Los tres jóvenes permanecieron de rodillas en los duros escalones de la Gran Sala del Pueblo durante cuarenta minutos. Su petición incluía tres demandas: (1) que se diera una vuelta a la plaza con el féretro para que los estudiantes pudieran presentar sus respetos al difunto por última vez; (2) que Li Peng mantuviera un diálogo con los estudiantes, y (3) que las noticias de las actividades estudiantiles de aquel día salieran publicadas en los periódicos.
Pero nadie salió a recibir su petición.