En una carta revelé una parte de esos pensamientos al doctor Clifton; él contestó que a lo mejor los dos, Sombra y yo, podríamos ir a su casa de vacaciones. Nos invita a pasar un mes, en primavera. Cualquier cosa, dice, puede suceder en un mes, y cree que cuando haya tocado a su fin es posible que hayamos encontrado una solución satisfactoria para todos a mi dilema. No puedo evitar pensar que Sombra acabará teniendo su final feliz.
Y eso es todo.