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Llevo toda la semana buscando trabajo. Mi intención era encontrar algo en un hotel, pero, sorpresa, sorpresa, según parece, como el verano ya ha comenzado, las hordas de estudiantes e inmigrantes más que dispuestos a trabajar por una miseria ya han ocupado todas las vacantes que habría para los próximos meses. De todas formas, el dinero que se gana en esos empleos en realidad no me bastaría para que Katie y yo levantáramos cabeza. Me sumaré al insufrible lamento de la Irlanda del siglo XXI coreando el «todo está muy caro últimamente». Estoy esperando la respuesta del ayuntamiento sobre una vivienda, pero ya he pasado por esto antes y la lista de espera es muy larga.

Por desgracia alguien ha ocupado mi puesto en el Two Lakes Hotel. Brian se ha ofrecido a pagar la manutención de Katie, pero no quiero su dinero. Me las he arreglado sin él hasta ahora y lo último que quiero es su ayuda. Puede darle a Katie todo el dinero de bolsillo que le dicte su corazón, pero yo no voy a pedirle ni a exigirle ni un céntimo.

Comosellame no ha dado señales de vida de un tiempo a esta parte. Ese hombre tiene miedo hasta de su sombra, así que figúrate de mí. La semana pasada presenté la demanda de divorcio. Necesito que salga de mi vida para siempre. Le di mucho amor y suficientes oportunidades, pero me lo tiró todo a la cara. Sería una tonta si siguiera abrigando esperanzas. No es saludable ni para mí ni para Katie. Bailaré desnuda en la calle cuando termine el proceso de divorcio.

¿Te has enterado de que Stephanie está embarazada? Sale de cuentas en noviembre y, como es natural, toda mi familia está entusiasmadísima. Papá y mamá se encuentran estupendamente; siempre preguntan por ti y por Josh, y están disfrutando mucho la jubilación. Ahora andan pensando en vender la casa e irse a vivir al campo, donde la vida es más barata, para poder emplear el dinero que les sobre en viajar por el mundo durante los años que les quedan por delante. Me parece una gran idea. No necesitan para nada todas esas habitaciones vacías (excepto cuando me presento en su puerta con lágrimas en los ojos) y a ninguno de los dos le ata nada a la ciudad. Aunque eso también significa que tengo que apurarme en encontrar empleo para que Katie y yo podamos mudarnos. No me meten prisa, pero me consta que les interesa poner la casa en venta cuanto antes ya que en verano es cuando es más fácil venderla. Entonces seré el único miembro de la familia que viva en Dublín y supongo que me sentiré un poco sola. Kevin está en Kilkenny, Steph en Francia y papá y mamá estarán siempre de viaje. Sólo quedaremos Katie y yo. Y Brian el Llorica.

Mi amiga Ruby va a llevar a su hijo Gary a clases de salsa, lo cual promete ser divertido. Ya conociste a Gary y seguro que estás de acuerdo en que no es la persona más expresiva o emotiva del mundo. Pero es una buena idea, supongo. Katie y yo tendríamos que hacer algo juntas. De vez en cuando se va a pasar el día con su padre, pero nosotras casi nunca salimos solas por ahí. Siempre nos quedamos en casa y acabamos discutiendo. Pensaré algo que pueda gustarle, a lo mejor me la llevo a un concierto.

Cuando vivíamos con Greg yo era la mamá enrollada que acudía en su rescate, pero ahora, con Brian aquí, él es el papá nuevo enrollado que dirige una discoteca de moda y yo soy la mamá aburrida que la obliga a limpiar su habitación. Por descontado, enterarse de que Brian es dueño de una discoteca no ha hecho más que reforzar los deseos de Katie de convertirse en DJ. No sé qué clase de bicho he criado. Cada vez pone la música más alta. Papá y mamá se habían acostumbrado tanto al silencio que ha reinado en la casa en los últimos años que creo que si Katie vuelve a poner la música a todo volumen, papá se volará la tapa de los sesos.

En fin, éstas son mis novedades. Voy pasando los días despacio, tomándolos como vienen y todas esas paparruchadas. Por favor, contesta cuando te llame. Lo único que no sería capaz de soportar en esta tierra sería perder a mi mejor amigo. Aunque sea un hombre.

Con todo mi amor,

Katie

Phil: O sea que estás cabreado porque ahora no se muda a Boston porque el padre de su hija, a quien no ha visto en trece años, ha reaparecido en escena y quiere ocuparse de Katie. ¿Es eso?

Alex: Sí.

Phil: Dios santo. ¿Quién te escribe los guiones?

Querida Rosie:

Perdona, Rosie. Sé que éstas han sido las peores semanas de tu vida y que debería haberme mantenido en contacto contigo. A veces me frustro mucho al ver cómo te va la vida, pero sé que no me corresponde a mí controlarla. Tienes que tomar tus propias decisiones. No estaba enfadado contigo, ni mucho menos. Sólo estaba desilusionado por ti. Quiero verte siempre feliz y sabía que Comosellame no te estaba haciendo feliz. Llevaba años dándome cuenta. Por mal que te sientas ahora, no estar con él es una bendición, aunque no lo parezca. En fin, ya hablaremos de esto por teléfono durante la semana, porque podría pasarme toda la eternidad despotricando contra Comosellame.

Si puedo echarte una mano económicamente, no tienes más que decírmelo, aunque estoy seguro de que ya te has saltado esta línea y estás echando chispas por haberme atrevido a decirlo. En cualquier caso, la oferta sigue en pie. Las cosas me han ido muy bien últimamente. Gracias a las dietas y los estilos de vida del mundo moderno existe una fuerte demanda de cirugía cardiovascular. De acuerdo, eso no ha tenido gracia.

Espero que me digas algo pronto, Amapola, por qué quiero saber si estás bien.

Alex

De: Rosie

Para: Alex

Asunto: Re: Mensajes

Alex Stewart, será PORQUE quieres saber si estoy bien.

De: Alex

Para: Katie

Asunto: Pongámonos al día

Aquí tu querido padrino. Te mando este e-mail para saber cómo estás y para que me cuentes qué tal te van las cosas con tu padre. Dime algo pronto. Hace mucho que no sé de ti y me parece que últimamente las cosas se han torcido un poco. Háblame de tu música también. ¿Todavía quieres ser DJ?

De: Katie

Para: Alex

Asunto: Re: Pongámonos al día

Prdona k te scriba tan rápido sólo pra saludart y decirt k stoy bien, gracias. Tengo prisa xk salgo con papá dentro d nada. Me lleva a concierto en el Point Theatre. Tien emrads gratis xk conoc al grupo. Lo lamento xk mamá ya había comprado entradas por sorpresa para llevarme con ella. Dijo k tendríamos k hacer más cosas juntas. Ya ves. No sé k quiere dcir. Nos vemos cada día. AD+, las entradas d papá son mejores así k me voy con él y mamá va con Ruby. Tienen unos asientos muy xungos en la parte d atrás. Brian es muy enrollado. Me dijo que erais amigos en el cole y k fuiste a su fiesta cuando cumplió diez años y k dio una fiesta d dspdida cuando t fuiste a EEUU. Pero m dijo k tú y mamá dsaparecisteis al cabo d 10 minutos. ¡K groseros!

Mamá se rió cuando se lo recordó. No quiso decirme dónde fuisteis tú y ella. ¿Dónde fuisteis?

Oh, ya está aquí. Tengo que irme.

Katie: Qué guay, ¿verdad, Toby?

Toby: Sí.

Katie: Cuando acabe el colegio podré irme a vivir a Ibiza y trabajar de DJ en su discoteca. Es perfecto. Todo encaja en mi plan.

Toby: ¿Te dijo que podrías trabajar en su discoteca?

Katie: No, pero no se atreverá a decirme que no, ¿no crees?

Toby: No sé. ¿Cómo se llama la discoteca?

Katie: Dyma Nite Club. Es guay, ¿no?

Toby: Sí.

Katie: Tú también puedes venir si quieres.

Toby: Gracias. ¿Te gustaría vivir en Ibiza?

Katie: Para empezar, sí. Primero cojo experiencia en su discoteca y luego puedo viajar por el mundo trabajando en montones de discotecas de distintos países. ¿Te imaginas ganarte la vida poniendo música? Es el paraíso.

Toby: Entonces necesitarás pletinas, ¿verdad?

Katie: Sí. Mi papá dice que me las puede conseguir. Tiene un montón de amigos que son DJ y que pueden conseguir los mejores equipos a mejor precio que en las tiendas. Qué guay, ¿no?

Toby: Sí. Es raro que le llames papá.

Katie: Sí, ya lo sé. Aunque en realidad a él no lo llamo así, sólo cuando hablo con otros. Supongo que esto no es lo más normal. Espero acostumbrarme pronto.

Toby: Sí, me lo imagino. ¿Sabes algo de Greg?

Katie: No. ¿Por qué?

Toby: No se lo digas a tu madre, pero mis padres y yo fuimos a cenar a un chino ayer por la noche y estaba allí con una mujer. Se quedó muy cortado al verme y quiso hacerse el simpático llamándome para que me acercara a su mesa y tal.

Katie: Oh, Dios mío. ¿Qué le dijiste?

Toby: Nada. Hice como que no le veía y pasé de largo.

Katie: Bien hecho. Se lo merece. ¿Se enfadaron tus padres?

Toby: No, mamá me guiñó el ojo y papá fingió que no había visto a Greg.

Katie: ¿Con quién estaba?

Toby: Quién. ¿Mí padre?

Katie: No, idiota. Comosellame.

Toby: Con una rubia. Pero no se lo digas a tu madre. ¿Ya ha encontrado trabajo?

Katie: No, aunque está yendo a entrevistas todos los días. Últimamente está de un humor de perros, va dando portazos por toda la casa como si fuese el Anticristo. El abuelo dice que eso sería más propio de mis trece años. La pobre está que echa chispas.

Toby: ¿Tienes que ir pronto al dentista?

Katie: Sí, el abuelo me lleva mañana. Se me han vuelto a romper los aparatos. ¿Por qué?

Toby: ¿Puedo ir contigo?

Katie: ¿Por qué quieres acompañarme siempre? Tengo la boca en carne viva y el dentista me hace trizas mientras tú estás allí sentado comiendo piruletas.

Toby: Me gusta ir. Apuesto a que esta mañana has tomado cereales para desayunar.

Katie: ¿De qué vas? ¿Es que tienes poderes paranormales?

Toby: No, es que había restos en tus aparatos.

Katie: Búscate la vida, Toby.

Toby: Ya tengo una vida. ¿Puedo acompañarte mañana?

Katie: ¿Por qué te obsesionan tanto los aparatos, bicho raro?

Toby: Son interesantes.

Katie: Ya, casi tan interesantes como este examen de geografía. Anda, dime, ¿cuál es la respuesta de la pregunta 5? ¿La capital de Australia es Sidney?

Toby: Pues claro, Katie.

Estimada Srta. Rosie Dunne:

Nos complace ofrecerle el puesto que nos ha solicitado. Convendría que se incorporara en agosto. Por favor, contéstenos a la mayor brevedad para saber si acepta la oferta y póngase en contacto con Jessica en el número de teléfono que figura a continuación.

Capítulo 34

Tiene un mensaje instantáneo de: RUBY


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