Muchas cosas son misterios. Pero eso no significa que no tengan una respuesta. Es sólo que los científicos no han encontrado aún la respuesta.
Por ejemplo, hay gente que cree en los fantasmas de personas que han vuelto de entre los muertos. Y el tío Terry dijo que vio un fantasma en una zapatería en un centro comercial de Northampton porque bajaba hacia el sótano cuando vio pasar a alguien vestido de gris al pie de la escalera. Pero cuando llegó al pie de la escalera el sótano estaba vacío y no había puertas.
Cuando se lo contó a la señora de la caja en el piso de arriba le dijeron que se llamaba Tuck y que era el fantasma de un monje franciscano que solía vivir en el monasterio que estaba en el mismo solar cientos de años atrás, que era por lo que el centro comercial se llamaba Centro Comercial Los Franciscanos , y que estaban acostumbrados a él y no les asustaba en absoluto.
Los científicos acabarán por descubrir algo que explique los fantasmas, igual que descubrieron la electricidad que explicaba los rayos, y a lo mejor resulta que es algo sobre el cerebro de la gente, o algo sobre el campo magnético de la Tierra, o podría ser algo sobre una fuerza completamente distinta. Y entonces los fantasmas ya no serán misterios. Serán como la electricidad y el arco iris y las sartenes que no se pegan.
En el colegio tenemos un estanque con ranas, que están allí para que aprendamos a tratar a los animales con cariño y respeto, porque algunos de los niños del colegio son muy malos con los animales y creen que es divertido aplastar gusanos o tirar piedras a los gatos.
Y algunos años hay montones de ranas en el estanque, y algunos años hay muy pocas. Y si hicieras un gráfico de cuántas ranas había en el estanque tendría este aspecto (pero este gráfico es lo que se llama «hipotético», que significa que las cifras no son las cifras reales, sino que sólo es una «ilustración»)
Y si mirases el gráfico podrías pensar que en 1987 y 1988 y 1989 y 1997 hizo un invierno realmente frío, o que había una garza real que venía a comerse montones de ranas (a veces hay una garza real que viene y trata de comerse las ranas, pero hay una tela metálica sobre el estanque que lo impide).
Pero a veces no tiene nada que ver con inviernos fríos o gatos o garzas. A veces son tan sólo matemáticas.
He aquí una fórmula para una población de animales.
Nnueva = λ (Nvieja ) (1 – Nvieja )
Y en esta fórmula N representa la densidad de población. Cuando N = 1 la población es lo más grande que puede llegar a ser. Y cuando N = 0 la población se ha extinguido.
Nnueva es la población un año, y Nvieja es la población del año anterior. Y λ es lo que se llama una constante.
Cuando λ es menor que 1, la población es cada vez más pequeña y se extingue. Y cuando λ está entre 1 y 3, la población crece y después se estabiliza, así (y estos gráficos también son hipotéticos)
Y cuando λ está entre 3 y 3,57, la población sigue ciclos así
Pero cuando λ es mayor que 3,57, la población se vuelve caótica como en el primer gráfico.
Eso lo descubrieron Robert May y George Oster y Jim Yorke. Y significa que a veces las cosas son tan complicadas que es imposible predecir qué va a pasar a continuación, pero en realidad obedecen a unas reglas muy sencillas.
Y eso significa que, a veces, una población entera de ranas, o de gusanos, o de gente, puede morir sin razón alguna, sólo porque así es como funcionan los números.