Todos los personajes, organizaciones e incidentes de esta novela son ficticios. Hay que constatarlo porque, aunque a sus políticos les ha dado por llamarla "país", Trinidad es una pequeña isla, no mayor que Lancashire, y con una población ligeramente inferior a la de Nottingham. La geografía de la isla se ha cambiado en esta novela. Inevitablemente, se consignan fechas, pero no se retrata a ningún cargo público. La huelga que aparece en el capítulo doce no tiene base real.