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(Pequeño paréntesis. Hasta ahora era un juego de niños. Los niños juegan así. Pero ahora va a ser vuestra profesión. Hace falta llegar a lo sublime de vosotros mismos. No como una diversión. Hay que tocar, pero sintiendo solamente lo mejor de vuestra alma. Que lo mejor de vosotros toque. Hacéis una música de una inmensa espiritualidad. Tocad eso. Os pido la mayor belleza espiritual, lo sublime. Sois los más bellos, podéis seducir a la humanidad entera con vuestra música. No hay que infravalorarse, al contrario, hay que valorarse. Eso llega solo. Empiezas, y después eso llega. El concierto podría durar todo el día. Sería bueno que hicierais estos ejercicios hasta dominarlos. Poco a poco, con la práctica, se van despertando nuestras capacidades creativas, hasta alcanzar lo sublime.)

Tened talento

Ahora voy a proponer un ejercicio muy simple que va a estimular vuestro talento. ¿No tenéis talento? Pues vais a tenerlo enseguida. No hay que dudar de uno. Tengo el talento cuando tengo la potencia. Y tengo la potencia cuando tengo el derecho de vida o de muerte sobre los otros. A partir de ese momento tengo la potencia. Dios es todopoderoso porque puede matar cuando quiere. Y porque puede crearme cuando él quiere. Y si estoy vivo es porque él me perdona. Luego la capacidad de matar, de perdonar, va a crear el talento. Es simple. Me imagino que soy una cobra, que tengo veneno y que delante de mí hay un mono. Estoy delante del mono, concentrado, completamente ensimismado, me muevo, lo miro, lo hipnotizo, y el mono hace lo que yo quiero. Es una actitud de talento. Os digo la verdad. Yo provoco que vosotros me miréis. Yo provoco que vosotros estéis aquí. Yo os he creado. Hace falta que os convirtáis en cobra. En vez de ser la víctima siempre, la ratita que está hipnotizada, pasamos al otro lado. Somos nosotros quienes hipnotizamos a la gente, ¿de acuerdo? Para eso hay que relajarse y después crear el punto, hacerlo subir, y después nos balanceamos porque estamos listos para saltar, pero no saltamos. Hacemos como que saltamos, pero no saltamos. Es así como se hipnotiza al mono. Tampoco le mordemos. Sólo se le hipnotiza. Tenéis que desarrollar esa capacidad de mirar hipnotizando. No es seducir, es muy diferente a seducir. Con mi concentración mental, tengo al otro. Trabajad eso. Eso es el talento. No estamos asistiendo a una reunión de cobras, sino a una cofradía de sabios que son como cobras, que se respetan unos a otros porque saben que su conocimiento es mortal. Ahora probad a rebasar vuestra cabeza al expulsar la fuerza. Probad a sobrepasar el interior de vuestra cabeza: imaginad que vuestros ojos están treinta centímetros más altos que el cráneo y, sintiendo que sois una cobra, pensad que tenemos bajo el ombligo, dos o tres dedos más abajo, un punto de concentración y que hay una fuerza que sale de ahí hacia el exterior, que puede entrar en los otros. En el vientre. Eso es la carta del tarot el Emperador. Él está sentado así, y la fuerza está ahí.

Dibujad

Ahora haremos un ejercicio de creatividad aplicada. Como tenemos todas las herramientas mentales necesarias, la concentración, la fuerza, todo lo que hemos estudiado en este curso, vais a imaginar que tenéis una tela, del tamaño que queráis. Tenéis un pincel que puede cambiar de color según vuestro deseo. Y vais a hacer un cuadro, un cuadro imaginario. Podéis dibujar, podéis hacer grandes manchas, podéis cambiar los colores, como más os guste. Después, sentaos por grupos y, haciendo gestos, describid el cuadro que se ha pintado, ¿de acuerdo? ¡Empecemos! Mientras pintáis podéis poner una música imaginaria para que os guíe. Si queréis ser creativos, ¡creatividad! Y si alguien tiene potencial creativo, que continúe, que siga hasta que aparezca alguna cosa. Para el inconsciente es como si se hubiera hecho un cuadro, ¿sabéis? Para el inconsciente, lo que se ha hecho en lo imaginario es como si se realizara realmente. En el sistema nervioso, cuando se imagina alguna cosa, se activan las mismas conexiones. Lo que pasa es que la gente normal no se propone hacer cosas semejantes, porque ellos no lo creen. En realidad, si se quiere ser creativo sólo hace falta hacerlo. Si yo pinto diez o veinte cuadros como éste, imaginarios, después podré hacer un cuadro real, estaré preparado para pintar. ¿Lo veis?

Esculpid

Y ahora, para terminar con esta serie de ejercicios, hay que hacer una escultura. La escultura se hace en el espacio. Podéis utilizar cualquier material, mármol, oro, bronce, lo que queráis. Y creáis un personaje al que, si queréis sobrepasar, podéis convertir en abstracto. Pensad qué escultura queréis hacer. Sois escultores. Vamos a poder manipular el espacio creativamente. Es importante porque, si no se hace, habrá una dimensión que no se habrá desarrollado. Hay que moverse alrededor del objeto, la escultura nos obliga a abandonar la mirada fija, nos permite desarrollar nuestro espíritu girando en torno al objeto creado. Una vez finalizada la describiremos, porque también son importantes los comentarios. Antes de empezar a esculpir, pensad bien en la materia que vais a escoger, debe ser una materia que os guste. Y también la podéis colorear…

Cread moda

En este ejercicio, crearemos vestidos. Podéis hacer el traje individualmente o bien en grupo. Si lo hacéis en grupo, cada uno debe hacer tres vestidos para los otros. Mirad bien a la otra persona y observad qué vestimenta podría ensalzarla. No es una crítica. Hay que atreverse y dotar de fuerza a la forma de vestir, como en un carnaval. Cread vestidos imaginarios. Y veréis que, del mismo modo que podéis pintar y esculpir o hacer música, podéis crear moda. Basta con ser osados. Si después de este ejercicio os encargan que hagáis un desfile, ¡lo podréis hacer! Se trata de ver cómo es el otro. Puedes cambiar los vestidos, hacer una operación estética, puedes llenar, quitar, eres dueño del aspecto del otro. Eres su dueño. Empecemos.

El arco iris

Vamos a avanzar en la creatividad con un ejercicio que es fundamental. Lo que voy a hacer es contar de 9 a 0 para que concentréis la atención. Hay que escuchar bien. Para estar concentrados el mejor método, el más simple, es imaginar los colores del arco iris: rojo, anaranjado, amarillo, verde, azul, añil y violeta. A medida que voy contando, me voy sumergiendo en el rojo, y después veo que el rojo se va convirtiendo en el anaranjado, que el anaranjado se convierte en amarillo, que el amarillo se vuelve verde, que el verde se vuelve azul, azul oscuro, violeta. Esto es sólo para ocupar la mente y no pensar con palabras. Sentid la llegada del color. Nueve… ocho… cada vez más concentrados. Siete… más concentrados. Seis… más profundo, más profundo. Cinco… más profundo, más profundo. Cuatro… más profundo… Tres… más profundo, la escucha, la concentración, la receptividad. Dos… más profundo… Ahora vamos a utilizar el inconsciente, uno… vamos a utilizar el inconsciente…

Tu espacio

En el interior de ti tienes el espacio, el territorio que amas. Hay un territorio que es tuyo. Puede estar al pie de la montaña, en el campo, junto al océano, puede ser de tierra fértil, de arena; de lo que tú quieras. Deja que te llegue tu terreno, imagina tu sitio ideal para ti. ¿Lo ves?, ¿qué hay?, ¿hay sombras? ¿qué perfume tiene?, ¿hay pequeños insectos?, ¿otros animales? Lo que haya, deja que llegue. Y en ese territorio tuyo, paséate feliz, feliz: porque al fin tienes un territorio del tamaño que quieres. Pequeño, grande, cada uno tiene el suyo. Es fundamental que el inconsciente te dé tu terreno. La tierra que te pertenece. El trozo de planeta que te pertenece. El paisaje en el que vivir. No escojas el paisaje de otros. No escojas el de tus padres, escoge el tuyo propio. Toma la alegría de tu terreno y allí observa cómo surge la casa, el habitáculo que es el tuyo. Es tu casa ideal, donde quieres vivir, desarrollarte, acompañado o no, toda tu vida. ¿Cuál es la casa que quieres? ¿De qué tamaño?, ¿de qué material? ¿Cómo es? Piensa cuál es tu espacio ideal. Sin límites. Cuando esa casa ideal te haya llegado, rodéala, mírala bien, entra en ella y créale todo: los baños, las camas, la cocina, los vasos, las cucharas…, todos los objetos de tu casa ideal los vas a crear, y todas sus habitaciones. ¡Paséate y crea tu casa por fin! ¡Para que sepas lo que quieres verdaderamente, sin límites! No hay límites de dinero, no hay ninguna prohibición, no tienes que ser pequeño, ni mediocre. Escoge en tu creatividad lo que quieres realmente, para que después lo puedas realizar en la vida real. Tómate tu tiempo… Descubre cuáles son las actividades que deseas hacer en esa casa…, los materiales…, eres el Gran Arquitecto. Tu propio arquitecto. Tu propio creador… Tómate todo tu tiempo porque es fundamental para ti saber cuál es tu territorio. Tu casa es tu ego, es tu yo verdadero. Piensa también en cómo vas a estar vestido en esa casa. Qué vestimenta te corresponde. Cómo deseas presentarte. En la cocina, sueña todo lo que deseas comer. Cuál es tu alimento ideal. Y concéntrate en la compañía ideal. Con quién deseas estar. Si quieres estar con alguien o no. Puede haber una sala de tarot, una sala de cine, música, libros, animales, lo que tú desees. Sin límites. Imaginad, en esta casa ideal, vuestra cama.

Y esta parte del ejercicio también es fundamental, esencial, que la hagáis bien. Estás en la cama, acostado, pero tu vida se ha acabado. Estás muerto. Y de tu cadáver sale el ser nuevo que renace. ¿Cómo quieres renacer? Estás acostado, un ser, un cuerpo que ha terminado, y te levantas con un cuerpo nuevo. ¿Con qué físico?, ¿de qué sexo?, ¿de qué edad?, ¿cuál sería tu yo ideal? Hay que imaginarse un yo ideal. El yo que tenemos no es nuestro yo ideal. Tenemos uno ideal aunque esté lejos todavía. Daos permiso para imaginarlo. Todos estos ejercicios son para eliminar la falta de confianza, para enriqueceros. Si tienes tu terreno, si tienes tu casa, si tienes tu ser ideal, te has enriquecido.

Ahora, critícate como lo haría una persona de tu familia. Tu madre, tu padre, tu hermano. Habla en su nombre. Ponte en el lugar de alguien que se te oponga. Porque si hasta ahora no habías imaginado nada de esto, es debido a que en ti hay fuerzas que se oponen a que tú lo imagines. ¿Cuáles son estas fuerzas? Encárnalas. Por ejemplo, habla como hablaría tu madre. O tu padre. Y critica. Toda la nueva medicina habla del territorio, diciendo que una pérdida del territorio crea las enfermedades. Porque el cerebro, dicen, actúa como un animal que necesita su territorio. Aunque no creo que eso sea absolutamente cierto, sí creo que el territorio es una parte muy importante. Por tanto, cuando sabemos qué territorio nos corresponde, damos un gran paso hacia la creatividad. Y la casa es el desarrollo de nuestro yo individual. Y si yo invento la casa que quiero para mí, me permito existir yo mismo. Fuera de los padres. Por eso, discutir con los padres, o crearos un cuerpo nuevo, es una toma de libertad creativa que hacéis. La creatividad viene de una libertad interior, de una valorización interior. Sé que lo tengo todo en mi interior, por lo tanto puedo ponerme en acción. La imaginación trabaja con principios muy simples.

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