– ¿Cuándo tenemos que decidirlo? -preguntó, tratando de contener la rabia. Quería los mejores tratamientos y cuidados para su madre, pero no tenía tanto dinero. Las facturas médicas, dependiendo del tiempo que su madre necesitara permanecer en el hospital, podían llegar a elevarse de verdad. Necesitaba hablar con Lu.
– En cualquier momento, en realidad. Cuando esté preparada, venga simplemente a verme y firme el papel.
De camino hacia su madre, Mei volvió a intentar dar con Lu. Su ayudante respondió esta vez con un poco más de amabilidad:
– Ahora mismo está saliendo del estudio.
Mei puso a su hermana al tanto de lo que había ocurrido. Oyó a Lu que lloraba al otro extremo.
– Por supuesto, pagaré el precio que sea. Que Mamá tenga el mejor tratamiento. Firmaré lo que haga falta. Voy para allá en cuanto pueda.