Una breve visita a casa fue suficiente para despachar sus asuntos domésticos para siempre y se trasladó a vivir a Kartarpur para servir a Nanak y disfrutar de su compañía.
La humildad de Lahana y sus voluntariosos servicios barriendo las estancias de sus visitantes, lavando sus ropas y haciendo toda clase de tareas, ganaron el corazón del Guru. Diariamente acostumbraba a bañarse mucho antes del amanecer y luego se sentaba a meditar ante el Guru durante largo tiempo. Una y otra vez Nanak puso a prueba su paciencia, su fidelidad y su obediencia y siempre salió triunfante de ellas. Después de tres años, en 1535 fue enviado a casa, a su aldea, donde el Guru le visitó dos veces. En su segunda visita el Baba cambió su nombre y abrazándole le llamó " Angi-khud" y añadió: "De aquí en adelante no hay diferencia entre tú y yo", y luego le llevó de vuelta a Kartarpur.
El 2 de setiembre de 1539 el Guru mandó a Bhai Budha poner la marca de tilak4 en la frente de Angada y le proclamó el futuro Guru sentándole en el gaddi real. Pero los hijos de Nanak Srih-chand y Lakhsmi-das se molestaron tanto que Nanak envió a su querido discípulo a Khadur, donde durante seis meses vivió sumido en intensa meditación, tomando tan sólo como alimento diario una pequeña cantidad de leche y
no recibiendo a nadie. Los Sikhs estaban desconsolados por la ausencia de su elegido, pero por largo tiempo nadie pudo encontrarlo hasta que se le fue revelado a Bhai Budha durante una profunda meditación. Cuando con tres Sikhs más fueron a buscarle, vieron cómo su cara irradiaba como la de Guru Nanak, y Angad accedió a ser su Guru en obediencia a la voluntad de su propio Guru.
Era ciertamente de un carácter benigno y de profunda compasión. Le agradaba sobremanera jugar con los niños y a menudo tomaba parte en sus juegos. Todo lo que llegaba a sus manos lo distribuía entre los pobres viviendo en la más estricta simplicidad. Después de su meditación matinal, daba satsang y curaba a los enfermos que acudían a verle.
Al igual que su Guru, Angad también enseñaba que el camino espiritual come'nzaba desde dentro y que nadie podía caminar hacia el Señor si antes no le era revelado el Conocimiento Supremo, la experiencia de la verdad dentro de su ser.
En otro orden de cosas, Angad modificó la escritura del alfabeto panjabi, para que pudiera ser más fácilmente comprendido por las gentes sencillas. Este alfabeto Gurumukhi rompió el monopolio de la enseñanza que los brahmines ejercían sobre las gentes de India e hizo girar a los hindúes hacia una nueva era. De sus propias memorias y de las de Bhai Bala y otros discípulos, Guru Angad escribió la primera vida o Janam Sakhi de Guro Nanak, el cual fue el primer trabajo en prosa hecho en este nuevo lenguaje.
Se encargó también de organizar personalmente la cocina del Ashram, supervisando las comidas que se servían a los pobres, a los devotos ya los visitantes por igual.
Un día el emperador Humayun acudió al lugar y se le dijo que debía esperar para entrevistarse con el Guru que se hallaba sumido en profundo éxtasis. Encolerizado por este desaire desenvainó la espada. Cuando al fin fue recibido por Angad, éste le profetizó que durante algún tiempo vagaría en el exilio pudiendo al final volver al trono. y esto fue la que acaeció.
Al igual que hiciera Guru Nanak, Angad nombró su sucesor a su devoto y servidor Amar-Das en lugar de a sus dos hijos. Guru Angad dejó su cuerpo el 4 de marzo de 1552.
GURU NANAK III. AMAR DAS. Igualdad
Amar Das nació el 5 de mayo de 1479 en Vasarka, en el distrito de Amritsar; sus padres eran Tejbhan y Bakht Kaur.
Impelido por las tradiciones familiares de hallar un Guru, comenzó a buscarlo y un día escuchó que en un poblado cercano se hallaba el perfecto Guru, Baba Angad, y que aquel que recibiera su iniciación cruzaría el océano de la existencia. Así, pues, Amar Das se fue a Khadur y ya ante Angad se aferró a sus pies y le imploró la salvación. Guru Angad lo recibió complacido y lo hizo su sirviente.
Se cuenta que Amar Das era tan consciente del servicio a su Guru que no comía alimento alguno del Ashram sino que ganaba su subsistencia vendiendo aceite y sal a la gente.
El hacía para Angad todo servicio personal al igual que Angad hizo a su vez a Nanak. Así solía traer diariamente para sus abluciones una jarra de agua del río Govindral, que estaba a dos Kos de distancia.
Se cuenta que una noche, cuando volvía con el agua del río, en la oscuridad tropezó y cayó en un hoyo hecho por un trampero. Cuando éste, que vivía al lado del camino, al oír el ruido preguntó a su mujer quién sería, aquélla respondió:
"¿Quién puede ser a estas horas? Será algún desafortunado Amarú (sin hogar)". Amar Das se incorporó y volviendo al no, llenó de nuevo su jarra y se presentó ante el Guru.
Angad escuchó que la gente llamaba a Amar Das "el sin hogar". Y complacido por su sinceridad y devoción le estrecho entre sus brazos y le dijo: "Amarú no es el sin hogar sino que desde este día el Señor ha hecho de él el hogar de los sin hogar y el asilo de aquellos que carecen de él.
Durante este tiempo, un devoto construyó en Govindval una nueva ciudad para la comunidad Sikh. Guru Angad probó su obediencia, pidiéndole que fuese a ayudar en las obras y dejando por lo tanto la preciosa presencia de su adorado Maestro. Al principio Amar Das tenía que dormir allá pudiendo acudir durante el día al Ashram para recibir el darshan de su Señor, mas luego la prueba se hizo más severa, teniendo que permanecer en servicio continuo. Incluso sufrió una herida en un pie, que le aquejaba grandemente pero Amar Das se alegraba de que el dolor le mantuviera despierto, pues así podía recordar a Dios todo el tiempo.
Después de la muerte de Guru Angad, Amar Das cambió su residencia a la nueva Govindval donde empezó su misión.
El hijo de Angad, Datu, sublevándose contra la voluntad de su padre, se erigió como Guru y con un ejército de fanáticos expulsó a Amar Das de Govindval. Este se retiró a su pueblo natal de Vasarka. Con el tiempo y al ver que nadie le aceptaba, Datu dejó la ciudad santa, después de haberse llevado todo lo que había de valor. Se dice que en el camino de regreso a su casa fue robado y herido gravemente.
Bhai Buddha acudió ante Amar Das y le rogó que volviese. Este perdonó a Datu ya todos sus enemigos y retornó a Govindval.
Guro Amar Das dividió el área en el que el Sikhism había sido propagado en 22 manja o diócesis, cada una de ellas a la tutela de uno de sus devotos predilectos, quienes organizaban los satsang (discursos espirituales) donde se reunían los Sikhs para cantar las glorias del Señor. El también preparó y envió a 4 hombres y 52 mujeres de viaje por todo el país con la misión de revelar el sagrado Conocimiento a quienes lo desearan: dos de ellos fueron a Delhi donde fundaron el primer templo Sikh. Pronto su fama como gran santo se extendió por todas direcciones.
En cierta ocasión, camino de Lahore, el emperador Akbar acudió a verle tratándole con gran reverencia; apreció el simple arroz de la cocina santa como si fuera el más delicado
néctar. Se dice que Akbar donó una gran riqueza en tierras al Guru, que éste a su vez distribuyó entre los pobres.
Tal como Guru Angad había hecho con él, Amar Das probó severamente a su nieto, Jetha, para ver si era digno de ser su sucesor. Al fin dio una gran fiesta en la que anunció su pronta partida de este mundo y proclamó a Jetha el continuador de su misión, cambiando su nombre por el de Ram Das.
Al siguiente día Amar Das dejó su cuerpo. Eran las 10 de la mañana de la luna llena de Bhadron, del 1 de setiembre de 1574.