En este breve ensayo-reseña se pretenderá distinguir el leitmotiv dentro de su cuento Chac Mool: las reminiscencias prehispánicas y el pasado indígena, pulsiones constantes en el trabajo del escritor. Conscientes estamos que intentar aprehender las fuentes del discurso literario de Fuentes es una tarea titánica, ya que independientemente de la vastedad de su obra y de la densidad de sus historias, determinar las ideas o mociones de un autor tan prolífico es adentrarse dentro de un maremágnum que no admite clasificación. Por tal razón sólo me atreveré a esbozar ideas y sugerir motivos. Impulsos esenciales e innegables que nos permiten comprender el mundo representando y ficticio del autor.
Fuentes no olvida, o al menos pretende no hacerlo, construye amalgamas que nos intuyen y justifican. Pensemos en el difuminado y nebuloso personaje Ixca Cienfuegos de La región más transparente, o en el Cristóbal Nonato, o en el misticismo de Aura o en La muerte de Artemio Cruz. En todos lados el escritor recurre a su herencia, aunque francamente en algunas ocasiones sus radiografías sociales parezcan más una especie de turismo sociológico o análisis de vitrina (Agua Quemada, Los años con Laura Díaz, Cambio de piel y La misma Región…). Sin embargo, la calidad de sus obras como su alta cota literaria es indiscutible, considero que tanto Cantar de ciegos como Los días enmascarados son libros excelentes. Sobre este último, o mejor dicho, sobre el cuento del Chac Mool, versa este opúsculo.