La autora agradece al grupo de escritores con el que se reúne semanalmente, su amabilidad y sus críticas durante la redacción de esta obra. También desea dejar constancia de su agradecimiento a Louis DeMattei, Robert Foothorap, Gretchen Schields, Amy Hempel, Jennifer Barth y su familia en China y Norteamérica. Y un millar de flores para cada una de las tres personas a quienes ha tenido la alegría y la suerte de conocer: su editora, Faith Sale, por haber creído en este libro; su agente, Sandra Dijkstra, por salvarle la vida; y su profesora, Molly Gilles, quien le enseñó a comenzar una y otra vez y luego, pacientemente, la guió hasta el final
El Club de la Buena Estrella