ENTRE los monstruos de la Tentación figuran los nisnas, que "sólo tienen un ojo, una mejilla, una mano, una pierna, medio cuerpo y medio corazón". Un comentador, Jean-Claude Margolin, escribe que los ha forjado Flaubert, pero el primer volumen de las Mil y una noches de Lane (1839) los atribuye al comercio de los hombres con los demonios. El nesnás -así escribe Lane la palabra- es la mitad de un ser humano; tiene media cabeza, medio cuerpo, un brazo y una pierna; brínca con suma agilidad y habita en las soledades del Hadramaut y del Yemen. Es capaz de len-guaje articulado; algunos tienen la cara en el pecho, como los blemies, y cola semejante a la de la oveja; su carne es dulce y muy buscada. Una variedad de nesnas con alas de murciélago abunda en la isla de Raij (acaso Borneo), en los confines de China; pero, añade el incrédulo expositor, Alá sabe todo.