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La Biblia le presentaba también como un hombre astuto y duro, como un conductor de hombres, además de rebaños.

Pero ¿por qué Shamas acompañó al clan de Abraham hasta Jaran y luego regresó? De los restos de tablillas encontradas allí en Safran eso es lo que se podía deducir.

– Clara, despierta, vamos, es tarde.

– No estoy dormida.

– Sí, sí lo estás; anda, vamos.

– Vete tú, Ahmed, déjame estar un rato en este lugar.

– Es tarde.

– Apenas son las once y los soldados están cerca, no me pasará nada.

– Clara, por favor, no te quedes aquí.

– Pues quédate conmigo, así en silencio, como estábamos. ¿Tienes sueño?

– No. Me fumaré otro cigarro y luego nos vamos. ¿De acuerdo?

Clara no respondió. No pensaba irse de aquel lugar en un buen rato, quería seguir sintiendo el frío del adobe clavado en las costillas.

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