Desde sus primeros pasos en la militancia pol?tica hasta el reencuentro feliz, a?os despu?s, con la Patagonia y la Tierra del Fuego, con sus poblados y sus gentes, perdidos en la desolada inmensidad del paisaje, como el tren que da t?tulo al libro. As?, conocemos a marineros vagabundos, profesores m?s aficionados al casino y los prost?bulos que a las aulas, ricas familias con problemas de descendencia, bardos de la regi?n, locutores altruistas o aviadores enloquecidos.