P: ¿Le aflige la idea de la muerte?
V: (Muy rápido.) ¡No…, no!
P: ¿Le desagrada esta perspectiva?
V: Si estuviera despierto me gustaría morir, pero ahora no tiene importancia. El estado mesmérico se avecina lo bastante a la muerte como para satisfacerme.
P: Me gustaría que se explicara, Mr. Vankirk.
V: Quisiera hacerlo, pero requiere más esfuerzo del que me siento capaz. Usted no me interroga correctamente.
P: Entonces, ¿qué debo preguntarle?
V: Debe comenzar por el principio.
P: ¡El principio! Pero ¿dónde está el principio?
Revelación mesmérica,
Edgar Allan Poe