No recuerdo cuándo pasé la Navidad en Dublín por última vez. Pero pronto volveremos a estar juntos, Rosie.
Alex
De: Rosie
Para: Alex
Asunto: Tu visita
¡Fantástica noticia! Me alegra mucho que vengas a casa. ¿Te gustaría alojarte con nosotros o ya has hecho otros planes con tus padres?
De: Alex
Para: Rosie
Asunto: Mi visita
No, no, no quiero molestar a Comosellame. En realidad, no tengo por qué ser tan educado. Odio a tu marido. Así que Josh y yo estaremos en casa de Phil y Maggie y a mis padres les he reservado un hotel. Pero gracias por el ofrecimiento.
De: Rosie
Para: Alex
Asunto: G. R. E. G.
Hmmm… Alex, vas a tener que aprenderte el nombre de mi marido antes de venir para acá. Se llama Greg. G. R. E. G. Intenta recordarlo, por favor.
¿Te he contado que Ruby y yo somos las reinas de la salsa? Compré una primera tanda de clases: fue mi regalo para Ruby cuando cumplió cuarenta años hace unos meses, y lo pasamos tan bien que hemos seguido asistiendo. De hecho, Ruby me ha sorprendido con su talento para el baile, aunque, entre nosotros, estoy hasta la coronilla de hacer siempre de hombre.
Greg se niega a ir a clase conmigo, pero no le importa que le enseñe en nuestro dormitorio cuando Katie está fuera, la puerta cerrada con pestillo y con una silla atrancada, las persianas bajadas y las cortinas corridas. Hasta la tele tiene que estar apagada, no vaya a ser que un actor o un presentador tenga poderes para ver las casas de la gente desde la pantalla. Bueno, la cuestión es hacer juntos algo divertido, pero como en clase siempre me toca hacer de hombre me cuesta bastante hacer de mujer en casa (y nunca se me ha dado muy bien ser la mujer de la casa). Siempre terminamos pisándonos los dedos de los pies, dándonos golpes en las espinillas, decepcionándonos el uno del otro, discutiendo a gritos sobre quién de los dos tenía el pie dónde y dónde tenía que tener el pie alguno de los dos hasta que nos ponemos hechos una furia.
Ahora Ruby ha decidido ir a clase dos veces por semana, pero yo no puedo ir los lunes porque llevo a Katie a entreno de baloncesto. Ruby insiste en que no es tan divertido sin mí porque tiene que bailar con Miss Behave, una drag queen rubia de metro noventa y cinco con tutú y unas piernas larguísimas que está intentando aprender salsa para el espectáculo que da en un club gay.
Lo bueno es que Ruby y yo lo pasamos en grande y que en cuanto termina la clase ya aguardamos con impaciencia la próxima. Ruby está encantada porque ha perdido un poco de peso (gramos más que kilos, según parece). Es genial tener un pasatiempo con el que disfrutas y que te ayuda a afrontar con ganas la semana siguiente en lugar de temer constantemente los días que tienes por delante. Espero que estés teniendo alguna clase de vida privada, Alex, y que no trabajes más de la cuenta. ¿Has tenido alguna cita últimamente?
De: Alex
Para: Rosie
Asunto: ¿Citas?
A lo mejor sí…
Tiene un mensaje instantáneo de: ROSIE
Rosie: Soy toda oídos. ¿Alguien que yo conozca?
Alex: O a lo mejor no…
Rosie: ¡Basta! ¿Quién es la desafortunada? ¿La conozco?
Alex: Puede…
Rosie: Oh, por favor, dime que es cualquiera menos Bethany la Putilla.
Alex: Bueno, más vale que me dé prisa porque tengo que arreglarme para salir. Cuídate, Amapola.
Rosie: ¿Tienes una cita?
Alex: A lo mejor…, aunque…
Rosie: Sí, sí, ya lo pillo, a lo mejor no… Bueno, hagas lo que hagas, disfruta. Pero no demasiado.
Alex: ¡No osaría ni soñarlo!
Tiene un mensaje instantáneo de: ROSIE
Rosie: He estado chateando con Alex hasta hace un segundo.
Ruby: Ah, ¿sí? ¿Ha dicho algo interesante?
Rosie: No. Sólo nos estábamos poniendo un poco al día, ya sabes cómo es eso.
Ruby: Me alegro por los dos. ¿Tenéis planes para esta noche tú y Greg?
Rosie: Tiene una cita, Ruby.
Ruby: ¿Quién? ¿Greg?
Rosie: ¡No! Alex.
Ruby: ¡Ah! ¿Aún estamos hablando de él? ¿Con quién va a salir?
Rosie: No lo sé. No me lo ha querido decir.
Ruby: Bueno, tiene derecho a tener vida privada, ¿no?
Rosie: Sí, supongo que sí.
Ruby: Y es bueno que por fin tenga ánimos de seguir adelante después de que le hayan partido el corazón y de haber pasado un divorcio, ¿no?
Rosie: Sí, supongo que sí.
Ruby: Bien, me alegra que pienses así. Eres una gran amiga, Rosie, siempre quieres lo mejor para Alex.
Rosie: Sí. Sí que lo soy.
Tiene un mensaje instantáneo de: ALEX
Alex: Hola, Phil.
Phil: Hola, Alex.
Alex: ¿Qué estás haciendo?
Phil: Navegar por internet en busca de una tapa de cigüeñal para un Dodge Sedan de 1939. Es un coche raro. Una auténtica belleza. Acabo de encargar un parachoques delantero para el Chevrolet Sedan de 1955. Me lo envían la semana que viene.
Alex: Muy bien.
Phil: ¿Te preocupa algo, Alex?
Alex: No, no.
Phil: Ya. ¿Querías hablarme de algo en concreto?
Alex: No, sólo saber cómo estabas. Quería ponerme al día con mi hermano mayor.
Phil: Muy bien. ¿Qué tal el curro?
Alex: Tengo una cita esta noche.
Phil: ¿En serio? Eso está muy bien.
Alex: Sí, muy bien.
Phil: Me alegra ver que levantas cabeza.
Alex: Sí.
Phil: Salir con alguien hará que dejes de trabajar como un loco.
Alex: Sí.
Phil: ¿Lo sabe Rosie?
Alex: Sí. Estaba chateando con ella antes de conectar contigo.
Phil: Qué casualidad. Dime, ¿cómo ha sido su reacción?
Alex: No gran cosa, la verdad.
Phil: ¿No se ha enfadado?
Alex: No.
Phil: ¿No se ha puesto celosa?
Alex: No.
Phil: ¿No te ha suplicado que no salieras con otras mujeres?
Alex: No.
Phil: Entonces todo va bien, ¿no? Demuestra que es una buena amiga. Alguien que quiere que salgas adelante, que conozcas gente nueva y que seas feliz.
Alex: Sí. Eso es bueno. Es bueno tener una amiga así.
Aries
Sigues bajo la poderosa influencia de Neptuno, el planeta que hace realidad tus sueños más románticos…
Tiene un mensaje instantáneo de: ROSIE
Rosie: Tienes razón, Ruby, el horóscopo no es más que basura.
Ruby: ¡Ánimo!
Para Rosie, Katie y Greg:
Estais invitados a mi fiesta de cumpleaños el 18 de noviembre. ¡Cumplo 4! Va a aber un mago. Sabe sacar animales de los glovos. Os dará un animal de recuerdo.
Mi fiesta empieza a las 11 de la mañana y habrá montones de golosinas y luego os podréis ir a casa con vuestros papás y mamás.
Gracias.
Besos,
Josh
Tiene un mensaje instantáneo de: KATIE
Katie: Parezco una mema.
Toby: No pareces ninguna mema.
Katie: Ni siquiera sabes qué aspecto tiene una mema.
Toby: ¿Y qué aspecto tiene?
Katie: El mío. Parezco una especie de ser humano del futuro medio persona medio robot.
Toby: No es verdad.
Katie: Oh, Dios mío, todo el mundo me está mirando.
Toby: Katie, estamos sentados en la última fila de la clase. Todos los que están dentro de esta habitación nos están dando la espalda. No pueden estar mirándote a no ser que tengan ojos en el cogote.
Katie: Mi madre los tiene.
Toby: Oye, sólo son aparatos, Katie. No es el fin del mundo. Además, sé cómo te sientes. Cuando me pusieron las gafas también pensaba que todo el mundo me miraba.
Katie: Eso es porque te miraban.
Toby: Vaya. ¿Puedes hacerme un favor?
Katie. ¿Cuál?
Toby: Vuelve a decir salchichas sabrosas.
Katie: ¡TOBY! Eso no tiene gracia. Dijiste que no te burlarías. Voy a llevar estas odiosas vías de tren durante años y no es culpa mía que me hagan cecear. No me las podré quitar ni para las fotos de mi cumpleaños la semana que viene.
Toby: Qué horror.
Katie: Cumpliré trece años. Cuando sea mayor no quiero verme en fotografías como la que lleva dos pedazos gigantescos de metal en la boca. Además, todo el mundo va a ir a la fiesta, gente que no veo desde hace siglos, y quiero estar guapa.
Toby: A ver si lo adivino, para estar guapa volverás a vestirte de negro.
Katie: Sí.
Toby: Eres una morbosa.
Katie: No, Toby, soy sofisticada. El negro queda bien con mi pelo. Lo pone en mis revistas. Pero tú puedes llevar tus pantalones cortos raídos y una camiseta vieja, si quieres. No vamos a cambiar una costumbre de toda la vida.
Toby: Es lo que mis revistas dicen que me ponga.
Katie: No, sé muy bien qué te dicen que debes hacer tus sucias revistas y no tiene nada que ver con vestirse. Más bien con desnudarse.
Toby: Pero estoy invitado igualmente.
Katie: Puede. Aunque a lo mejor no…
Toby: Katie, pienso ir tanto si me invitas como si no. No voy a perderme tu cumpleaños sólo porque estés de mal humor. Me muero por ver cómo se te mete el pastel de cumpleaños en los aparatos, te rezuma entre los dientes y acaba saliendo disparado contra la cara de la gente cuando hables.
Katie: Lo que faltaba. Pues me aseguraré de hablar mucho contigo.
Toby: Bueno, ¿y quién va a ir?
Katie: Alex, la tía Steph, Pierre y Jean-Louis, la abuela y el abuelo, Teddy, Ruby y su hijo, ese bicho raro que nunca habla, mamá, por supuesto, y unas cuantas chicas de baloncesto.
Toby: ¡Yupi! ¿Y tu tío Kevin?
Katie: ¿Acaso viene alguna vez a algo? Sigue trabajando en ese hotel tan pijo de Kilkenny. Dijo que sentía mucho no poder venir, pero me envió una tarjeta con un billete de diez.
Toby: Bueno, al fin y al cabo eso es lo que cuenta. ¿Y qué pasa con Greg?
Katie: No, se va a trabajar a Estados Unidos una semana. Me dio trece euros. Uno por cada año.
Toby: Qué enrollado. Vas a ser rica. Mejor que tenga trabajo, es horrible cuando él y Alex están en la misma habitación. Me dejan flipado.
Katie: Ya. Y peor aún si mamá también está, porque entonces se pasa todo el rato yendo de uno al otro como si fuera el árbitro de un combate de boxeo.
Toby: Alex le daría a Greg una patada en el culo si estuvieran en un combate de boxeo.
Katie: Desde luego. Y mamá les daría una patada en el culo a los dos si se atrevieran a pelear. Al menos ahora podré ponerme el guardapelo que me regaló Alex sin que Greg me mire como si quisiera arrancármelo.