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Luego nuevamente, los ases significan fuego, los dos agua; los tres aire; los cuatro tierra. Luego nuevamente los cuatro es el primer principio, los cinco el segundo, etc.

Al observar las pintas, uno puede decir que las pintas negras (cetros y espadas) expresan actividad y energía, voluntad, iniciativa y el lado subjetivo de la consciencia, y las rojas (copas y pantáculos) expresan pasividad, inercia y el lado objetivo de la consciencia. Luego las primeras dos pintas (cetros y copas) representan "el bien" y las otras dos (espadas y pantáculos) representan "El mal". Así cada carta de los cincuenta y seis indican (independientemente de su número) la presencia de los principios de actividad o pasividad, del "bien" o del "mal", surgiendo tanto en la voluntad del hombre como fuera de ella. Y el significado de cada carta es posteriormente descifrado a través de sus variadas combinaciones con las pintas y números en su significado simbólico. Las cincuenta y seis cartas como un total representan un completo cuadro de todas las posibilidades de la consciencia del hombre. Y esto hace el Tarot adaptable para la adivinación. Así, incluyendo a la Kabala, la Astrología, la Alquimia y la Magia, el Tarot hace posible "buscar oro", "evocar espíritus" y "trazar horóscopos", simplemente por medio del mazo de cartas sin la complicada parafernalia y ceremonias de un alquimista, astrólogo o mago.

Pero lo más interesante del Tarot está en las veintidós cartas con nombre. Estas cartas tienen significado numérico y también un muy complicado significado simbólico.

La literatura relativa al Tarot tiene en consideración principalmente la lectura de los diseños simbólicos de las veintidós cartas. Verdaderamente muchos escritores sobre ocultismo han desplegado sus trabajos sobre el plan del Tarot. Per esto no se sospecha frecuentemente porque el Tarot raramente es mencionado. Oswald Wirth habla del origen del Tarot en su ensayo sobre el Tarot Astronómico.

"De acuerdo al cristiano, los veintidós arcanos mayores del Tarot representan los cuadros jeroglíficos que se encontraban en los espacios entre las columnas de una galería que el neófito estaba obligado a cruzar en las iniciaciones egipcias. Había veintidós columnas al norte y la misma cantidad al sur, esto es, once cuadros simbólicos a cada lado. Estos cuadros eran explicados al candidato para la iniciación en orden regular, y ellos contenían las reglas y principios para el iniciado. Esta opinión es confirmada por la correspondencia que existía entre arcanos cuando estaban así dispuestos." [1]

En la galería del templo los cuadros eran dispuestos en pares, uno opuesto al otro, así que el último cuadro era opuesto al primero, la penúltima se oponía a la segunda, etc. Cuando colocamos así las cartas encontramos una sugerencia interesante y profunda. De esta forma la mente encuentra el uno en el dos, y es llevada del dualismo al monismo, que es lo que podemos llamar la unificación de la dualidad. Una carta explica a la otra y cada par muestra además que ellas pueden ser solamente explicadas en forma mutua y no hay significado cuando son tomadas en forma separada.

Así, por ejemplo, las cartas 10 y 13 ("Vida" y "Muerte") significan en conjunto una condición total y complementaria que no puede concebirse por el proceso mental ordinario e imperfecto. Pensamos de vida y muerte como dos "opuestos", antagonistas uno de otro, pero, si vamos más allá, veremos que cada uno depende del otro para la existencia y no podrían venir a la existencia en forma separada.

Un símbolo puede servir para transferir nuestras intuiciones y para sugerir otras nuevas mientras su significado no esté definido. Los símbolos reales están perpetuamente en proceso de creación, pero cuando reciben un significado definitivo se transforman en jeroglíficos y finalmente un simple alfabeto. Como esto ellos expresan simplemente conceptos ordinarios, cesan de ser un lenguaje de los Dioses o de los iniciados y pasa a ser un lenguaje de los hombres que cualquiera puede aprender.

Propiamente hablando, un símbolo en ocultismo significa lo mismo en arte. Si un artista usa símbolos ya hechos en su trabajo, este no es verdadero arte, sino solamente un pseudo arte. Si un ocultista comienza a usar símbolos ya hechos, su trabajo no es verdaderamente oculto, porque esto no contendrá esoterismo, ni misticismo, sino sólo un pseudo ocultismo, pseudo esoterismo y pseudo misticismo. El simbolismo en que los símbolos tiene significados definidos es pseudo simbolismo.

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Teniendo clara esta idea en su mente, el autor halla que la clave del Tarot debe residir en la imaginación y decide hacer un esfuerzo para re-diseñar las cartas, entregando cuadros descriptivos del Tarot, y para interpretar los símbolos, no por medio de análisis, sino por síntesis. El lector encontrará en el siguiente titulo "cuadros escritos", reflexiones de muchos autores que han escrito sobre el Tarot, como Saint Martin, Eliphas Levi, Papus, etc. y otros autores que ciertamente nunca pensaron en el Tarot como, por ejemplo, Plotino, Gichtel (siglo VXII), Friedrich Niestzche, M. Collins, etc., quienes llegaron, no obstante, a los mismos principios fundamentales como los autores desconocidos del Tarot.

Las descripciones de los arcanos en estos "cuadros escritos" frecuentemente representan una concepción que es casi enteramente subjetiva, por ejemplo, la de la carta 18. Y el autor parece pensar que otro puede concebir los mismos símbolos en forma diferente, en ningún caso él considera esto totalmente posible.

Cualquier interesado en este rompecabezas filosófico bien puede preguntar: ¿Entonces, qué es el Tarot?

¿Es una doctrina o simplemente un método? ¿Es un sistema definitivo o simplemente un alfabeto por cuyos medios se puede construir cualquier sistema? En resumen, es un libro conteniendo enseñanzas específicas, o es simplemente un aparato, una maquina que puede ser usado para construir cualquier cosa, igualmente un nuevo universo.

El autor cree que el Tarot puede ser usado para ambos propósitos, por supuesto, los contenidos de un libro pueden ser leídos tanto hacia delante como para atrás no puede ser dicho para ser, en sentido ordinario, estrictamente definitivo. Pero quizá encontramos en esta verdadera indefinición del Tarot y en la complejidad de su filosofía, el elemento que constituye su definición. ¡El hecho de que se cuestione el Tarot si es un método o una doctrina muestra la limitación de nuestra "mente tridimensional" que está incapacitada para elevarse sobre el mundo de la forma y contraposiciones o para liberarse a ella misma de la tesis y antítesis! Sí, el Tarot contiene y expresa cualquier doctrina a ser encontrada en nuestra consciencia, todo en este sentido tiene definición. Esto representa la Naturaleza en toda su riqueza o sus posibilidades infinitas, y existe en esto como en la Naturaleza, no uno, sino todos los potenciales significados. Y esos significados fluyen y siempre están cambiando, así el Tarot no puede ser específicamente esto o aquello, porque siempre se mueve y aún es siempre lo mismo.

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En los siguientes "cuadros escritos" las cartas son tomadas en pares: – I y 0; II y XXI; III y XX, etc. – en cada par una carta completa el sentido de la otra y dos hacen una.

Carta I.- "El Mago"

"Hombre" Superhombre. El Iniciado. El Ocultista altamente consciente. Logos Humano. El "Adam Kadmon" kabalístico. La Humanidad. "Homo Sapiens"

Carta II.- " La Sacerdotisa "

Ocultismo. Esoterismo. Misticismo. Teosofía. Iniciación. Isis. Misterio

Carta III.- " La Emperatriz "

La Naturaleza en su aspecto fenoménico. La fuerza de la Naturaleza siempre renovando y recreando. La realidad objetiva.

Carta IV.- "El Emperador"

Tetragrammaton. La ley de cuatro. Energía latente de la Naturaleza. Logos en el total aspecto con todas las posibilidades del nuevo Logos. Filosofía hermética.

Carta V.- "El Carro"

"Hombre". La imaginación. Magia. Auto sugestión. Auto decepción. Medios artificiales de adquisición. Pseudo ocultismo. Pseudo teosofía.

Carta VI.- "Los Amantes"

"Hombre" Otro aspecto del "Adam Kadmon", el "Hombre Perfecto", el "Divino Andrógino". El amor como los esfuerzos de "Adam Kadmon" para encontrarse a sí mismo. El equilibrio de los contrarios. La unificación de la dualidad, como medio para conseguir la Luz.

Carta VII.- "El Hierofante".

Misticismo, Teosofía. Lado esotérico de todas las religiones.

Carta VIII.- "El Poder"

El Poder real. La Fuerza del amor. La Fuerza de la unión (Cadena Mágica). Fuerza de los Infinito. Ocultismo. Esoterismo. Teosofía.

Carta IX.- "El Ermitaño"

"Hombre". El camino de la Iniciación. Búsqueda de la Verdad en la vía derecha. Conocimiento interno. Luz interna. Fuerza interna. Teosofía. Ocultismo.

Carta X.- " La Rueda de la Fortuna "

La Rueda de la Vida. La vida siempre cambiante y nunca siendo lo mismo. El Círculo del Tiempo y los cuatro elementos. La idea del círculo.

Carta XI.- " La Justicia "

Verdad. Conocimiento real. Verdad interna. Ocultismo. Esoterismo. Teosofía.

Carta XII.- "El Colgado"

"Hombre" El dolor de la elevada consciencia atada a las limitaciones del cuerpo y de la mente. El superhombre en el hombre separado.

Carta XIII.- " La Muerte "

Otro aspecto de la Vida. Ir fuera en orden a volver al mismo tiempo. Completar el círculo.

Carta XIV.- "El Tiempo (La Templanza))"

El primer logro. El "Arcanum Magnum" de los ocultistas. La Cuarta Dimensión. El espacio elevado. "El eterno ahora".


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