Lo veo todo.
Por eso no me gustan los sitios nuevos. Si estoy en un sitio que conozco, como casa, o el colegio, o el autocar, o la tienda, o la calle, lo he visto casi todo antes y todo lo que tengo que hacer es mirar las cosas que han cambiado o se han movido. Por ejemplo, una semana, el póster del Shakespeare's Globe se había caído en el colegio y se notaba porque lo habían vuelto a colgar ligeramente torcido hacia la derecha y había tres pequeños círculos de chinchetas en la pared al lado izquierdo del póster. Y al día siguiente alguien había hecho una pintada en la farola 437 de nuestra calle, que es la que hay delante del número 35, y ponía CROW APTOK.
Pero la mayoría de la gente es perezosa. Nunca miran nada. Hacen lo que se llama «echar un vistazo», que es como chocar contra algo y continuar sin desviar el camino. Y la información en su cabeza es mínima. Por ejemplo, si están en el campo sería
Estoy de pie en un campo que está lleno de hierba.
Hay algunas vacas en los campos.
Hace sol y hay unas cuantas nubes.
Hay algunas flores en la hierba.
Hay un pueblo a lo lejos.
Hay una valla al final del campo y tiene una puerta.
Y entonces dejan de darse cuenta de todo porque están pensando en alguna otra cosa, como «Oh, qué bonito es todo esto» o «Me preocupa haberme dejado encendido el gas en la cocina» o «Me pregunto si Julie ya habrá dado a luz» [12] .
Pero si yo estoy de pie delante de un campo me doy cuenta de todo. Por ejemplo, recuerdo estar en un campo el miércoles 15 de junio de 1994, porque Padre y Madre y yo íbamos en coche a Dover para embarcarnos en un ferry hacia Francia, e hicimos lo que Padre llama «seguir la ruta pintoresca», que significa ir por carreteras secundarias y pararse a comer en un sitio con jardín, y yo tuve que parar para hacer pipí, y fuimos a un campo con vacas y después de que hubiese hecho pipí, miré el campo y me di cuenta de estas cosas
Hay 19 vacas en el campo, 15 de las cuales son blancas y negras y 4 de las cuales son marrones y blancas.
Hay un pueblo a lo lejos que tiene 31 casas visibles y una iglesia con una torre cuadrada y sin aguja.
Hay caballones en el campo, lo que significa que en tiempos medievales era lo que se llama un «campo de bancales», y los habitantes del pueblo tenían cada uno un bancal para cultivarlo.
Hay una vieja bolsa de plástico de Asda en el seto, y una lata aplastada de Coca-Cola con un caracol, y un pedazo largo de cordel naranja.
La esquina noreste del campo es la más alta y la esquina suroeste es la más baja (yo tenía una brújula porque íbamos de vacaciones y quería saber dónde estaba Swindon cuando estuviésemos en Francia) y el campo está ligeramente doblado hacia abajo a lo largo de la línea entre esas dos esquinas, o sea que las esquinas noroeste y sureste están ligeramente más bajas de lo que lo estarían si el campo fuese un plano inclinado.
Veo tres clases diferentes de hierba y flores de dos colores en la hierba.
Casi todas las vacas están de cara a la colina.
Y había 31 cosas más en esa lista de cosas de las que yo me di cuenta, pero Siobhan dijo que no hacía falta que las escribiera todas. Y significa que para mí es muy cansado cuando estoy en un sitio nuevo porque veo todas esas cosas, y si alguien me preguntara después cómo eran las vacas, podría preguntarle que cuál de ellas, y podría dibujarlas en casa y decir que una vaca particular tenía manchas como éstas
Me doy cuenta de que he dicho una mentira en el Capítulo 13 , al decir «Yo no sé contar chistes ni hacer juegos de palabras», porque sí que sé contar 3 chistes, porque los entiendo, y uno de ellos es sobre una vaca. Siobhan me dijo que no tenía que volver atrás y cambiar lo que escribí en el Capítulo 13 porque no importa, porque no es una mentira, tan sólo una aclaración.
Y éste es el chiste.
Hay tres hombres en un tren. Uno de ellos es economista, el otro lógico y el tercero matemático. Acaban de cruzar la frontera para entrar en Escocia (no sé por qué van a Escocia) y ven una vaca marrón en un campo desde la ventanilla del tren (la vaca está paralela al tren).
Y el economista dice:
– Mirad, en Escocia las vacas son marrones.
Y el lógico dice:
– No. En Escocia hay vacas de las cuales una, por lo menos, es marrón.
Y el matemático dice:
– No. En Escocia hay por lo menos una vaca, un costado de la cual parece ser marrón.
Y es divertido porque los economistas no son en realidad científicos, y los lógicos piensan con mayor claridad, pero los matemáticos son los mejores.
Cuando estoy en un sitio nuevo, como lo veo todo, es como cuando un ordenador está haciendo demasiadas cosas a la vez y el procesador está saturado y ya no queda espacio para pensar en otras cosas. Y cuando estoy en un sitio nuevo y hay montones de personas es incluso más difícil, porque las personas no son como vacas y flores y hierba, y te hablan y hacen cosas que tú no esperas, así que tienes que darte cuenta de todo lo que hay en ese sitio, y además tienes que darte cuenta de las cosas que podrían ocurrir. Y a veces, cuando estoy en un sitio nuevo y hay mucha gente, es como un ordenador que se cuelga, y tengo que cerrar los ojos y taparme las orejas con las manos y gemir, que es como cuando aprietas CONTROL + ALT + SUPR y cierras programas y apagas el ordenador y lo reinicias, para así poder recordar qué estoy haciendo y adonde se supone que debo ir.
Y por eso soy bueno en el ajedrez y las matemáticas y la lógica, porque la mayoría de la gente está casi ciega y no ve la mayor parte de las cosas y tienen muchísimo espacio de sobra en sus cabezas, que están llenas de cosas que no tienen conexión entre sí y que son tonterías, como «me preocupa haberme dejado abierto el gas de la cocina».