2. LA TOTALIDAD DEL VIENTO
Carreteras gemelas tendidas sobre el atardecer, cuando todo parece indicar que la memoria y la delicadeza kaputt, como el automóvil alquilado de un turista que penetra sin saberlo en zonas de guerra y ya no vuelve más, al menos no en automóvil, un hombre que corre a través de carreteras tendidas sobre una zona que su mente se niega a aceptar como límite, punto de convergencia (el dragón transparente), y las noticias dicen que Sophie Podolski kaputt en Bélgica, la niña del Montfaucon Research Center (un olor indigno de una mujer), y los labios exangües dicen «veo camareros de temporada caminando por una playa desierta a las ocho de la noche»… «Gestos lentos, no sé si reales o irreales»… «Un grupo barrido por el viento cargado de arena»… «Una niña de once años muy gorda iluminó por un instante la piscina pública»… «¿Y a ti también te persigue Colan Yar?»… «¿Una pradera negra incrustada en la autopista?»… El tipo está sentado en una de las terrazas del ghetto conjetural. Escribe postales pues su respiración le impide hacer poemas como él quisiera. Quiero decir: poemas gratuitos, sin ningún valor añadido. Sus ojos retienen una visión de cuerpos desnudos que se mueven con lentitud fuera del mar. Después sólo resta el vacío. «Camareros de temporada caminando por la playa»… «La luz del atardecer descompone nuestra percepción del viento»…