La cosmogonía china enseña que los Diez mil seres (el mundo) nacen del juego rítmico de dos principios complementarios y eternos, que son el Yin y el Yang. Corresponden al Yin la concentración, la oscuridad, la pasividad, los números pares y el frío; al Yang, el crecimiento, la luz, el ímpetu, los números impares y el calor. Símbolos del Yin son la mujer, la tierra, el anaranjado, los valles, los cauces de los ríos y el tigre; del Yang, el hombre, el cielo, el azul, las montañas, los pilares, el dragón.
El dragón chino, el Jung, es uno de los cuatro animales mágicos. (Los otros son el unicornio, el fénix y la tortuga.) En el mejor de los casos, el dragón occidental es aterrador, y en el peor, ridículo; el hrng de las tradiciones, en cambio, tiene divinidad y es como un ángel que fuera también un león. Así, en las Memorias históricas de Ssu-Ma Ch'ien leemos que Confucio fue a cornsultar al archivero o bibliotecario Loo Tse y que, después de la visita, manifestó:
– Los pájaros vuelan, los peces nadan y los animales corren. El que corre puede ser detenido por una trampa, el que nada por una red y el que vuela por una flecha. Pero ahí está el dragón; no sé cómo cabalga en el viento ni cómo llega al cielo. Hoy he visto a Lao Tse y puedo decir que he visto al dragón.
Un dragón o un caballo-dragón surgió del río Amarillo y reveló a un emperador el famoso diagcama circular que simboliza el juego recíproco ael Yang y el Yin; un rey tenía en sus establos dragones de silla y de tiro; otro se nutrió de dragones y su reino fue próspero. Un gran poeta, para ilustrar los riesgos de la eminencia, pudo escribir: "El unicornio acaba como fiambre, el dragón como pastel de carne."En el 1 King (Canon de las mutaciones), el dra-gón suele significar el sabio.
Durante siglos, el dragón fue un emblema imperial. El trono del emperador se llamó el Trono del Dragón; su rostro, el Rostro del Dragón. Para anu-ciar que el emperador había muerto, se decía que había ascendido al firmamento sobre un dragón.
la imaginación popular vincula el dragón a las nubes, a la lluvia que los agricultores anhelan y a los grandes ríos. La tierra se une con el dragón es una locución habitual para significar la lluvia. Hacia el siglo VI, Chang Seng-Yu ejecutó una pintura mural en la que figuraban cuatro dragones. Los espectadores lo censuraron porque había omitido los ojos. Chang, fastidiado, tetomó los pinceles y completó dos de las sinuosas imágenes. Entonces, "el aire se pobló de rayos y truenos, el muro se agrietó y los dragones ascendieron al cielo. Pero los otros dos dragones sin ojos se quedaron en su lugar".
El dragón chino tiene cuernos, garras y escamas, y su espinazo está como erizado de pifias. Es habitual representarlo con una perla, que suele tragar o escupir; en esa perla está su poder. Es inofensivo si se la quitan.
Chuang Tzu nos habla de un hombre tenaz que, al cabo de tres ímprobos años, dominó el arte de matar dragones, y que en el resto de sus días no dio con una sola oportunidad de ejercerlo.