– Oye, Roseanne -gritó-. ¿Quieres que te lleve a algún sitio?
Roseanne se levantó y le observó, considerando su decisión.
– Si te metes en el coche Stephanie te dará diez pavos -dijo Gazarra.
– De eso nada -grité-. Ya le he dado veinte.
– ¿Te ha hecho un trabajito a cambio? -preguntó Gazarra.
– ¡No!
Hizo otro chasquido con la lengua.
– Bueno, ¿qué?-dijo Roseanne-, ¿te decides?
Me retiré el pelo de la cara.
– Me voy a decidir por darte una patada en los riñones si no metes el culo en ese coche de la policía.
Si te ves acorralada… prueba con una falsa amenaza.