– Alguien la incitó y eso lo convierte en un asesinato. Y allí entro yo.
– Sí, supongo que sí. Duerme un poco. Le diré a Summerset que te despierte para la reunión.
– Gracias.
– No es nada. -Reeanna le tocó el hombro-. Entre amigas.
Estudió a Eve unos momentos más, luego echó un vistazo a su reloj con incrustaciones de diamantes. Tendría que darse prisa si quería llegar a tiempo a la peluquería, pero todavía debía ocuparse de un detalle.
Volvió a guardar el equipo y tras dejar en la mesa un tubo de crema anestesiante para Eve, se apresuró a salir.