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No creas a nadie que esté diciendo siempre la verdad.

Éxito: el raticida de hombres, muy pocos salen con vida.

La duda se engaña más que la fe.

Cada lengua tiene su propio silencio.

De todos modos, siempre han vencido aquellos que han llevado al mundo a su vieja estructura espiritual, a la guerra. Ya puede irse a pique hasta el último: tras de sí dejan la guerra y las próximas guerras. Los judíos están otra vez en Egipto, pero los han dividido en tres grupos: a unos se les ha dejado salir; a otros los han convertido en esclavos; a los últimos los han matado. Así, de repente, todos deben repetir su viejo destino. Uno puede no hacer nada. Uno puede quejarse. Uno puede mejorar. Maldita sea la venganza, y si me matan al más querido de mis hermanos, no quiero venganza, quiero otros seres humanos. las guerras se hacen por mor de sí mismas. Mientras no reconozcamos esto, jamás será posible combatirlas realmente.

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