¡Bienvenidos a casa, papás! (Fáilte go h-Eirinn!)
¡Nos alegra que ya estéis aquí sanos y salvos! Tenemos muchas ganas de oír vuestras aventuras y de ver todas las fotos.
Nos vemos el fin de semana.
Besos,
Rosie y Katie
Queridos Stephanie y Pierre:
¡Enhorabuena por la llegada de vuestra hijita! Tenemos muchas ganas de conocer a la pequeña Sophia. ¡Mientras tanto aquí tenéis unos modelitos para que vaya tan elegante como su mamá!
Besos,
Rosie y Katie
Feliz cumpleaños, Josh. ¡Felices cinco!
Besos,
Rosie y Katie
Hola, Katie:
Gracias por la targeta y el regalo que me iciste por mi cumpleaños. Supongo que mi papa os a contado que Bethinny esta embarazada. Eso significa que voy a tener un hermano o una hermana.
Papá esta triste porque todas las chicas de su vida estan enfadadas con el. Tu mama esta enfadada, mi mama esta enfadada y Bethinny también esta enfadada. Bethinny esta enfadada porque papa no quiere casarse con ella. Bethinny lloro y dijo que papa no la quería y el contesto que tenían que conocerse mas antes de casarse. Bethinny le dijo que ya sabia todo lo que habia que saber sobre ella y que si no se casaba con ella su papa se enfadaría mucho y lo despediría.
Creo que papa debería casarse con ella. Quiero un hermano y a papa le gusta mucho su trabajo. Ya os contare mas cosas a ti y a Toby tan pronto como pueda. Como solo estoy aqui los fines de semana me pierdo lo mejor.
Dile gracias a tu madre por mi regalo.
Josh
P. D.: Bethinny quiere una casa en Martha's Vineyard [5] . Yo no conozco a Martha y no se que le parecera que de repente nos vayamos a vivir a su viñedo, pero papa no parece muy contento con la idea. Creo que odia la uva.
PREMIO PARA EL DOCTOR WILLIAMS
Reginald Williams recibió los más altos honores en la entrega de los Premios Nacionales de Salud celebrada anoche en Boston. El doctor Williams fue nominado tras un exigente proceso de selección que reconoce la labor de quienes más han contribuido al avance de las ciencias médicas y la salud pública.
Este galardón es uno de los más prestigiosos en los campos de la medicina y la salud. El doctor Williams acudió a la ceremonia en compañía de su esposa Miranda, su hija Bethany y el nuevo prometido de ésta, el doctor Alex Stewart, cardiocirujano del St Jude's Hospital de Boston.
Véase el reportaje de Wayne Gillespie en la página 4 del suplemento de Salud.
Tiene un mensaje instantáneo de: ROSIE
Rosie: ¿Querías que me enterara por los periódicos?
Alex: Lo siento, Rosie.
Rosie: ¿Lo sientes? ¿Te prometes y dejas que me entere por los periódicos? ¿Qué demonios está pasando contigo últimamente?
Alex: Rosie, lo único que puedo decir es que lo siento.
Rosie: No entiendo cómo te funciona la cabeza, Alex. Si ni siquiera la amas.
Alex: Te equivocas.
Rosie: Vaya, qué convincente.
Alex: No tengo por qué convencer a nadie.
Rosie: Sólo a ti mismo. Alex, me dijiste que no la amabas. En realidad hace unos meses tenías previsto romper con ella. Caray, me pregunto qué ha sucedido para que cambiaras de parecer tan de improviso.
Alex: Sabes muy bien qué ha sucedido. Resulta que ahora hay un bebé de por medio.
Rosie: Eso son sandeces. El Alex que yo conozco no se casaría con una mujer a quien no ama por el bien del bebé. Es lo peor que puedes hacerle al pobre niño, criarlo en un hogar donde los padres no se aman. ¿Qué sentido tiene? No estás con Sally y las cosas con Josh te van bien. Quizá no sea la situación ideal, todo el mundo quiere una familia feliz, pero no siempre resulta así. Esto es ridículo.
Alex: Sólo ejerzo de padre de Josh los fines de semana. No quiero una nueva versión de lo mismo. No está bien.
Rosie: Lo que no está bien es casarte con alguien a quien no amas.
Alex: Bethany me gusta mucho, tenemos una relación fantástica y nos llevamos bien.
Rosie: Bueno, me alegra que «te lleves bien» con tu futura esposa. Si no meditas esto detenidamente, Bethany se convertirá en otra Sally. Y no creo que quieras otro matrimonio fracasado.
Alex: Este matrimonio no va a fracasar.
Rosie: No, sólo serás desgraciado el resto de tu vida, pero eso es fantástico si sirve para que las malas lenguas no puedan meterse contigo.
Alex: ¿Por qué tendría que seguir tus consejos, Rosie? ¿Qué demonios has hecho en tu vida que te convierta en experta para decirme cómo tengo que vivir la mía? Viviste con un hombre que te engañó durante años y lo perdonaste una y otra vez. ¿Qué sabes tú sobre el matrimonio?
Rosie: Lo suficiente como para no echar a correr por el pasillo de la iglesia con alguien a quien apenas conozco o amo. Sé lo bastante como para que mis decisiones vitales no se vean influidas por mi deseo de dinero, poder y prestigio. Sé lo bastante como para no casarme con un hombre para que un puñado de ricos me sonría y me diga lo estupenda que soy. No me casaría con un hombre para que mi foto saliera en los periódicos y mi nombre en un galardón, ni tampoco para conseguir un estúpido ascenso en el trabajo.
Alex: Mira, Rosie, me das risa. No tienes ni idea de lo que estás diciendo. Es evidente que has pasado demasiado tiempo en tu piso inventando conspiraciones.
Rosie: Por supuesto, no hago otra cosa. Me paso el día sentada en mi piso de protección oficial como la madre soltera pobre y sin estudios que soy mientras tú y tus colegas de Harvard os sentáis en vuestros clubes de caballeros a fumar puros y daros palmaditas en la espalda. Puede que vivamos en mundos muy distintos, Alex Stewart, pero te conozco y estoy harta de ver en qué te has convertido.
Dime, ¿qué habría hecho el bueno de Reginald Williams si se hubiese enterado de que su hija estaba embarazada y que el idiota que era responsable no iba a casarse con ella? ¡Qué vergüenza para la familia! ¡Qué diría la gente!
Pero al menos ahora lleva el anillo en el dedo, tú has conseguido tu ascenso y todos podemos ser felices y comer perdices.
Alex: Resulta que no todo el mundo se desentiende, Rosie. Puede que sea así en tu vida, pero en la mía no.
Rosie: ¡Alex, por Dios! No casarse con Bethany no es «desentenderse». Mientras hagas lo que tienes que hacer por el niño no te estás desentendiendo. ¡Pero no es necesario que te cases con ella!
Alex: Oye, ya estoy harto de todo esto, Rosie, harto de que controles cuanto hago y de tener que darte explicaciones de todo. No eres mi mujer ni mi madre, así que cambia de disco. ¿A santo de qué tengo que tomar decisiones en función de ti? Ya estoy cansado de que te metas conmigo y protestes por las personas que veo y los sitios a los que voy. Puedo tomar decisiones por mi cuenta, ¿sabes? Soy un hombre adulto.
Rosie: ¡Pues por una vez en tu vida compórtate como tal!
Alex: ¿Quién te has creído que eres para insultarme y sermonearme cuando no has hecho nada a derechas en tu vida? Hazme un favor, no te molestes en ponerte en contacto conmigo hasta que tengas algo decente que decir.
Rosie: ¡Muy bien! Aunque me parece que vas a tener que esperar mucho tiempo.
ROSIE se ha desconectado.
Alex: Entonces nada ha cambiado.
Phil: ¿Qué vas a hacer?
Alex: Ya sabes lo que voy a hacer.
Phil: ¿Por qué te casas con ella?
Alex: Ella se llama Bethany.
Phil: ¿Por qué te casas con Bethany?
Alex: Porque la quiero.
Phil: ¿En serio? Lo digo porque la última vez que entraste en el confesionario virtual me dijiste que estabas planeando terminar vuestra relación. ¿Por qué consideras que tienes que hacer esto? ¿Es que su padre te está presionando?
Alex: No, no, no. Nadie me presiona. Quiero hacerlo y punto.
Phil: ¿Por qué?
Alex: ¿Por qué demonios no? ¿Por qué te casaste con Margaret?
Phil: Me casé con Margaret porque amo cada centímetro de esa mujer con todo mi corazón y tengo previsto pasar a su lado el resto de mi vida, en la salud y la enfermedad, hasta que la muerte nos separe. Es mi mejor amiga, tenemos cinco hijos preciosos y aunque a veces consiguen que me suba por las paredes, no podría vivir ni un día sin mi familia. No veo que tengas algo de este estilo con Bethany.
Alex: No todas las relaciones son como la tuya con Margaret.
Phil: No, es verdad, pero la intención debería estar presente al principio. ¿Hubo aquello del silencio con Bethany?
Alex: Déjate de silencios, Phil.
Phil: Eras tú quien estaba obsesionado con eso. Anda, dime, ¿lo hubo?
Alex: No.
Phil: Entonces no deberías casarte con ella.
Alex: Muy bien, pues no lo haré, sólo porque tú lo digas.
Phil: ¿Qué dice Rosie?
Alex: Nada. No me habla.
Phil: ¿Y cómo te sientes?
Alex: Ahora mismo estoy tan enfadado con ella que me importa un bledo lo que piense. Paso de ella. Bethany y su bebé son mi futuro. ¿Puedo salir del confesionario?
Phil: Sí, claro. Reza cinco avemarias y un padrenuestro y que Dios acoja tu maltrecha alma.
Tiene un mensaje instantáneo de: KATIE
Katie: Te veo muy interesado en aprender cómo funciona el aparato reproductor femenino.
Toby: Para nada. Ya lo descubriré por mi cuenta con el método práctico.
Katie: Ja, muy gracioso, pero serás viejo y con el pelo gris antes de que alguien deje que le pongas la mano encima.
Toby: Mi mejor amiga es actriz cómica. Has tomado rollo de ensalada para comer, ¿verdad?
Katie: ¿Porque lo dices?
Toby: Por qué, no porque. Porque veo la lechuga que te cuelga de los aparatos. Bueno, ¿qué querías?
Katie: Bien, no es que te lo merezcas, pero quería decirte que luego voy al dentista por si quieres venir. Puedes hacerle un millón de preguntas sobre todo lo que hace, como siempre, y sacarlo de quicio. Es muy divertido ver cómo se le dispara la vena de la frente al verte.
Toby: Sí, ya lo sé. Lo siento, no puedo ir. Monica viene a mi casa a ver el partido de fútbol.
Katie: Monica, Monica, Monica. Estoy harta de oír hablar de la tonta de Monica Doyle. ¿Y por qué no estoy invitada yo?
Toby: Porque tienes que ir al dentista.
Katie: Sí, pero eso no lo sabías hasta hace un segundo.
Toby: Vale, muy bien. ¿Te apetece ver el partido de fútbol, el deporte que más odias, jugado por los dos equipos que más odias, esta tarde en mi casa?