo la práctica de estaca-parada, hay quienes sienten cansancio sosteniendo sus brazos y los bajan cuando no pueden aguantar más. Así no sirve en absoluto. Este pequeño dolor no es nada. Yo digo que sería demasiado fácil tener éxito en la cultivación con sólo sostener los brazos de esta manera. Ésta es la situación que ocurre cuando la gente practica la meditación sentada.
Nuestra vía no procede principalmente de esta manera, pero también hay una parte que desempeña una función en tal aspecto. La mayoría de nosotros transforma el yeli por medio de los conflictos entre uno y otro; normalmente se manifiesta de este modo. Mientras estamos entre conflictos, las fricciones entre uno y otro sobrepasan incluso al dolor físico. Digo que los dolores físicos son los más fáciles de aguantar; uno puede vencerlos apretando los dientes. Pero durante las intrigas y los conflictos entre unos y otros, ese corazón es lo más difícil de controlar.
Por ejemplo, al llegar a su oficina, alguien oye a dos personas hablando mal de él en un lenguaje ofensivo y esto lo pone furioso. Sin embargo, hemos mencionado que un practicante de gong debe exigirse a sí mismo con un estándar alto y que no debe retribuir con lo mismo cuando sufre golpes o insultos. Él recuerda: «El Maestro dijo que nosotros, siendo practicantes de gong, no somos iguales a los demás y por ello debemos comportarnos de un modo mejor». Él no discute con esas dos personas. Pero, generalmente, si a uno los problemas no lo irritan hasta el alma, no valen ni sirven para elevarse. Así que su corazón no puede dejar de moverse y se siente irritado. Es probable que esto se aferre en su mente, causando que desee darse vuelta todo el tiempo, para ver las caras de esas dos personas hablando mal de él. Volviendo la vista hacia atrás, observa ambas caras rencorosas en una acalorada discusión. De repente, la sangre se le sube a la cabeza y no puede soportarlo más, así que probablemente comienza en el acto a pelear con ellos. El corazón es muy difícil de controlar durante un conflicto entre persona y persona. Digo que si todo pudiera ser resuelto durante la meditación sentada, sería fácil. Sin embargo, no siempre puede ser así.