Alex: Rosie, esta noche ha aparecido un sobre marrón en la mesa de tu cocina con 5.000 € dentro. A no ser que el cartero tenga la llave del piso me parece que cabe suponer que ha sido cosa de ellos.
Rosie: ¿Y qué voy a decirle a la policía?
Alex: ¿No vas a quedarte el dinero?
Rosie: Alex, tengo una hija de trece años, no creo que ocultar información sobre un atraco a un banco (además de parte del botín) sea precisamente lo más sensato que puedo hacer. Además, tanto si lo crees como si no, tengo conciencia.
Alex: Bien, normalmente estaría de acuerdo con la teoría de decir la verdad y acatar las reglas, pero en este caso creo que deberías mantener la boca cerrada. Para empezar, esos tipos saben que eres la única persona que sabe algo sobre el asunto, saben dónde vives y pueden entrar en tu casa en plena noche sin que se enteren los vecinos ni nadie de los que están dentro. No creo que te dieran ese dinero como un regalo para que empieces con buen pie tu nueva vida, no les pega hacer algo así.
Rosie: ¡Dios mío, tengo escalofríos! Esto es una locura, parece una película. ¿Y no puedo decirle nada a la policía?
Alex: ¿Quieres morir?
Rosie: Sí, con el tiempo.
Alex: Rosie, lo digo en serio. Guarda el dinero y no digas nada. Dalo a beneficencia o algo por el estilo, si te hace sentir mejor. Puedes hacer un donativo a la Fundación Reginald Williams para Enfermedades de Corazón, si quieres.
Rosie: Náuseas, náuseas, vómitos, vómitos. No, gracias. Pero lo de la beneficencia no es mala idea. Lo pensaré.
Alex: ¿A qué institución piensas dárselo?
Rosie: A la Fundación Rosie Dunne para Mujeres que llevan siglos sin ver a sus Amigos Íntimos de América.
Alex: Una idea excelente. Seguro que la pobre mujer carente de recursos estará encantada con tu donativo. ¿Cuándo calculas que ella y su hija visitarán a su amigo médico?
Rosie: Ya les he reservado un vuelo para el viernes de la semana que viene. Aterrizan a las nueve de la mañana y se quedarán quince días. Tienes razón; dar me hace sentir una persona mucho mejor.
Alex: ¡Ja! Lo tenías todo planeado. Iré a recogeros.
Rosie: Bien. Por cierto, todavía no me has dicho nada sobre mi trabajo.
Alex: ¿Trabajo? ¿Tienes trabajo? ¿Desde cuándo? ¿Dónde? ¿Qué vas a hacer?
Rosie: Alex, sólo he dejado aproximadamente 22.496 mensajes en tu contestador automático explicándotelo. ¿Es que no los escuchas?
Alex: Perdona. ¿Dónde vas a trabajar?
Rosie: Promete que no te reirás.
Alex: Prometido.
Rosie: En agosto comienzo como secretaria en la Escuela Primaria San Patricio.
Alex: ¿Vas a volver… allí? Espera un momento…, ¡eso significa que vas a trabajar con la señorita Narizotas Malaliento Casey! ¿Por qué?
Rosie: Porque necesito el dinero.
Alex: ¿No preferirías morir de hambre? ¿Por qué diantre te ha contratado?
Rosie: Yo me pregunto lo mismo.
Alex: Ja, ja, ja, ja, ja.
Rosie: Has dicho que no te reirías.
Alex: Ja, ja, ja, ja, ja.
Rosie: ¡Lo has prometido!
Alex: Ja, ja, ja, ja, ja.
Rosie: Vete a la mierda.
ROSIE se ha desconectado.
Queridas Rosie y Katie:
¡Saludos desde Aruba!
¡Lo estamos pasando de fábula en este paraíso!
Esperamos que todo vaya bien.
Besos,
Mamá y papá
Tiene un mensaje instantáneo de: RUBY
Ruby: ¡Atención, Irlanda, que venimos!
Rosie: ¿Quién viene?
Ruby: Gary y Ruby Minelli.
Rosie: ¡Veo que conservas el nombre! ¿Qué se proponen ahora Gary y Ruby Minelli?
Ruby: Sí, conservamos el nombre y a Gary no le importa porque así va de incógnito y ninguno de sus colegas del curro ni sus amigos lo reconocerán. Los Campeonatos de Baile de Salsa de Irlanda se celebran dentro de unos meses. Participa una pareja de cada condado y los ganadores se convierten en campeones de Irlanda, luego viene el Campeonato Europeo y finalmente el Campeonato Mundial.
Rosie: ¡¿Así que vais a por la dominación absoluta del mundo?!
Ruby: Bueno, del mundo no, pero Gary y yo estamos decididos a conquistar Irlanda.
Rosie: ¿Y qué dice Teddy?
Ruby: No sabe nada y mejor que siga así. Además, aún no hemos pasado la canícula dublinesa, de modo que no tiene sentido sembrar el caos y provocar asesinatos sangrientos hasta que estemos en una fase más avanzada de la competición. Será dentro de unas semanas. ¿Irás a vernos?
Rosie: ¡Me ofende que tengas que preguntarlo!
Ruby: Gracias.
De: Stephanie
Para: Rosie
Asunto: Visita
Espero que estés bien. Te estás enfrentando a todo lo que ha sucedido con tantas tablas que estoy muy orgullosa de ti. Me consta que has pasado momentos difíciles y con esto de vivir tan lejos a veces tengo la impresión de no haber estado a tu lado para apoyarte como merecías. Si te va bien, me encantaría ir a visitarte. Me quedaría una semana o así. Con papá y mamá dando vueltas por el mundo, los demás no nos vemos tanto como deberíamos, por desgracia, y sin duda debes de sentirte muy sola. A lo mejor podríamos ir a ver a Kevin a Kilkenny. No sé cuánto hace que no estamos los tres en una misma habitación. (No te preocupes, no iremos al hotel. ¡Si quieres nos plantamos delante y lanzamos huevos contra las ventanas!)
Si quieres que te sea sincera, yo también necesito un respiro. Jean-Louis es demasiado para mí en estos momentos. Es energía en estado puro y yo simplemente no, así que Pierre librará una semana del restaurante y se ocupará de él para que yo pueda ir a verte.
Además sé que estás viviendo en casa de Brian, de modo que dormiré en casa de una amiga. ¡No quisiera molestar a la feliz familia! No le veo desde el día de ese baile del colegio, cuando se presentó en casa con su esmoquin azul marino (coincido contigo en que era azul marino y no negro). Será interesante ver cómo ha cambiado en todo este tiempo y seguro que yo también le daré que pensar. Si tienes otros planes, no pasa nada, me lo dices y ya está.
De: Rosie
Para: Stephanie
Asunto: Re: Visita
Estoy encantada de que vengas. La semana próxima me viene de perlas; en realidad no podría ser más perfecto. Verás, los padres de Brian el Llorica han regresado de las entrañas del infierno (y se quejan constantemente del frío que hace aquí pese a que estamos en pleno verano y todo el mundo lleva pantalón corto. Cada vez que abro la ventana se ponen a temblar y se tapan con una manta. Claro, no es a lo que están acostumbrados en su villa privada, que no es más que un apartamento de un dormitorio en Santa Ponsa). De todos modos lo más traumático es que se han instalado en el piso de Brian en un intento desesperado por conocernos mejor a mí y a su «nieta». Lo que ocurre es que como está de vacaciones, Katie se pasa el día en la calle haciendo de las suyas con Toby y no le apetece lo más mínimo encerrarse en casa con dos temblorosos y apergaminados quejicas.
El piso está más lleno que nunca con ellos aquí y a mí me da claustrofobia. Para que te hagas una idea, estoy que me muero de ganas de empezar a trabajar para poder salir de casa. Toby es muy divertido: no para de decirnos a mí y a Katie que seamos amables con ellos para que nos dejen usar el apartamento siempre que queramos. Así que Katie y él cada mañana les preparan dos tazas de té y se las llevan a la cama. Ya sé que el chico sólo tiene trece años, pero no le falta razón, de modo que ahora colaboro poniendo unas galletas en los platitos.
Como ves, querida hermana, no podrías venir en mejor momento. Es una idea genial y será mi tabla de salvación. ¡Además te añoro mucho! Al menos pasaré unos fantásticos días de verano antes de ponerme a trabajar en el infierno.
De: Rosie
Para: Kevin
Asunto: Viene Steph
Steph viene de Francia a pasar una semana. ¿Qué día libras? Nos gustaría ir a verte. Podríamos ir a comer por ahí o algo así. Hace mucho que no lo hacemos.
De: Kevin
Para: Rosie
Asunto: Re: Viene Steph
Me parece un buen plan. Creo que no hemos estado juntos en la misma habitación desde que papá y mamá nos obligaban a bañarnos a la vez. Libro los martes. ¿Por qué no os venís el lunes y os invito a cenar?
De: Rosie
Para: Kevin
Asunto: Re: Re: Viene Steph
Cenar fuera apetece siempre y cuando no sea en el hotel. Saber que Comosellame estuvo ahí con ella hace que se me hayan quitado las ganas de entrar en ese hotel para siempre. Stephanie tuvo la idea maravillosamente juvenil de lanzar huevos contra las ventanas para liberar la rabia. Haz acopio de huevos, querido hermano. Nos vemos el lunes.
Factura n. °: KIL000321
Referencia: 6444421
Importe factura
Importe por daños causados a las ventanas
del comedor del hotel Kilkenny Two Lakes: 6.232,00€
IVA 21% 1.308,72€
Total 7.540,72€
Nota para mí misma:
Siempre hay que comprobar que los huevos no estén duros antes de arrojarlos.
De: Rosie
Para: Alex
Asunto: Vuelo
Mi vuelo aterriza a las nueve de la mañana. ¡No te olvides!
¡Hola desde Barbados!
¡Nos estamos divirtiendo de lo lindo! El clima es fantástico y hemos conocido a un montón de gente encantadora.
Besos, Papá y mamá
Tiene un mensaje instantáneo de ROSIE
Rosie: ¡Ya he vueeeelto!
Ruby: ¡Así que has decidido volver a casa! Me sorprende.
Rosie: Bueno, faltó poco para que no volviera. De no haber sido por Brian el Llorica y sus padres, que quieren ser mis nuevos mejores amigos y arruinar todos mis planes…
Ruby: Qué lata, tener que pensar en los demás. ¿Qué tal te fue?
Rosie: Sencillamente genial. No puedo decir otra cosa. Pura dicha.
Ruby: ¿Os entendisteis bien?
Rosie: Mejor que de costumbre.
Ruby: Le…
Rosie: ¡No!
Ruby: Le dijiste que…
Rosie: ¡No! ¿Cómo quieres que lo hiciera? No tiene sentido. Si lo hiciera, lo perdería como amigo para siempre y entonces todo habría sido una pérdida de tiempo. Nunca me ha insinuado que alguna vez haya sentido algo así por mí; recuerda que fui yo quien le besó la última vez. Bastante vergüenza pasé entonces, no quiero ni pensar en repetir una situación semejante. Además, ya está con alguien y aunque sea Bethany la Putilla, no me vi con arrestos para hacerlo. Tuvimos una larga conversación sobre ella, encima. Una noche me llevó a cenar a un restaurante italiano precioso que tenía unos murales increíbles de edificios venecianos pintados en las paredes. El restaurante tenía dos niveles, las mesas ocupaban pequeños reservados y para llegar hasta ellas tenías que pasar por debajo de puentes y arcadas. Se suponía que debía darte vibraciones como de paseo en góndola. De fondo se oía agua correr, lo cual resultaba muy relajante, aunque me hizo ir al baño unas diez veces. El restaurante estaba iluminado exclusivamente por velas sujetas en grandes candelabros de aspecto gótico -una pesadilla de cara al seguro, digo yo, pero muy romántico-. Creo que me llevó allí para hablar de Bethany la Putilla y explicarme la situación.