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A las seis ya había oscurecido del todo. Aunque Patrón había dormido durante horas del día y había cenado en la cama, Bailarina lo instó a que siguiera acostado por el momento. La charla que mantendrían todos quedaba, pues, para después de las siete. Los jóvenes encendieron la chimenea y dispusieron ante ella una butaca para Patrón, en tanto que, para sentarse ellos a escucharle, extendieron sobre el suelo una estera con una manta eléctrica debajo. Les pareció más oportuno no situarse ellos frente a Patrón, sino que éste pudiera ver el fuego mientras hablaba, y que ellos igualmente pudieran mirar la leña ardiendo en tanto prestaban atención a sus palabras. Había madera procedente de los pinos, abedules y cerezos silvestres que el tifón había derribado; algunos de esos troncos habían sido cortados como grandes leños de hasta dos metros de largo, y luego apilados. Ikúo fue cortándolos con una sierra para que pudieran caber los trozos en la chimenea; pero al no encontrar un hacha, la leña conservaba la anchura y redondez de los troncos.

– Por lo visto Guiador ha aconsejado a Ikúo que procure consultarme sus cosas directamente -empezó diciendo Patrón-, y además me llamó luego por teléfono desde el anexo para ponerme al tanto de ello. El hecho de que no haya venido al edificio de la oficina para hablarme directamente del tema, lo interpreto como una señal de que él se está guardando de algo. También el profesor Kizu me ha comunicado por carta lo que hay en el tras-fondo de las cuestiones de Ikúo. Se ve que tus motivos para acercarte a Guiador y a mí, Ikúo, se arraigan en un deseo que tenías desde tu infancia y que te ha condicionado para todo. Según me dice el profesor Kizu, él ha venido advirtiendo que eres un joven que oculta algo muy especial dentro. Si con ocasión de hablar conmigo todo eso aflorara a la superficie, me dice él en su carta que está dispuesto a ayudar para llevar ese proceso a su culmen.

"Tengo entendido, pues, que tú, Ikúo, eres una persona muy especial para el profesor Kizu. Pero también hay que considerar lo que Bailarina viene diciendo de que mis respuestas no son sólo para ti, sino que también encierran un mensaje para ella misma y para Ogi; en resumidas cuentas, que están directamente relacionadas con nuestro movimiento tal como se plantea a partir de ahora. No obstante, en el caso de Guiador surge otro tema problemático. Guiador está por ti, Ikúo, con todas esas difíciles preguntas que llevas contigo, y es por eso por lo que se sitúa a tu lado para aconsejarte. Pues bien, seguro que hay algo más que eso; al menos desde el punto de vista de alguien que lo conoce tan bien como yo.

"Dicho de otro modo: que Guiador, por medio de ti, Ikúo, me estaría haciendo la siguiente propuesta, ¿no es cierto?: "Desde hace tiempo Dios ha dirigido su llamada a este joven. Procura actuar como mediador a favor de dicho joven para que esa llamada de Dios sea una realidad viva ahora." De esta manera me está él lanzando un reto. Y a una con eso, me propone que aquella importante misión que no pudimos cumplir bien entonces la reemprendamos de nuevo. Sobre cómo acometer la empresa, todo lo deja en mis manos. Según me dice el profesor Kizu en su carta, ese Dios que se te aparecía, Ikúo, te dirigía esta llamada: "Hazlo." Y entonces tú, concentrando todas tus energías, te ponías a la escucha, esperando la siguiente voz de Dios que te dijera "qué" debías hacer. ¡Y aún eras un niño! Sin embargo, esa espera fue en vano.

"Todo esto guarda semejanza con lo que ocurrió antes del Salto Mortal, cuando Guiador creó la facción radical, y luego quiso que yo hiciera de mediador entre ésta y Dios. Hacia el tiempo en que nuestro grupo religioso se consolidaba sobre su base, y entraba en su período de desarrollo, Guiador reunió un grupo de jóvenes selectos, y les procuró un lugar adecuado para que libremente pudieran investigar. Es decir, que estaba formando con ellos su guardia de corps. Y ahora, ¿no tiene esto todo el aspecto de que Guiador, en el lugar que ocupaba aquella secta de jóvenes, pretende ponerte a ti, Ikúo, para formarte como un creyente de lo más sólido? ¿Y no querrá así enmendar el efecto de aquella remodelación que tuvo lugar a raíz del Salto Mortal? De ser así, ¿qué diferencia fundamental piensa él que hay entre entonces y ahora, entre la facción radical de Izu por una parte, e Ikúo por otra? Eso me gustaría saber.

"Antes, las conversaciones más sustanciales que yo mantenía con él se realizaban al tratar yo de hacerle captar las visiones por las que había pasado en mis grandes trances. Ahora, cuando al cabo de diez años estaba yo para entrar en un gran trance, he tenido que regresar sin que se cumpliera. Ciertamente, Guiador no deja de decirme que eso es un estadio preliminar para grandes trances en un futuro próximo…

"Yo mismo, aunque no sepa todavía qué forma tomará el nuevo movimiento, de todos modos me he puesto en marcha hacia él. Para cooperar con eso me es necesaria la ayuda de Guiador, por supuesto, pero también la de vosotros, los jóvenes. Precisamente esta preocupación mía es la que me ha movido a reuniros aquí, para responder a la solicitud de Ikúo, en compañía de Bailarina y Ogi. Quisiera empezár-por contaros, jóvenes, qué planes hicimos Guiador y yo en aquellos tiempos, y cómo se produjo nuestro Salto Mortal. También, qué predicación solía yo dar a los fieles hasta que, a raíz del Salto Mortal, abandonamos ambos el movimiento. Por decirlo brevemente, mi deseo era llenar el mundo de personas arrepentidas; y eso, como único medio viable para hacer que la vida se restablezca sobre nuestro planeta. Y por medio de las visiones recibidas en mis grandes trances, he tenido acceso a las tácticas adecuadas para ello. La facción que Guiador formara estableció el plan estratégico, mediante el cual se podía atraer a la gente hacia nuestro movimiento; hasta que cualquiera se viese forzado a reconocer que allí mismo estaba ese final al que la humanidad se iba ya a precipitar. También yo a mi vez encaminaba al grupo religioso en esa dirección. Ésa era la verdad. Las personas con visión del fin del mundo y del fin de los tiempos atraen de hecho una crisis para un futuro cercano, que es como una ocasión productiva de arrepentimiento. Tales personas existen, como yo decía en mis sermones. De ahí se alzó, destacándose sin más, la facción creada por Guiador. Su objetivo era ocasionar una crisis que obligaría inmediatamente a todo el mundo al arrepentimiento. Ellos se propusieron tener preparados tanto los métodos conducentes a ello, como el comando ejecutivo para llevarlo a la práctica.

"Hasta que la joven secta de elegidos llegó a constituirse ideológicamente en el centro investigador de Izu, Guiador y yo caminábamos en armonía y sincronizados, creo yo. Si el cuerpo de creyentes del grupo religioso captaba unánimemente la ideología de la secta de Izu, y el comando ejecutivo encargado de desencadenar la crisis se desarrollaba creciendo a gran escala, hasta el punto de poder demoler de hecho una ciudad entera, entonces mis sermones que predecían la crisis cobrarían una fuerza muy real. No era sólo Guiador quien creía esto; yo también lo creía.

"E1 motivo por el que yo predicaba sobre el fin del mundo y el fin de los tiempos, dando sentido de realidad a mis visiones, era procurar que la gente que vive en este planeta tenga el valor de plantarle cara a la crisis, mientras aún disponen ellos de la energía necesaria para revivir entre unas ruinas que ya aparecen. Ése era el motivo. ¿A qué conduciría un arrepentimiento masivo de la humanidad, si ésta ya estaba en decadencia y carecía del valor y la energía para resurgir? Tal era mi doctrina, y de ahí tenían que brotar las órdenes para la actuación que nuestra iglesia estaba a punto de acometer…

"Esto es un sermón", se dijo Ogi mientras oía hablar a Patrón; la impresión que le hacía aquel discurso, sin contar la que igualmente les haría a Ikúo y a Bailarina, era la de sentirlo como incoherente, en medio del acoso emocional que transmitía. Incluso llegó a sentir ganas de interrumpir a Patrón a medio camino para mostrarle su disconformidad:

"Yo no soy creyente. Sólo soy un oficinista." En la nueva andadura de Patrón, Ogi había estado colaborando con él, y eso quedaba fuera de toda duda. Pero… ¿cómo vería Bailarina todo ello? Estando él en tales pensamientos, Bailarina interrumpió bruscamente a Patrón, aunque lo que ella dijo no venía a colmar las expectativas de Ogi:

– Eso ya lo hemos oído, tanto Ogi como yo, de boca de Guiador. Nos dio una charla muy detallada sobre el fin del mundo y el fin de los tiempos según Patrón lo veía en sus grandes visiones, ¿no es cierto?

Ogi, al verse inesperadamente urgido a confirmar aquellas palabras, asintió con un gesto, pero se sintió muy desazonado, al pensar cómo tomaría Patrón el hecho de su asentimiento.

– Todos nosotros, asimismo, leemos los artículos de opinión de los periódicos sobre la superpoblación, la escasez de recursos, la destrucción del medio ambiente…, pero la charla de Guiador en verdad nos llegó muy hondo, con sus nítidas imágenes.

"A1 mismo tiempo, era algo duro de sobrellevar. Patrón era quien contemplaba la profunda visión en vivo, y luego la relataba tal cual, usando excesivas palabras, como si fuera a saltar por los aires; y Guiador, mientras ponía eso en orden usando palabras y giros familiares para nosotros, se debatía con la inquietud de si estaría acertando o no; según él mismo nos contó.

– Más bien que decir que yo "he visto" visiones, habría que hablar de que "me asaltan" esas visiones -precisó Patrón-, y la cuestión es cómo transmitirlas con el lenguaje de aquí abajo. Para ponerlas con ilación lógica en palabras de acá, yo no podría dar ni un paso sin la colaboración de Guiador. Creo que el contenido de mis grandes visiones, considerado a nivel de su expresión mediante palabras, lo conoce Guiador mejor aún que yo.

– Pero tú, Patrón, tenías que ser quien estableciera el proyecto fundamental de la iglesia. Así lo veo yo -dijo Bailarina-. Por otra parte, es algo que le he oído decir a Guiador: el intento de traducir las terribles visiones que ha venido contemplando Patrón a palabras "de acá", y a palabras de hoy, es seguramente un esfuerzo en vano. Desde luego, así nos lo ha dicho, ¿verdad?

"La humanidad, por lo que toca a su futuro, se encuentra en un callejón sin salida y mirando a la pared que tiene-enfrente; y no se trata sólo de que a nadie se le ocurre un plan para escalar esa pared; es que ni siquiera hay conciencia de esa crisis en que están todos metidos. Sea como fuere, el ser humano está especialmente dotado para demorar el reconocimiento de sus crisis. La labor irrenunciable de una iglesia es poner ante los ojos de la gente el fin del mundo y el fin de los tiempos, y acercarles esa situación para hacérsela ver bien. ¿Cómo lograr eso? No hay otro medio que presentarles un modelo real de ese panorama de crisis, para urgirles el arrepentimiento. La táctica de la facción radical de Izu fue llevar a la realidad concreta su ideal estratégico, hasta las últimas consecuencias. Así nos lo contó Guiador. Es lo mismo que ahora nos estás diciendo, Patrón. Pero yo quería insistir en que los dos estabais de acuerdo por aquellas fechas.

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