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Se aclaró la garganta con evidente desagrado. Por supuesto este asunto era el más antiinglés que jamás se le presentó en la vida. Y Starr pensó que el hijo de perra estaba gozando cada minuto del mismo.

– …pues es el equivalente del índice total de mortalidad de Albania en un año y medio. Y bien, en la habitación contigua tenemos un modelo del blanco. Caballeros…

Sobre una mesa había un enorme relevamiento montañoso que rodeaba la zona del blanco, estaban señalados los pueblitos que tenían casas de techos de tejas blancas y coloradas, y en el medio se veía al propio "Cerdo". Parecía un templo pagano que tenía una verdadera estructura de cerdo, una especie de esfera redonda que se apoyaba sobre cuatro patas cortas. El mayor levantó la parte superior de la esfera.

– El corazón del asunto -dijo. Dentro no había nada.

– Nada visible, por supuesto. Energía. Inmaterial. Ahora bajemos…

Sacó la parte de la cúpula que quedaba. En su interior el "Cerdo" tenía un aspecto general de entrañas electrónicas muertas, de cañerías y fuelles retorcidos, tortuosos e infinitamente entremezclados y bocas devoradoras que tenían aspecto usual de voracidad de un tiburón. Debajo había una nueva trama de cables lisos de color verde y rojo que rodeaban unas cien pelotitas blanco-perladas, luminosas esferas similares a la gran cabeza que tenían arriba, aunque muchísimo más pequeñas.

– Como todo buen comunista aquí presente sabe -¡ah!, ¡ah!- en cuanto se produce una merma de presión, la energía, cualquiera sea su naturaleza, sube rápidamente con un impulso irresistible para conseguir liberarse y el resultado es una explosión devastadora. Es por lo tanto dudoso que el "Cerdo" pueda ser destrozado desde el aire sin una explosión que supere a la de las bombas que le han sido arrojadas. Por el momento esto es sólo una especulación, pero todo lo que tenemos que tomar en cuenta es que en esta etapa no es aconsejable el empleo de explosivos, salvo como un último recurso. Lo que tenemos que hacer es entrar y liberar la energía mediante un proceso controlado, vaciando al "Cerdo", para explicarlo así. La energía es controlable, puede soltarse y sabemos cómo hacerlo; en muy pequeña escala hemos hecho muchos experimentos de este tipo. Los controles están en la sección central, aquí donde ustedes ven los diales y las palancas… y solamente para soltar la energía existen setenta y dos operaciones diferentes. Sin embargo, no es todo. La exha del pueblo albanés está almacenada aquí, dentro de la parte superior es donde tiene lugar la fisura, separación o desintegración. Esta cosa que tiene forma de torpedo que apunta verticalmente hacia la esfera -pueden ver la nariz aplastada que la toca- es un mecanismo nuclear que trabaja como cohete. Es chino. Su función es comparable a la del gatillo de la bomba atómica usado para la explosión de los aparatos a propulsión de hidrógeno. Al apretar el gatillo la energía sale disparada hacia la esfera, tiene una velocidad de ascenso mayor que la de la luz y desintegra la única exhalación que se encuentra esperando allí. Es una clase de proceso auto destructivo, un poco pecaminoso,…¡ah! ¡ah!, ¡ah!… Figurativamente hablando, la exhalación se hiere a sí misma, vieja historia de la desintegración en el campo de la ética, pero bastante nueva en el de la física. Parecería que estamos llegando a una feliz unión entre la ética y la ciencia. Perdonen mi digresión.

Para esbozar la operación en términos estrictamente militares, lo que haremos es: a) entrar; b) soltar la energía que está en las patas del "Cerdo"; c) sacar al cohete nuclear y d)… bueno, aquí tenemos un dolor de cabeza. Está el aspecto principal de la operación. La exhalación que se encuentra en la cabeza del "Cerdo" no puede escaparse. Está allí para siempre. Sellada y encerrada herméticamente; podríamos decir que la cabeza del "Cerdo" está pegada a la exhalación con fines de desintegración y de una explosión muy anhelada. Tenemos que "matarla". Al menos, así parece, porque un… informante muy especial, ya hace un mes que nos hizo saber que Mathieu está ideando un mecanismo de liberación. En dos o tres días sabremos exactamente dónde nos hemos detenido. Pero supongamos que no habrá ningún cambio de último momento y que tendremos que "matarlo".

Permítanme que el profesor Kaplan, aquí presente, se lo explique en la misma forma que me lo explicó ayer -admirablemente, señor- si me permiten expresar mi opinión. El proceso de reversión de Mathieu es conocido por todos los grandes físicos debido a la información que brindó voluntariamente hace unos pocos años. Consiste en convertir la energía en materia. En este caso, es lo que en el habla familiar, se conoce como matarla. Significa transformar a nuestra amiguita aquí dentro, a la exhalación, en materia, por supuesto materia muerta. Nuestros físicos aún no consiguen desintegrar la exhalación; no obstante, han tenido bastante éxito convirtiéndola en materia pura. Lo consiguen constantemente, y, muy pronto, todos los escolares aprenderán a hacerlo. Será parte de la tarea para la casa. De aquí que la parte más importante de nuestro ejercicio es "matar" la exhalación allí contenida y que espera ser desintegrada. Cuando la operación esté terminada morirá instantáneamente -hay treinta y siete métodos diferentes- y se convertirá en materia. Muy triste. Como ustedes sabrán, circula una teoría post Hoyle sobre la naturaleza del universo y de la creación. Asegura que la materia fue creada durante el proceso mismo, solamente en una escala cósmica -un "asesinato" cósmico de la exhalación- en una especie de transformación del espíritu en materia muerta. A los ojos de algunos, significaría que el universo físico fue creado porque un partido opositor o un anti-Dios "mató" la exhalación de Dios con la subsiguiente creación de la materia animada e inanimada, de planetas, hombres y animales. Para aquellos de entre ustedes que tengan inclinación por la meditación sería interesante especular sobre la idea de que algún día Dios podría desintegrar al universo ya toda la materia viva y muerta que la habita y tratar a la humanidad como si fuese una especie de "Cerdo" a fin de recuperar su exhalación perdida, es decir su propio "Yo". ¡Ja!, ¡Ja!, ¡Ja! Otra vez les pido disculpas. ¿Alguna pregunta?

– ¿En dónde demonios consiguieron a este hombre? -murmuró Caulec formulando una apreciación casi artística-. Nada más que por su acento podría ganar algún premio; y por el pelo ralo de color jengibre; el horrible bigotito que parece cerda y que acaricia constantemente; la cara de manchas rojizas; los ojos que debieron ser azules y que nunca lo consiguieron enteramente.

El francés pensó que los ingleses habían perdido todo su pasado, junto con el Imperio.

– Incidentalmente, profesor Kaplan, ¿es que mi breve disertación le ha parecido aceptable? He tratado de hacerlo lo mejor que pude. Pero no tengo antecedentes científicos. La verdad que ninguno. ¡Ja! ¡Ja!

El científico, que estaba sentado en un rincón y tenía las piernas cruzadas, mientras, sosteniendo el codo, fumaba una pipa, tenía el aspecto de un hombre algo enojado.

– Su… presentación en forma de diálogo es correcta, mayor. A las connotaciones filosóficas las tomo como una especie de broma.

Little pareció satisfecho.

– La intención fue ésa -dijo-. Nada mejor que un poco de humorismo, profesor. Purifica el aire. Levanta la moral, o algo por el estilo. Repito, ¿alguna pregunta?

– Sí -dijo Caulec-. Si el objetivo es hacer explotar una energía tan destructiva, ¿cómo es posible que los albaneses hayan construido el "Cerdo" en una zona tan poblada? ¿Una explosión dirigida hacia el cielo?

– Teóricamente sí. Pero no podemos estar seguros. Y a último momento siempre puede haber un cambio de dirección.

Señaló el mapa con el bastón.

– Sobre este chiquero hay muchas cosas que desconocemos, y precisamente queremos barrerlo de la superficie de la tierra… Ahora, dos cosas más.

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