– Los hombres son unos bestias, señorita Betty Boop, y también unos holgazanes, los hombres son necesarios, ya lo sé, ¡claro que son necesarios!, pero valen para poco porque están siempre distraídos, yo para librarme de mi Perico aprendí a conducir, así voy con la furgoneta a alguna romería o a ver a mi hermana Carmiña en Mabegondo o a mi hermana Miluca en Irixoa, mi hermana Miluca está muy bien casada en Irixoa. Mire, señorita Betty Boop, nosotros todo lo que tenemos ahorrado es gracias a mi trabajo porque mi hombre es un vago y más un zángano, ¡si lo sabré yo!, mi Perico es como el zángano de la colmena, yo ya no tengo tiempo de buscarme otro y además tampoco me atrevería porque más vale malo conocido que bueno por conocer, mi Perico se pasa el tiempo hablando con los obreros de la autopista y tomando aguardiente, el pobre Curriño me salió mongólico porque su padre estaba borracho cuando me lo hizo, lo recuerdo bien, fue en la romería dos Caneiros de 1961.
Robert Taylor fallece a los cincuenta y siete años de edad a consecuencia de un cáncer, el periódico dice que logró la fama junto a otras legendarias figuras de Hollywood, Clark Gable, Greta Garbo, Cary Grant, Jean Harlow, Gary Cooper, Joan Crawford, a lo mejor hay alguna letra cambiada en estos nombres porque los tomé al oído, el gobernador de California, Ronald Reagan, pronunciará un discurso con motivo de los funerales. Vida íntima de la mujer, por el padre Ureta y el padre Bueno, con revisión religiosa, 165 pesetas más 7 pesetas de gastos de envío. La mujer a través de sus más variados e íntimos aspectos. Consejos para la mujer y el matrimonio.
– ¿Te acuerdas de lo que dijo doña Leocadia cuando murió tu tía Marianita?
– No, la verdad es que no.
– Ni yo tampoco y lo siento porque era algo muy chistoso, era como un juego de palabras.
– Sí, pero no puedo acordarme.
Betty Boop estuvo cinco semanas en Visantoña y volvió muy repuesta, de buen color y algo más gorda. Betty Boop disfrutó mucho con las comidas de Xeliña, carne asada, callos con garbanzos, empanada de bacalao con pasas, empanada de raxo, merluza frita o a la gallega, calamares en su tinta, chicharrones, menestra, ¡qué sé yo! Curriño se hizo muy amigo de Betty Boop, Curriño se encariñaba con la gente y era muy agradecido, Curriño y Betty Boop pasean juntos, cogen moras y uvas y hablan mucho los dos, hablan de todo y a veces hasta riñen y se enfadan, entonces Curriño se venga haciendo cosas que se figura que le dan rabia a Betty Boop, lo gracioso es que acierta, se pone a cuatro patas y ladra como un perro, también levanta una pata y finge que va a hacer pipí, se arrodilla para lamer el suelo con su enorme lengua, come moscas o sólo las mastica y después se las escupe a Betty Boop en el vestido, coge los cagajones de las caballerías con la mano y así sucesivamente. Un día se perdió Curriño y todos se asustaron mucho porque no aparecía por ningún lado, se echaron al monte a buscarlo, recorrieron lo menos una legua de autopista para arriba y otra para abajo, bucearon la presa del molino, dieron aviso a la guardia civil, el cura mandó tocar la campana llamando a rebato, pero a Curriño no lo encontraban por ningún lado, al cabo de tres horas, quizá más, su hermana Uxia entró en el cuarto de baño y se lo topó dándose un baño, la espuma llegaba hasta el techo, a Curriño le gustaba mucho la televisión, la noche anterior había estado viendo una película en la que Liz Taylor aparecía en una bañera llena de pompas de jabón y él no quiso ser menos, a poco más se ahoga.
Clara llamaba Fifí a Javier Perillo, da pena tener que hablar así de las muertas, pero esto no es falta de respeto sino culto a la verdad, a Lucas Muñoz le gustaba mucho decir frases en latín, Deum et animam scire cupio, niltilne plus? Nihil omnino, san Agustín, perdón, me equivoqué, Noli foras ire, in te rede, in interiore hominis habitat veritas, también san Agustín, es cierto que Clara está muerta y enterrada, es cierto que se acostaba con Javier Perillo y le llamaba Fifí, es cierto que le gustaba verle orinar, él a veces no podía porque se le empinaba, es cierto que le gustaba bañarlo con parsimonia y delicadeza, es cierto que jamás me permitiría faltarle al respeto ni a ella ni a ningún otro difunto, es cierto que no salgo fuera de mí, que vuelvo a mí, que en mi interior habita mi verdad y así lo declaro con orgullo, no me parecería digno ser crucificada en la cruz de San Andrés con la mentira anidando en mi corazón, mi marido me dijo cuando veníamos hacia el patíbulo: jamás volveremos a recorrer este sendero ni tú ni yo, pero poco me importa porque llevo ya demasiado tiempo, desde que me retiré de la política, sentado a la puerta de mi tienda y viendo pasar cadáveres de líricos menesterosos, exiliados profesionales y parásitos presupuestarios y la experiencia empieza a serme aburrida, pido a los dioses que cierren ya la espita de tanta bienaventuranza.
Aquella breve temporada en Visantoña le sentó de maravilla a Betty Boop, Xeliña la llevó a la romería del Espíritu Santo, tomaron pulpo y rosquillas y bebieron ribeiro tinto, un vino que dejaba la taza y la lengua de color morado, también bailaron el suelto y cantaron rianxeiras y no se acostaron con ningún hombre, ni se revolcaron siquiera con ningún forastero, porque tuvieron vergüenza la una de la otra, mozos que las rondaran no faltaron. Lucas Muñoz sabía más que nadie, eso ni se pone en duda, pero ante las mujeres siempre se cohíbe un poco, salta a la vista.
– ¿Pero estaba Lucas Muñoz en la romería del Espíritu Santo?
– No, mujer, no hubiera pegado nada.
Guillermina es amiga de las hermanas Tomasa y Rita, hermanas gemelas, y suele confundirlas, eso le pasa a casi todo el mundo, no se tratan siempre de usted pero sí casi siempre, a lo mejor algún día rompen a tutearse, Guillermina es procurador de los tribunales, ella dice procurador pero lo más seguro es que sea procuradora, las malas lenguas dicen que le gustan las mujeres, por los andares lo parece pero eso a mí no me importa, Guillermina me regaló tres rollos de papel de retrete marca La Condesita, es el mejor sin duda, pero ahora anda muy escaso, es más fácil escribir la crónica de un derrumbamiento en un papel de retrete bueno que en uno malo, en algunos ni se puede intentar porque se corre la sangre, se corre la tinta, los pavos de las ruinas de Kalekapi tienen muy justa fama de pendencieros y sabrosos, características, excelencias o virtudes que se expresan en razón directa, a mayor fiereza mejor gusto, en las ruinas de Kalekapi se cría la única raza de pavos de pelea del mundo, los giros türkköyüs, con plumas doradas o plateadas en el cuello y las alas, los propietarios ricos suelen engastarles sendos diamantes en los espolones, no debe tomarse a jactancia pero declaro por mi honor que soy capaz de aguantar más que una esclava gordísima alimentada con crestas de pavo de pelea y que Dios me perdone si miento.
– ¿Por qué te escudas una y otra vez en el precedente administrativo?
– Jamás he podido saberlo.
– ¿Por qué tu marido vendió su parte en la fábrica de condones La Alsaciana?
– Ni lo sabía siquiera, pero pienso que sus razones tendría.
En el salmo 90 de la Biblia se dice que mil años son como un día, no le falta razón, parece un tango pero no le falta razón, el mundo va a durar siete mil años, la cuenta no puede ser muy puntual porque el calendario tuvo varias confusas reformas, tampoco importa demasiado esa imprecisión, el advertirlo no pasa de ser sino una mera cautela, el mundo va a durar siete milenios, siete días, es cierto, pero también lo es que debe volvérsele la espalda puesto que no tiene posible arreglo, el alma es la esencia del individuo, el sindicato lo inventó el diablo para luchar contra el individuo y la salvación de su alma, nuestra salvación ha de ser individual y para conseguirla no debe descartarse el debido uso de cualquiera de los siete pecados mortales, todo se vuelve pálido ante el único gran negocio del hombre, la salvación de su alma. La cúspide de la pirámide, nuestro líder Amancio Jambrina, Amancio Villaralbo, exige ciega obediencia.