Además, los" sagrados " 3 y 9 también están relacionados con el cielo. La Luna, como se sabe, es visible en el cielo durante 27 días, y durante este tiempo cambia su estado tres veces: Luna nueva, Luna llena y mes defectuoso. Tres Estados son tres "semanas" de nueve días cada una. Luego, la Luna desaparece durante tres noches (la cuarta "semana") y se enciende nuevamente, rejuvenecida. El tiempo, cuando la Luna gobernó sobre el mundo, se reflejó en varios tipos de "reinos lejanos" (más allá de las tierras lejanas, en la cuenta antigua de nueve: lejanos – veintisiete, treinta tierras, reinos. Dioses con cuernos – es decir, sacerdotes con cuernos de animales (tótems), si los cuernos se asemejan a una Luna creciente, entonces esto es adoración a la Luna). Estos cuentos de hadas son algunos de los más antiguos. Así aparecieron los cuatro números sagrados principales: 3, 4, 9, 27. Otro fue el ocho. Se puede, por supuesto, considerarlo como el doble de cuatro, pero merece más atención la hipótesis del profesor-historiador alemán R. von Lichtenberg de que "hubo un tiempo en que los arios sabían contar solo hasta ocho y comenzaron una nueva categoría de números con nueve. Esto se deriva de observaciones filológicas…». En japonés, el ocho significa "mucho". Las" ocho virtudes "de los budistas son" muchas " virtudes. Es probable que esta cuenta estuviera relacionada con el ciclo de ocho años de Venus, la "estrella" Sagrada de los egipcios y babilonios, venerada por otros pueblos, como los griegos. Durante 8 años terrestres, Venus realiza 5 períodos de rotación, igual que la Luna, cambiando su estado tres veces. 8 meses y 5 días es la estrella de la tarde, la misma cantidad es la mañana, y en los intervalos desaparece por completo del cielo. La Frigia" gran madre de los dioses " Cibeles y la Fenicia ashtoret, símbolos de este planeta, fueron representados con ocho rayos. Los sintoístas y budistas conocen las "ocho esquinas del mundo". Los hindúes en las enseñanzas del yoga han desarrollado ocho etapas que conducen a la perfección espiritual. Algo similar ocurre en Homero. Es cierto que cuenta el día no con ocho, sino con nueve ("de Repente, la costa de la patria nos apareció en el décimo día"), pero la idea es la misma: la semana "lunar". Sin duda, también conocía el" tiempo mitológico", donde un año equivalía a ocho. Volviendo a las observaciones de Lichtenberg, se puede observar una cosa más: en sánscrito, latín, Griego, alemán, gótico, Lituano, la palabra "nueve" suena casi igual que "nuevo", es decir, el nueve abrió un nuevo grupo de números. Las observaciones astronómicas de los indios los convencieron de que el ciclo lunar encaja exactamente 12 veces en el año solar. Así aparecieron los doce meses, y este número también se convirtió en sagrado. No es difícil adivinar que el número 108 es el producto de una docena y nueve, una combinación de elementos de los ciclos lunar y solar. (Por cierto, en los textos pahlavianos – partos del antiguo Irán se mencionan dos variedades del" gran año": 9 000 y 12 000 años) pero no solo esto llamó la atención. El número 108 es conveniente por su extraordinaria flexibilidad, por su adaptabilidad a cualquier caso de la vida, por el hecho de que se divide sin resto en diez números, sin contar el uno y él mismo, y la suma de sus dígitos da el sagrado nueve. Sin duda, nació en la India y desde allí se separó hacia el oeste y el este. Según las nociones Indias, por ejemplo, la vida del Dios creador Supremo Brahma es de 311.040.000.000.000 de años (y este número es un múltiplo de 108). En la antigua India también había un período de tiempo llamado muhurta, la trigésima parte del día, es decir, 48 minutos. ¿Por qué una dimensión tan extraña? Porque 48 es, en primer lugar, el cociente de dividir 10 800 por 225, y en segundo lugar, el propio divisible por 12. La categoría del tiempo, estrechamente vinculada a la creación del mundo, fue desarrollada en detalle por los indios y convertida en una escala bien formada, combinando los sistemas decimal y duodécimo: el segundo de Brahma (10.000 años), el minuto de Brahma (600.000 años), la hora de Brahma (36.000.000 años) y, finalmente, el día de Brahma – Kalpa (8.640.000.000 años). El Kalpa, el tiempo de existencia de este mundo, consta de dos mil mahayugas (grandes edades) de 4.320.000 años cada una. Los mahayugs, a su vez, se dividen en cuatro hinayugs (edades menores) que simbolizan las épocas: satyayug o critayug (edad de oro)– 1.728.000 años, tretayug (edad de plata) – 1.296.000 años, dvaparayug (edad del cobre) – 864.000 años y kaliyug (edad de hierro) – 432.000 años. Así es el ciclo del mundo. No es difícil ver que todos los hinayugi son 10.800 con Co-multiplicadores que aumentan uniformemente, y que la suma de los dígitos de todos estos números es un nueve "puro" o doble. Del libro A. "El Tercer cinturón de sabiduría". En francés: 70-soixante-dix, 80-quatre-vingts, 90-quatre-Vingt-dix. Los números mágicos, expresados en diferentes números de adornos encontrados por los arqueólogos en Palestina, también se encuentran en las Canciones épicas más antiguas de la Edda (un monumento de la antigua cultura nórdica): "entonces Giaflag, hermana de Giuki, dijo: 8 para mí es el número más desafortunado de la tierra. He perdido al menos 5 maridos, 2 hijas, 3 hermanas y 8 hermanos; ahora vivo sola". Después de todo, el "jubileo" – (del hebreo, "largo, sonido de trompeta") – según la Ley de Moisés, cada año 50. Cada séptimo año se llamaba sabático( no laborable), después de los siete años sabáticos (7*7 = 49), el año siguiente, el 50, se llamaba jubileo.

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