Luchar contra ciertas cosas que sólo se solucionan con el tiempo es desperdiciar energías. He aquí una cortísima historia china que ilustra bien lo que quiero decir:
En medio del campo, comenzó a llover. Las personas corrían en busca de abrigo, excepto un hombre, que continuaba caminando lentamente.
– ¿Por qué no corre usted? -le preguntó alguien.
– Porque más adelante también está lloviendo -fue su respuesta.