Piensen todos en esto: mientras tu cuerpo tiene qi, tú no estás libre de enfermedades. Entonces, si él roba tu qi, ¿acaso no roba también tu qi patogénico? Él no puede diferenciar en absoluto qué qi es, porque quien desea qi está también en el nivel de qi y no tiene ninguna capacidad. El que tiene gong no quiere el qi, esto es seguro. Si no lo crees, podemos hacer una prueba: si alguien quiere robar realmente tu qi, tú puedes ponerte de pie allí y dejar que lo haga. Enfoca tu mente en llenar tu cuerpo con el qi del universo, mientras que detrás de ti, él roba tu qi. Verás qué bueno es esto, pues la purificación de tu cuerpo se acelerará, liberándote de tener que llenar y descargar el qi de tu cuerpo con los movimientos de manos, chong guan. Como él tiene una mala intención y se roba lo de otro, aunque esté robándose algo malo, también está haciendo algo que le hará perder de; así que él tendrá que darte su de. Ocurre así entonces una circulación: mientras él toma tu qi aquí, allí el te da su de. El que roba qi no sabe esto. Si lo supiera, ¡de ninguna manera se atrevería a hacerlo!
Todos los que roban qi tienen una tonalidad oscura. Muchos que van a practicar gong a los parques lo hacen con el fin de eliminar sus enfermedades, ya que sufren todo tipo de males. Cuando uno trata sus enfermedades, debe intentar descargar el qi patogénico de su cuerpo. Sin embargo, quien roba qi ni siquiera descarga el qi, sino que, por el contrario, acumula en su cuerpo entero toda clase de qi patogénico. Incluso el interior de su cuerpo ennegrece. Como él siempre pierde de, externamente también queda completamente negro. Con un campo grande de yeli y con mucho de perdido, tanto su interior como su exterior se vuelven negros. Si quien roba qi supiera que tal cambio le ocurre y que al cometer tal tontería está dándole su de a otros, de ningún modo lo haría.
Algunas personas hablan sobre el qi en forma muy mística, diciendo: «Si estás en América, puedes recibir el qi que yo emito; si esperas al otro lado del muro, recibirás mi emisión de qi». Algunos son muy sensitivos y pueden sentir inmediatamente el qi emitido. No obstante, el qi no se mueve por esta dimensión, sino que lo hace por otra dimensión en la cual tal muro no existe. En cambio, ¿por qué no puedes sentir nada cuando un maestro de qigong emite qi sobre la tierra plana? Es porque en otra dimensión hay allí una separación. Así que el qi no tiene un poder tan penetrante como dice la gente.
El gong es lo que realmente funciona. Cuando un practicante es capaz de emitir gong, ya no tiene más qi y emite una materia de alta energía que vista con el tianmu, es como una especie de luz. Cuando ésta llega al cuerpo de otros, da una sensación de calor y puede restringir directamente a una persona común. Sin embargo, el gong aún no puede alcanzar el propósito de curar enfermedades totalmente y sólo puede jugar un papel de restricción. Para curar enfermedades de verdad, se necesitan capacidades de gong. Hay una capacidad de gong específica para curar cada enfermedad. En un nivel extremadamente microcósmico, cada partícula de tu gong asume tu misma imagen. Debido a que es una materia de alta energía, es inteligente y puede reconocer a otras personas. Si alguien te la roba, ¿cómo podría quedarse allí? No se queda, ni puede ser alojada allí porque no le pertenece. Una vez que desarrollan gong, todos los verdaderos practicantes de gong tienen shifu que los cuidan. Esos shifu te están observando allí y cuando estés por robarte cosas de otros, ellos no lo permitirán.
Recogiendo qi
Al transmitir gong de altos niveles, robar qi y recoger qi no son asuntos que pretendamos resolver para todos. Porque yo aún tengo un propósito, que es enderezar la reputación de la cultivación, haré algo bueno y expondré estos fenómenos negativos que en el pasado nadie había mencionado. Quiero que todos sepan sobre estos temas, para que así algunas personas dejen de cometer siempre maldades. Algunos que no entienden bien la verdad del qigong se ponen siempre pálidos como si les estuvieran hablando sobre un tigre.
El qi del universo existe por todos lados en gran abundancia. Algunos hablan del qi yang celestial y del qi yin terrenal. Como tú también eres parte del universo, puedes recoger tanto qi como gustes. Sin embargo, algunos no recogen el qi del universo, sino que se especializan en enseñar a otros cómo recoger el qi de las plantas, e incluso sacan experiencias: «El qi del álamo es blanco, el qi del pino es amarillo» o «cómo y cuándo recoger el qi». Alguien también dijo: «Enfrente de mi casa hay un árbol que ha muerto porque recogí su qi». ¿Qué clase de capacidad es ésa? ¿No es hacer eso una cosa mala? Todos saben que cuando nos cultivamos genuinamente, damos importancia a los mensajes buenos y positivos y a la asimilación a la naturaleza del universo. ¿Acaso no hablamos de Shan? Para poder asimilarte a naturaleza Zhen-Shan-Ren del universo tienes que practicar Shan. Si siempre cometes maldades, ¿cómo incrementarás tu gong? ¿Cómo podrás eliminar tus enfermedades? ¿No es eso en realidad opuesto a aquello que nuestros cultivadores deben hacer? ¡Y también significa matar vidas y cometer maldades! Tal vez alguien diga «Cuanto más dices, tanto más inconcebible es: matar animales es matar vidas y matar plantas también es matar vidas». Realmente es así. La religión budista habla sobre las seis vías de la reencarnación y durante éstas tú puedes reencarnarte en una planta; en la religión budista se dice justamente eso. Nosotros aquí no lo exponemos de ese modo. Sin embargo, les decimos a todos, que los árboles también tienen vida. No sólo tienen vida, sino que tienen también actividades mentales muy elevadas.
Por ejemplo, hay un estadounidense especializado en estudios electrónicos que enseñaba cómo usar detectores de mentiras a los demás. Un día, por inspiración repentina, conectó los dos polos de un detector de mentiras a una planta de henequén y regó su raíz con agua, encontrando entonces que la aguja electrónica del detector de mentiras dibujaba rápidamente una curva. Tal curva era idéntica a la producida por el cerebro humano en una fracción de segundo cuando uno está excitado y alegre. En ese momento, él se sorprendió. ¡Cómo puede una planta tener sentimientos! Casi quiso salir a la calle y gritar que las plantas tienen sentimientos. Tras haberse iluminado por este incidente, empezó de inmediato a desarrollar la investigación en esta área realizando diversos experimentos.
Una vez colocó dos plantas juntas y pidió a uno de sus estudiantes que pisara una de ellas hasta que muriera frente a la otra. Después llevó a la otra planta dentro de un cuarto, la conectó al detector de mentiras y solicitó a sus cinco estudiantes que entraran a la sala uno por uno. No hubo reacción cuando los primeros cuatro estudiantes entraron al cuarto. Una vez que el quinto estudiante -aquél que había aplastado la planta- entró a la habitación, e incluso antes de que él se acercara a la planta, la aguja electrónica dibujó rápidamente una curva. Ésta sólo aparece cuando una persona tiene miedo. ¡Él quedó muy sorprendido! Este caso aclara un asunto muy importante: siempre consideramos que los seres humanos somos vidas superiores con capacidades sensoriales que pueden distinguir y un cerebro que puede analizar. Entonces: ¿cómo hacen las plantas para distinguir las cosas? ¿Acaso esto no indica que ellas también tienen órganos sensoriales? En el pasado, si alguien decía que las plantas tienen órganos sensoriales, pensamientos, sentimientos y la habilidad de diferenciar a las personas, algunos hubieran considerado esa idea como supersticiosa. Y no sólo eso, parece que en ciertos aspectos las plantas casi superan a nuestros humanos contemporáneos.
Un día él conectó el detector de mentiras a una planta y pensó: «¿Qué clase de experimento podría hacer? Voy a quemar sus hojas con fuego para ver cómo reacciona». Con sólo este pensamiento y aun antes de quemar las hojas, la aguja electrónica dibujó una curva. Ésta sólo se dibuja cuando una persona grita por su vida pidiendo auxilio. En el pasado, este poder sobrenatural se llamaba telepatía mental y es una capacidad potencial e innata del hombre. Pero los seres humanos de hoy están atrofiándose; para poseer estas capacidades, tienes que cultivarte desde el principio y retornar a tu ser original y verdadero, a tu naturaleza original. Sin embargo, la planta sí la tiene y sabe lo que tú estás pensando. Suena bastante inconcebible, pero verdaderamente se encuentra comprobado por la ciencia. Este investigador realizó varios experimentos, incluyendo la capacidad de gong del control remoto a larga distancia. Cuando su tesis fue publicada, causó gran conmoción en el mundo entero.